martes, 25 de octubre de 2016
Crean óvulos fertilizables en laboratorio por primera vez
Investigadores japoneses producen óvulos de ratón
completamente funcionales a partir de células madre.
Un grupo de investigadores japoneses ha logrado
producir óvulos de ratón completamente funcionales a partir de células madre
pluripotentes. El trabajo, que se publica hoy en la revista Nature, explica
cómo crearon esos óvulos a partir de células extraídas de embriones y de la
punta de la cola de los animales.
Después, el equipo, liderado por Katsuhiko Hayashi,
de la Universidad de Kyushu, sometieron a los óvulos cultivados en el laboratorio
a fecundación in vitro y los insertaron en hembras de ratón para su gestación.
Pese a que el proceso tiene un porcentaje de éxito pequeño, algunos de esos
embarazos produjeron crías fértiles que después tuvieron sus propias crías.
Aunque el resultado podría hacer pensar en la
posibilidad de crear óvulos a partir de células madre de personas que no los
pueden producir, como por ejemplo una pareja estéril o de dos hombres, la
aplicación clínica de estos resultados aún es lejana. “El interés de este resultado
es que demuestra que las células pluripotentes pueden dar lugar a cualquier
tipo celular”, explica Anna Veiga, directora del Banco de Líneas Celulares del
Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona. “Sirve sobre todo para entender
cuáles son las etapas de formación de los gametos femeninos [los óvulos], un
proceso de una complejidad enorme”, añade.
Los óvulos son el único tipo de célula totipotente,
con la habilidad para dividirse y producir todos los distintos tipos de células
de un organismo, pero aún no se entiende bien cómo lo logran. Este sistema de
cultivo de óvulos ayudará a comprender los mecanismos moleculares que llevan a
los ovocitos a tener sus peculiares capacidades.
Sobre el camino hasta la aplicación clínica de estas
técnicas, algunos investigadores ya han señalado varias dificultades. Los
propios autores realizaron pruebas que muestran que el desarrollo de los óvulos
in vitro daba lugar a más anormalidades que el proceso natural. Martin Johnson,
profesor de la Universidad de Cambridge, apuntaba al Science Media Center de
Londres que “las pautas de expresión genética de la mayoría de los óvulos
maduros creados in vitro mostraban diferencias significativas” con óvulos
“normales”. Este tipo de problemas hace que pocos embriones formados a partir
de los óvulos cultivados llegasen a desarrollarse adecuadamente.
Además, para trasladar este tipo de investigación a
humanos, habría que superar algunos problemas éticos. Los autores del trabajo
que hoy se publica en Nature tuvieron que crear ovarios artificales en los que
hacer crecer los óvulos a partir de las células germinales generadas con
células madre. En esos ovarios era necesaria la presencia de un tipo de
células, que permiten el crecimiento de los óvulos, extraídas de embriones y
que por el momento no saben producir en el laboratorio. Esto supondría un
obstáculo ético importante en un hipotético traslado a la clínica y a humanos
de la técnica presentada hoy.
“Si al final se fuese capaz de generar ovocitos
funcionales que sean fecundables y nos podamos asegurar de que den lugar a
individuos sin ningún tipo de problema, se podría utilizar para generar
ovocitos que ayuden a solucionar algunos tipos de infertilidad producidos por
un fallo en la producción de estos ovocitos o por una menopausia precoz”,
plantea Veiga. Una vez más, para adquirir este tipo de conocimiento que
garantice la seguridad del proceso, sería necesario crear y destruir embriones,
algo ilegal en países como España.
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