viernes, 14 de agosto de 2015

Sexualidad sin fecha de caducidad

Eliminar el tabú de las relaciones homosexuales, especialmente entre los mayores de 50 años, y potenciar la comunicación acerca de sus riesgos sin tomar precauciones son algunos de los objetivos de la guía 'Sexualidad y mayores', que deja claro que el sexo no tiene edad.

La prevención sexual y la discriminación social y laboral que conlleva el VIH son algunos de los aspectos que se tratan en la primera guía dirigida a los mayores bajo el lema "la sexualidad no tiene fecha de caducidad".

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) y la Fundación Veintiséis de diciembre han lanzado un manual dirigido a los mayores con el objetivo de dar visibilidad y reconocimiento "a este colectivo olvidado".

"Se trata de dar un paso más para trabajar con este mundo tan desconocido como son las personas mayores y su sexualidad", ha indicado el presidente de la Fundación 26 de diciembre de mayores LGTB, Federico Armenteros. "Su vida sexual no ha terminado por ser mayores", ha aseverado.

Los principales factores que influyen en las personas mayores con problemas en su salud sexual son la situación económica actual, sufrir un pasado "de represión", la soledad, el miedo y la vergüenza.

Por su parte, Santiago Redondo, responsable de salud de la Felgtb, ve necesario fomentar los mecanismos de prevención, porque las relaciones que mantienen los mayores "se asumen con poca información".

Esta petición se incluye en el pacto de Estado por el VIH "frente al estigma y la discriminación", que fue presentado durante la semana del Orgullo gay, en un momento en que se pretende abordar el asunto "de forma global".

Otras medidas que presentarán a los partidos políticos a finales de septiembre serán la ley integral de transexualidad, un pacto por la educación y la protección legal de la diversidad familiar.

Además, desde la federación reivindican la catalogación del VIH como enfermedad "infectocontagiosa" en lugar de "enfermedad transmisible", ya que, a su juicio, esta denominación "limita el acceso de los mayores en las residencias".

Con este trabajo, en el que también ha colaborado Cesida (Coordinadora estatal de VIH y sida), además pretenden "que en las próximas elecciones generales" la sexualidad de los mayores "no continúe siendo un estigma".

En este sentido, desde estas plataformas recuerdan que los mayores homosexuales han sido un colectivo "machacado durante mucho tiempo", ya que algunos prefieren morir solos a pasar vergüenza "por su condición sexual".

En España, entre 120.000 y 150.000 personas están infectadas por el VIH y alrededor de un 30 % "desconoce que lo padece".

Y las relaciones homosexuales siguen ocupando el primer lugar de la transmisión. De este colectivo, el 80 % de las nuevas infecciones se dan entre personas de 43 años, mientras que el 66 % de las de 49 años llegan con "diagnóstico tardío", aunque ello no significa "que no pueda tratarse".

Alertan, no obstante, de que se trata de una cifra que "se eleva anualmente".

La segunda parte de la guía estará disponible a partir de septiembre en la web de la federación y a través de las redes sociales para aquellos "que tengan vergüenza o que naveguen por páginas de contactos puedan estar informados".


La ONU suspende a España en políticas de igualdad

España, país europeo, miembro de la UE y en pleno siglo XXI, no es capaz de superar el examen de igualdad de las Naciones Unidas. La CEDAW (la Convención por la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres, por sus siglas en inglés) acaba de repasar en su convención de este año los parámetros esenciales de nuestro país en malos tratos, equidad salarial o educación en igualdad y concluye que no hay aprobado posible.

El informe preliminar de la CEDAW -con fecha 17 de junio- ya reprochaba al Gobierno central que las políticas de austeridad hayan "relegado a muchas mujeres a los tradicionales roles de subordinación" y hayan "empeorado su situación en la vida económica, social y política".

La tijera se suma a males ya endémicos, no resueltos, como "la cultura del machismo y la influencia social de las instituciones religiosas patriarcales" y eso acaba por dilapidar los avances logrados en los últimos años y que están, dice la ONU, en "riesgo de retroceso".

El informe final -con fecha 24 de julio y difundido ahora- constata esa primera lectura. La palabra "preocupación" se repite insistente y, aunque el comité reconoce algunos pasos dados por España, el rapapolvo es abrumador. 

Estas son las quejas esenciales:

La crisis no es la excusa que todo lo tapa

Los especialistas en Igualdad de la ONU se quejan de las "medidas de austeridad financiera y económica" adoptadas por el Ejecutivo, porque han tenido "efectos negativos" sobre la mujer. Aunque constatan que España ha pasado por "circunstancias excepcionales", complejas, la justificación no basta. "Incluso en tiempos de restricciones fiscales y crisis económica", abunda, hay que hacer "esfuerzos especiales" para mantener la atención sobre la mujer, dada su posición de cola en la sociedad. No hay, denuncia, ni siquiera estudios y evaluaciones que hayan analizado el impacto de esta dura etapa en el sector femenino.

