miércoles, 1 de junio de 2016
Así cambia el sexo según la edad
El sexo nos acompaña desde que nacemos, aunque se
vive de forma distinta en cada etapa de nuestra vida
El sexo se vive de forma distinta en cada etapa de
nuestra vida.
El sexo es uno de los aspectos más importantes para
la vida de cualquier persona, hasta el punto que nos acompaña en la mayor parte
de nuestra existencia. Aunque hubo épocas pasadas en las que erróneamente se
identificaba la actividad sexual como algo propio de la juventud, hoy en día
está ya plenamente asumido que el sexo nos acompaña constantemente como un
reflejo de nuestro pulso vital. Sin embargo, la forma como la sexualidad
influye en nosotros cambia según el momento de nuestra vida en el que nos
encontremos. De esta manera, cuando nosotros cambiamos también lo hace la forma
en la que nos relacionamos con el sexo.
Resulta difícil y arriesgado intentar encajar las
etapas de nuestra vida sexual en un patrón fijo, como si todos pasáramos por
las mismas circunstancias. En realidad, el abanico de experiencias que puede
vivir cualquier persona es múltiple y variado. Sin embargo, vamos a intentar
exponer las etapas sexuales que suelen ser comunes en la mayoría de ciudadanos
en función de cuál sea su edad.
INFANCIA
Aunque muchos consideran este periodo como asexuado,
lo cierto es que en esta etapa la sexualidad ya juega un papel importante. Así,
desde pequeños los niños quieren descubrir las diferencias físicas entre los
sexos. Se explora el propio cuerpo y se siente una gran curiosidad por saber
cómo es el de los demás. Ya desde muy pequeños a los niños les gusta mirar
(voyerismo) y mostrarse en público (exhibicionismo), se inician los primeros juegos
sexuales, aunque sean de carácter tan inocente como jugar a médicos y
enfermeras.
Etapas sexo
También durante la infancia es habitual que en muchos
niños se despierte un interés que les lleve a realizar actividades auto
exploratorias y auto estimulatorias. Es frecuente que se toquen los genitales
por curiosidad y porque, al hacerlo, experimentan placer. A medida que se van
haciendo mayores, estas conductas sexuales se hacen menos espontáneas y pasan
más desapercibidas para los mayores, aunque eso no implica que no estén
presentes. Esto es así porque en esta fase aparecen las primeras prohibiciones
relativas a lo corporal, por lo que la sexualidad se vive de forma menos
evidente.
ADOLESCENCIA
En esta etapa las hormonas provocan un auténtico despertar
sexual. Todo lo relacionado con el sexo cobra una gran importancia, hasta el
punto que llega a centrar la mayor parte de los pensamientos y de las
conversaciones con los amigos. Es en la adolescencia cuando la libido se
dispara, aunque cada joven vive este proceso de una forma distinta y a su
ritmo. Las diferencias también son evidentes en función de si son chicos o
chicas.
Etapas sexo
En una primera fase, la masturbación se convierte en
la principal actividad sexual de los adolescentes, algo que les sirve para
conocer mejor su propio cuerpo y para liberar tensiones. Posteriormente,
mientras algunos de estos adolescentes se lo toman con calma y se detienen en
las etapas previas al coito, otros se saltan muchos de los pasos previos y
descubren directamente las relaciones sexuales.
En esta etapa son muchos los que siente una auténtica
obsesión por perder la virginidad. Para estos, tener relaciones sexuales
equivale a quitarse un peso de encima. Ello puede provocar que se llegue al
coito sin que esta circunstancia sea un acto libre, maduro y responsable. Otra
característica del sexo en esta etapa es que los jóvenes no tienen el
suficiente grado de madurez para valorar las consecuencias de sus actos, tanto
por ejemplo desde el punto de vista de embarazos no deseados o enfermedades de
transmisión sexual como al impacto emocional de sus acciones. En esta etapa, el
descubrimiento del sexo puede ser una enorme fuente de placer y satisfacción,
pero también de conflictos.
JUVENTUD
Entramos en la fase de plenitud sexual, una etapa en
la que para muchos el sexo se vive o se intenta vivir de forma desenfrenada. En
ocasiones, hasta de manera inconsciente. El deseo es alto y se intenta
satisfacerlo de forma impulsiva e inmediata, sobre todo en el caso de los
chicos. Importa sobre todo el aspecto cuantitativo, mientras que el cualitativa
queda relegado a un segundo plano. En este periodo, lo más importante es hacer
el amor todas las veces que sea posible, sobre todo porque a esta edad son
muchos los que creen de forma equivocada que cuando lleguen a los 60 años
dejarán de tener sexo.
Etapas sexo
Antes o después, no obstante, el proceso de
maduración hace que el interés de los jóvenes vaya cambiando. Por ello, es
habitual que en algún momento se empiecen a interesar más por los aspectos
emocionales y afectivos de una relación. Entonces, el conseguir pareja se
convierte en el objetivo primordial.
