miércoles, 17 de febrero de 2016
Sanidad y la Sociedad Española de Ginecología acuerdan un protocolo de seguimiento en relación al virus zika
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad y los servicios de salud de las Comunidades Autónomas han acordado un
protocolo de seguimiento en relación al virus zika en el embarazo con la
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). El objetivo es
estandarizar las recomendaciones y el tratamiento a las mujeres embarazadas con
sospecha o diagnóstico confirmado del virus. El protocolo ha sido aprobado por
la Comisión de Salud Pública.
En el documento se pone de manifiesto, en primer
lugar, que no existe evidencia que sugiera que las gestantes sean una población
más susceptible de adquirir la infección del virus zika, o de que éste se
manifieste con más virulencia durante la gestación. Sin embargo, las
embarazadas y las mujeres con intención de quedarse embarazadas constituyen el
principal grupo de riesgo en relación con este virus, dado el incremento
observado de casos de microcefalia y otras malformaciones en recién nacidos de
mujeres que han estado infectadas, que sugiere una posible asociación que está
siendo investigada.
Para las mujeres gestantes que presenten sintomatología
compatible con el virus zika tras haber visitado zonas con transmisión, el
protocolo establece que se les tomarán muestras de orina y de sangre para
descartar la presencia del virus zika mediante PCR o serología y neutralización
de anticuerpos. Además, en aquellas pacientes con síntomas procedentes de zonas
endémicas para dengue o chikungunya, se debería descartar también la infección
por estos virus.
Del mismo modo, la presencia de hallazgos ecográficos
de microcefalia y/o calcificaciones intracraneales en el feto de una mujer con
antecedente de haber estado en una zona con transmisión indica también la
necesidad de realizar estudios para descartar el virus. En el caso de gestantes
asintomáticas procedentes de zonas con transmisión, y en ausencia de estas
malformaciones, no estaría indicado descartar la presencia de infección.
En el caso de las embarazadas con datos de laboratorio
que confirmen la presencia del virus zika, se realizarán ecografías seriadas
para controlar el crecimiento y, sobre todo, la morfología fetal cada dos
semanas, siendo imprescindible el concurso de obstetras avanzados en el diagnóstico
ecográfico prenatal y en la sospecha diagnóstica de infección fetal.
Ante un recién nacido con evidencia de infección
materna del virus zika, el protocolo recomienda llevar a cabo la serología y
neutralización en sangre de cordón, examen histopatológico de la placenta y
cordón umbilical y PCR del virus en tejido placentario congelado y cordón
umbilical.
Por último, en el protocolo se mantienen las
recomendaciones para este grupo de mujeres para que pospongan sus viajes a áreas
con transmisión del virus zika si no son esenciales. En caso de que no sea
posible, deben extremar las medidas de precaución para evitar picaduras de
mosquitos usando los repelentes indicados, ropas que cubran la piel y
mosquiteras.
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