La austeridad ha tenido un impacto "grave y desproporcionado en las mujeres", con elementos que desgastan como el desempleo, las reducciones de ayudas sociales como el cuidado de dependientes, la congelación de los salarios, la transformación del trabajo a tiempo completo a puestos a tiempo parcial... Males generalizados en la población pero más hondos en el caso de las mujeres.

Cita ejemplos claros: la brecha salarial sigue siendo del 17,8%, por encima de la media europea, apenas un 18,2% de las mujeres ocupa puestos de dirección en las empresas y España no ha ratificado el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre trabajadores domésticos, un campo abrumadoramente copado por mujeres. El mundo rural y las jornaleras también lo pagan.

¿Qué debe hacer España para tapar este agujero en sus políticas? El informe aboga por una mayor sensibilidad en la mirada, por realizar análisis específicos sobre cómo la crisis afecta a la mujer, por priorizar "medidas de apoyo a la igualdad" en los sectores público y privado, por asegurarse de la "redistribución interna" de los recursos a la hora de buscar salidas laborales para todos, ampliar las inversiones sociales y la protección social y "dar prioridad" a las mujeres en situación vulnerable.

Menos instrumentos de lucha

La ONU le afea a España la eliminación del Ministerio de la Mujer -creado por José Luis Rodríguez Zapatero- y del Instituto de la Mujer, ahora con más cargas competenciales que difuminan su objetivo. Esta reestructuración, afirman sus expertos, "ha afectado a la capacidad del Estado" para "garantizar el desarrollo y aplicación efectiva" de las políticas de mujer y puede además "diluir ese enfoque" como eje transversal en las decisiones del Gobierno.

Las carencias en la estructura "de género" en el plano nacional afecta a las comunidades autónomas, pues la coordinación es menor y se pierde el empuje de una estrategia común. La cooperación con ONG y otros organismos civiles es "limitada", igualmente. El resultado es una falta de apuestas "globales".

Por eso se exigen más recursos, más fondos materiales, técnicos y en personal e, incluso, la recuperación del ministerio, "un mecanismo de alto nivel capaz de iniciar, coordinar y ejecutar" las políticas de mujer. A ello deben sumarse medidas temporales y excepcionales claras que ayuden a superar la brecha con los hombres, como cuotas legales de discriminación positiva durante el tiempo que sean necesarias para generar un cambio en la sociedad.

Los estereotipos ganan a la educación

El Comité es demoledor cuando le recuerda al Gobierno la "persistencia de actitudes y estereotipos sobre los roles y responsabilidades de mujeres y hombres en la familia y en la sociedad, tradicionalmente arraigados". Le avisa de que esa distorsión es la base de una violencia doméstica posterior. Está por todos lados, denuncia: en la "insuficiencia" de las representaciones de mujeres en los medios o en los puestos de poder (político, social, económico...), en la publicidad e incluso en los libros de texto. Y más grande es el agujero cuando a "mujer" se le añaden apellidos como "inmigrante", "discapacitada", "gitana"...

La LOMCE ha eliminado la asignatura de Educación para la Ciudadanía y, con ella, ha dejado que los "valores éticos" estén al alcance sólo de aquellos alumnos que no cursen una asignatura de religión, relegando una formación que debería ser clave. Hoy no hay, destaca igualmente, una enseñanza obligatoria seria que incluya materias relacionadas con la salud, los derechos sexuales y los reproductivos.

Preocupa que las mujeres y las niñas sigan eligiendo campos dominados tradicionalmente como femeninos: sólo el 26,4% de los alumnos matriculados en Ingeniería y Arquitectura son mujeres, por ejemplo. Permanecen "subrepresentadas" en carreras técnicas.

La ONU insta a España a aplicar un plan integral contra los estereotipos, que se fundamente en programas educativos claros y específicos, revisando los programas y los libros de texto, y apuntalando ese trabajo con más campañas de sensibilización, que entiende insuficientes ahora. También reclama "medidas innovadoras" para mejorar la imagen de la mujer en la sociedad. Esto es: se hace poco y se hace lo de siempre.

El limbo de la violencia doméstica y sexual

Para la ONU, es de aplaudir que se impulsasen normas específicas contra los malos tratos, pero de nuevo censura que se haya estancado esa pelea. Dice el comité que está "alarmado" por "la prevalencia de la violencia contra las mujeres, incluida la violencia sexual", y su efecto en los menores, con 20 niños asesinados entre 2008 y 2014 por sus padres, maltratadores sobre los que había ya sospechas o incluso denuncias y que, aún así, mantenían el régimen de visitas.