Al inicio de esta etapa el desconocimiento y la
inexperiencia todavía dominan las relaciones sexuales, en ocasiones porque los
jóvenes todavía sienten apuro de decir a su pareja lo que realmente desean. Por
otra parte, cabe señalar que en esta etapa la masturbación continúa estando muy
presente.
EDAD ADULTA
La entrada en esta fase es distinta en función de
cada persona. En algunos casos, la llegada del primer hijo es la que marca el
pase a este nuevo periodo, en el que la sexualidad pasa a vivirse de una forma
totalmente diferente. Las pasiones desenfrenadas juveniles quedan atrás y la
sexualidad se vive de forma más profunda e intensa, dejando atrás pudores,
vergüenzas o tabúes de épocas pasadas.
Etapas sexo
Cabe señalar, sin embargo, que también en esta etapa
surgen miedos y ansiedades, fruto del progresivo declive físico propio de la
edad. Algo que se puede traducir, por ejemplo, en los temidos 'gatillazos' en
el caso de ellos. Y es que en el caso de los hombres, esta puede ser una fase
algo confusa, sobre todo porque desde el punto de vista biológico algunas
capacidades sexuales se ven algo mermadas. Los especialistas apuntan, en cambio,
que las mujeres experimentan en esta etapa el mayor pico de deseo sexual. Tras
años de experiencia han aprendido a disfrutar, conocen perfectamente su cuerpo,
saben qué les gusta y qué no, algo que favorece su curiosidad por la
sexualidad.
MADUREZ
En esta etapa se suele dar una disminución de la
frecuencia de las relaciones sexuales. Sin embargo, esto ocurre no porque
desaparezca el interés por el sexo o disminuya el deseo, sino más bien por el
tedio, la rutina y el acomodamiento tras años con la misma pareja. De hecho,
entre los 45 y los 55 años es cuando se registran más casos de infidelidad,
según apuntan varios estudios. Por otra parte, estos suelen ser años dedicados
a la crianza de los hijos y, por tanto, periodos de cansancio, escaso tiempo libre
y cierta pereza sexual.
Etapas sexo
Además, en el caso de los hombres el progresivo
declive físico puede suponer un incremento de los miedos e inseguridades. En
ellas, la llegada de la menopausia no se relaciona con una pérdida del apetito
sexual, aunque cada mujer vive esta etapa de una forma distinta. Así, dejar de
ser fértil puede vivirse de muchas formas distintas. Para algunas significa una
liberación y la posibilidad de disfrutar del sexo sin el ´miedo´ de quedarse
embarazada; para otras, en cambio, puede ser un amargo recordatorio del paso
inexorable del tiempo. Además, los cambios físicos que provoca la llegada de la
menopausia (más kilos, retención de líquidos) pueden hacer disminuir la
autoestima.
En esta etapa, los grandes enemigos del sexo pueden
ser también la llegada de algunas enfermedades como la diabetes, hipertensión,
obesidad, colesterol..., que pueden causar un descenso de la libido y del
rendimiento físico. También el consumo de determinados medicamentos pueden
tener estos mismos efectos no deseados. Pese a ello, la experiencia acumulada
durante los años provoca un mayor conocimiento del propio cuerpo, de lo que da
placer y de lo que se desea. Por otra parte, al desvincular el sexo de la
reproducción, la sexualidad se puede vivir de forma más libre. Algo a lo que
también puede ayudar el abandono del hogar por parte de los hijos,
circunstancia que devuelve de nuevo por completo el protagonismo a la pareja.
TERCERA EDAD
El sexo no se acaba a los 60 o a los 70 años, pese a
que por algunos tabús y prejuicios sociales muchas personas -especialmente los
más jóvenes- sigan considerándolo así todavía hoy en día. Al contrario, llegada
esta edad el interés sexual se mantiene igual que en otras etapas de nuestra
vida, aunque en la mayoría de personas se manifieste de forma diferente.
Múltiples investigaciones y estudios han puesto de manifiesto los beneficios
que la práctica sexual aporta a la salud de las personas de la tercera edad.
Etapas sexo
En esta etapa el sexo se puede vivir con la misma
intensidad que en la juventud, aunque es cierto que teniendo en cuenta aspectos
como el propio envejecimiento y la pérdida de facultades físicas, es probable
que en esta edad la sexualidad se encamine hacia un tipo de relaciones más
afectivas con las emociones, el cariño, las caricias, los besos, la compañía...
Además de las limitaciones físicas, en esta etapa de
la vida surgen otros inconvenientes como la falta de pareja, la dificultad para
encontrar privacidad, la presencia de enfermedades y toma de medicamentos que
disminuyen las facultades sexuales.
En cualquier caso, en esta etapa, si se
goza de buena salud, la sexualidad se puede vivir de forma igual de plena que
en las etapas anteriores.
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