Aunque la ley antidiscriminación todavía no se ha
aplicado en colegios e institutos de Madrid, el lobby ultra Hazte Oír está
repartiendo folletos contra los colectivos LGTBI en centros de educación
pública y concertada.
Un niño y una niña con el brazo en alto –haciendo un
saludo nazi-fascista– ante una bandera arcoiris. Una pregunta, "¿sabes lo
que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio?", y una respuesta:
"las leyes de adoctrinamiento sexual".
El lobby neocon Hazte Oír y la organización
internacional Citizen Go están enviando a los colegios un folleto con esa
portada en todo el Estado en una campaña que denuncia como una "amenaza
real para las libertades y derechos fundamentales" la introducción en diez
comunidades de medidas para que la educación sobre diversidad sexual llegue a colegios
públicos y concertados.
La campaña de estas dos organizaciones
ultraconservadoras plantea como problemático el hecho de que colectivos LGTBI
(de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales) revisen
materiales, impartan charlas y desarrollen actividades e institutos. Según el
folleto repartido en las puertas de los colegios –en Madrid han llegado a todos
los centros de primaria de Puente de Vallecas–, las leyes aprobadas buscan
entregar "la educación de nuestros hijos" a colectivos LGTBI. El
folleto ha sido enviado a los directores de Puente de Vallecas acompañado de
una carta explicativa.
Para Hazte Oír, esto forma parte de una serie de
leyes de 'adoctrinamiento sexual' (entre comillas en el original) con las que
se quiere imponer un "modelo ideológico" que pone en riesgo "el
futuro de la sociedad".
Ley contra la discriminación
Por unanimidad, pero tras la inclusión de más de cien
enmiendas que modificaban hasta hacer casi irreconocible la propuesta inicial
del PP, Madrid aprobó su ley antidiscriminación (3/2016) en julio de este año.
Se sumaba a Cataluña, Extremadura, Murcia, Baleares, Navarra, País Vasco,
Galicia, Andalucía y Canarias, que ya tienen leyes similares. En el caso de la
ley madrileña, se ha llegado a publicar que es una ley que "prohíbe que la
gente pueda ser heterosexual".
Pero su objetivo no es otro que reconocer la igualdad
de derechos de las personas LGTBI y establecer "una protección efectiva
por parte de la Administración de la Comunidad de Madrid a personas que sean
víctimas de discriminación y delitos de odio, o sufran trato discriminatorio,
vejatorio o degradante por orientación sexual e identidad y/o expresión de
género".
Sin embargo, la ley no está llegando a las aulas en
forma de talleres o formación, según denuncia Podemos. La diputada Beatriz
Gimeno acusa al PP de Cristina Cifuentes de hacer 2declaraciones enfáticas muy
progresistas y en la realidad no hacer nada por coartar este tipo de propaganda
de odio". El grupo tiene previsto preguntar en la Asamblea si estos
folletos se han repartido también en el interior de colegios o institutos, y si
pueden suponer un delito de incitación al odio.
Como señala la Comunidad de Madrid en el desarrollo
de dicha ley, los delitos de odio por motivos de orientación sexual superan a
los ataques racistas y xenófobos. El 23 de noviembre, la web Cromosoma X y la
asociación Arcópoli señalaban el aumento brutal de las agresiones homófobas,
que han crecido un 1000% (mil por ciento) en los dos últimos años en la
Comunidad.
"En 2016 las denuncias por delitos relacionados
con la LGTBfobia han subido a un total de 204 agresiones denunciadas a falta de
más de un mes para que finalice el año", se apunta como preámbulo al
informe. 35 agresiones físicas, tres de ellas muy graves, una agresión sexual,
acoso, agresiones verbales, expulsiones del local y otros incidentes de odio
completan un mapa que señala el aumento de la intolerancia en la región.
Pero el problema va más allá, desde el momento en el
que Arcópoli reconoce que sólo se tiene noticia –vía denuncia– de un 10% de las
agresiones que se producen. "Este incremento de datos es sobre todo
indicativo de un volumen enorme de agresiones por homofobia que no se denuncian
por miedo o desconfianza", denuncian desde Cromosoma X.
"El PP es un partido defensor de la desigualdad
y la desigualdad genera violencia", apunta Gimeno, que cree que el lobby
Hazte Oír "pone toda la carne en el asador" en la educación pública y
concertada ante la pasividad de los populares, que son "presa" de los
grupos más reaccionarios que conforman su base de votantes.
Nacida hace quince años, la web Hazte Oír, convertida
más tarde en organización, ha llevado a cabo diversas campañas contra las leyes
de interrupción del embarazo, el matrimonio homosexual o la Ley de Educación
para la Ciudadanía. En la última campaña electoral autonómica su objetivo, por
primera vez, no fue el PSOE, sino la presidenta de la Comunidad de Madrid,
Cristina Cifuentes (PP), contra quien hicieron una campaña con el lema "Si
votas Cifuentes, votas aborto".
En 2014, la juez María Belén López Castrillo
consideró probada y veraz la relación de Hazte Oír con la Organización Nacional
del Yunque, nacida en México con un carácter paramilitar. La sombra de El
Yunque pesa como un idem en la relación entre Hazte Oír y la jerarquía
eclesiástica católica, que ha evidenciado la simbiosis entre ambas
organizaciones.
En 2013, Hazte Oír creó Citizen Go, una plataforma de
ciberactivismo, presente en varios países, especialmente en Latinoamérica,
donde ponen en marcha varias campañas contra leyes en materia de libertad
sexual o libertad de elección.
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