Habla directamente de "deterioro" de los servicios de asistencia a maltratadas, de leyes que no se han refrescado, de la falta de formación de los jueces y funcionarios para aplicar con cautela las medidas de alejamiento y de custodia; exige que se vele sobre todo por los derechos de visita a los menores sin supervisión independiente, muy frecuentes incluso cuando los padres tienen antecedentes por violencia. Pide a España que anime más a las mujeres maltratadas a denunciar ¡y que mejore hasta sus estadísticas -la falta de datos fiables es una rutina en el informe-.

El II Plan Integral de Lucha contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual 2015-2018, en particular, está aún en fase de revisión, cuando hace más de dos años que finalizó el primer plan. Por ello le pide que acelere todo el protocolo de protección ante la "prevalencia de la trata" de mujeres y niñas. "También preocupa la definición limitada de proxenetismo", que llega a complicar incluso el procesamiento de los culpables. Sobre la prostitución, abunda, hace falta igualmente un "enfoque integral" y no meramente policial.

No al aborto tutelado de las menores

En cuestiones de salud, la ONU sobre todo reprocha a España dos actuaciones: su negativa a atender de forma universal a los inmigrantes, incluyendo claro está a las mujeres y su salud sexual y reproductiva, y su reforma de la Ley del Aborto. Sobre esta última, le pide al Gobierno que no adopte la decisión de que las niñas de entre 16 y 18 años tengan que necesitar el consentimiento de los padres para abortar, ya que le "preocupa" por las repercusiones que puede tener un límite así en la salud de las menores.

Falta de información

Otro dato "preocupante" es que las mujeres españolas, y en especial las de zonas rurales y las emigradas, "no son conscientes" de sus derechos y "carecen de la información necesaria" para poder reclamarlos. La ONU constata que en España hay leyes proteccionistas y se han ratificado convenios internacionales, pero no llegan a la población; al desconocerlos, no reclama ciertas defensas que le corresponden. Hay que divulgar más y "aumentar la conciencia" de las mujeres de sus derechos, además de "educar y formar" de forma periódica a los funcionarios que han de velar por el cumplimiento de esos derechos.

Las mujeres también deben reinar


200.000 casos de cáncer de endometrio evitados en una década gracias a los anticonceptivos

Mucho se ha hablado de los riesgos de los anticonceptivos orales, como la mayor tendencia a la trombosis o a sufrir un ictus, pero este fármaco también tiene su cara amable en el terreno de la prevención. Según los datos de un estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet Oncology, el consumo de la píldora, incluso durante unos pocos años, ofrece una protección importante frente al cáncer de endometrio, un tumor que se da con más frecuencia a edades avanzadas.

Desde su aprobación, a comienzos de 1960, aproximadamente unos 400 millones de mujeres de países desarrollados han utilizando anticonceptivos, con frecuencia durante periodos prolongados durante su juventud. A pesar de su aceptación, este fármaco ha levantado mucha controversia, a nivel religioso y médico. Su vinculación con efectos negativos en la mujer (problemas cardiovasculares, mayor riesgo de cáncer de mama o de cuello de útero), ha generado voces en contra de su uso. Sin embargo, los estudios científicos también evidencia algunos beneficios que quizás no han sido evaluados tan profundamente.

De hecho, hace años que se conocía el efecto protector del medicamento sobre el cáncer de endometrio, sin embargo, no se había contabilizado hasta la fecha los tumores que su consumo podía evitar a largo plazo. La investigación, realizada por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido), ha analizado los datos de 27.276 mujeres con cáncer de endometrio obtenidos a partir de 36 estudios realizados en diferentes países de Europa, Australia, Asia, Sudáfrica o Norteamérica.

El análisis ha revelado que en los últimos 50 años se han prevenido alrededor de 400.000 tumores de endometrio, de los que 200.000 se han evitado en la última década.

«El fuerte efecto protector de los anticonceptivos frente al cáncer de endometrio -que persiste décadas después de haber dejado la píldora- significa que mujeres que los utilizaron en su veintena o incluso antes continúan beneficiándose a los 50 o más años, cuando este cáncer es más frecuente», explica en un comunicado la principal investigadora del estudio, la profesora Valerie Beral, de la Universidad de Oxford.

Los resultados muestran que por cada cinco años que se toma la píldora, el riesgo de este cáncer se reduce un 25%. En países desarrollados, el consumo de anticonceptivos durante 10 años reduce el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio antes de los 75 años de 2,3 a 1,3 casos por 100 mujeres usuarias.

No obstante, tal y como indica un editorial publicado en la misma revista, habría que valorar si las diferentes formulaciones que han ido comercializándose protegen de la misma manera que las dosis que antes se administraban, que son las evaluadas por este trabajo. «Las mujeres necesitan ser conscientes de los beneficios y riesgos de los anticonceptivos para poder tomar decisiones informadas».