miércoles, 8 de junio de 2016
La educación sexual es mucho más que hablar de preservativos
Los expertos dicen que es una de las claves para
solucionar el problema de la violencia machista.
La educación sexual que se imparte en los colegios e
institutos sigue estando basada en lo biológico y en lo que no se debe hacer,
pero es mucho más que hablar de preservativos, es también enseñar igualdad,
buen trato y respeto en las relaciones.
Cuando el psicólogo y sexólogo Daniel Santacruz da
charlas en institutos se sorprende de que los jóvenes sepan cosas como lo que
es una episiotomía, pero "no saben negociar con su pareja" o
"identificar si los está controlando", según cuenta.
Aún se sigue conservando el concepto de educación
sexual "heredado de la Iglesia Católica", explica Santacruz.
Es decir, que se habla de sexo cuando se llega a la
adolescencia y se vuelve "urgente", y se entiende como algo
"genital y muy patriarcal".
Partimos de la idea equivocada de que cuando los
chicos y las chicas empiezan a ser adultos y sus cuerpos cambian es el momento
del "te voy a contar lo que no se puede hacer y sus consecuencias
negativas", en unas nociones basadas en los peligros.
Sin embargo, la educación sexual es una de las claves
para lograr una sociedad más igualitaria y solucionar el grave y urgente
problema de la violencia machista, y así figura en la Ley de Medidas de
Protección Integral contra la Violencia de Género de 2008.
Además, según la experiencia en otros países, con una
educación sexual potente se reducen las interrupciones voluntarias del embarazo
y las enfermedades de transmisión sexual.
Santacruz es técnico en la sección autonómica de
Madrid de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE), una ONG que
trabaja actualmente en una campaña de sensibilización para que se vuelva a
introducir la educación sexual en las políticas educativas y sociales.
Atiende como voluntario en el Centro Joven de
Anticoncepción y Sexualidad (CJAS) de Madrid que da información gratuita a
menores de 29 años sobre estos y muchos otros temas.
"Te encuentras cada historia...", asegura
que atienden llamadas y correos de chicos y chicas que comentan casos, por
ejemplo, de jóvenes que preguntan si pueden estar embarazadas por haber visto
semen en una taza de váter.
"Y piensas que si no tienen claro ni lo básico,
¡cómo no van a estar embarcándose en relaciones de maltrato o poco
igualitarias!", advierte Santacruz.
Gemma Castro, psicóloga y coordinadora del CJAS,
asegura que vamos a peor y que "se está acentuando cada vez más el rol de
hombre y mujer tradicional".
Cuando hacen intervenciones tanto en el centro como
en institutos y colegios, lo que se encuentran es "desconocimiento, muchas
dudas y mucha información contradictoria".
Y parte de esa desinformación proviene de Internet.
"Cuando metes en Internet: "no me baja la regla desde hace dos
meses", te encuentras desde que estás embarazada hasta que te han abducido
los extraterrestres", cuenta Santacruz.
"Tenemos que aprender a discriminar bien las
fuentes de información de Internet", plantea como solución Castro.
Pero no en todos los colegios esta educación es así.
Carlos Pérez es profesor del IES Rey Pelayo en Cangas
de Onís (Asturias) y en su centro y en el IES Padre Feijóo de Gijón llevan
varios años desarrollando el programa 'Por los buenos tratos' de la ONG
Acciónenred.
"Es un trabajo de tres meses con el alumnado, en
los que hacemos a los adolescentes protagonistas de algún proceso que acaba en
un trabajo audiovisual común", explica este docente.
Este año, los alumnos de 2º de la ESO, de unos 13
años, han compuesto una canción en conjunto con un grupo local, después de
realizar talleres sobre igualdad, sexualidad y el amor en pareja.
Los han realizado en las horas de Lengua y Literatura
y en tutorías, porque desde que entró en vigor la Lomce, desapareció la
asignatura de Educación para la Ciudadanía, que incluía la educación sexual en
su programa.
La nueva reforma educativa sí que habla de la
igualdad de género como una enseñanza transversal, pero no estipula horas
específicas.
No es cuestión de dogmatizar a los menores, como
explica Pérez, sino de enseñarles que "las relaciones son muy diversas y
plurales" y que tienen que imperar una serie de valores positivos que
deben estar presentes en cualquier relación interpersonal.
En los diez años que llevan hablando de sexo y amor a
los alumnos no se han encontrado con críticas de los padres porque han
comprendido que tratan el tema de la sexualidad "desde la
diversidad".
"Si queremos luchar contra la violencia de
género y hemos dado el paso de considerarlo como algo público, tenemos que entender
que la sexualidad también forma parte de este proceso", explica el
profesor.
Etiquetas:
educación sexual,
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