domingo, 7 de febrero de 2016
La conciliación a debate
Conciliar vida laboral y familiar
Somos muchas las personas y organizaciones que
estamos demandando desde hace tiempo medidas concretas para eliminar las
múltiples discriminaciones que sufre las mujeres, en especial cuando son
madres. En este comienzo de año, la conciliación está siendo tema de debate de
manera masiva, tanto en la prensa como en las redes sociales. De pronto, parece
que es un tema nuevo, que hay que posicionarse sobre determinadas actuaciones
como si fuera una cuestión sobre la que no se ha hablado, como si no hubiéramos
manifestado muchas veces nuestra postura al respecto.
La masiva incorporación de las mujeres al empleo, que
se produjo en las últimas décadas del siglo XX, agravó una realidad que muchas
familias, mejor dicho, muchas mujeres vivían: la necesidad de compatibilizar la
vida laboral y personal, por ello muchas personas y organizaciones llevamos
mucho tiempo reivindicando medidas para lograrlo. La idea de que son necesarias
medidas de conciliación es general, pero no existe acuerdo en qué tipo de
medidas hay que poner en marcha para conseguir dichos fines y los objetivos que
se pretenden conseguir.
Los cambios que se han producido en las últimas
décadas son tan importantes en lo relativo al empleo de las mujeres que,
indudablemente, nadie considera ya que puedan volver a su papel tradicional de
ser casi en exclusiva madres, esposas o hijas. No obstante, para algunos
colectivos es importante que las mujeres tengan una carrera profesional, pero
sin desprenderse totalmente del papel que la sociedad patriarcal les ha
impuesto tradicionalmente. Piensan que las mujeres están más preparadas para
cuidar, en especial de hijas e hijos, y por tanto consideran natural que sean
ellas quienes se ocupen de su cuidado los primeros años, aunque para ello
tengan que dejar un tiempo el trabajo remunerado, ya sea reduciendo la jornada
o dejando temporalmente el empleo.
Otras personas y grupos buscamos, por el contrario,
cambios que de una vez por todas eliminen los mandatos de género que tanto
condicionan la vida de las personas, en especial de las mujeres. Quienes
pensamos que la biología no es determinante para cuidar de hijas, hijos y
personas dependientes, que los condicionantes de género son construcciones
sociales que el patriarcado ha impuesto a las mujeres para someterlas y
limitarlas, consideramos que mujeres y hombres deben corresponsabilizarse de
los trabajos de cuidado y tener las mismas oportunidades en lo que al trabajo
remunerado se refiere. La corresponsabilidad en los cuidados es el mejor camino
para lograrlo.
El trabajo remunerado está organizado de tal manera
que resulta complicado, a veces imposible, desarrollar una carrera profesional
y atender de forma adecuada a la familia. Los largos horarios, las jornadas partidas,
etc., complican esta tarea. Pero, ¿por qué este problema lo tienen sólo las
mujeres? ¿Por qué los hombres siguen sin “enterarse” de esta realidad? La
respuesta a estas preguntas es diferente en función de la idea que se tenga de
la maternidad/paternidad y del rol social de las personas en función de su
género.
Las personas que, como hemos señalado, piensan que la
biología es determinante, abogan por unas medidas de conciliación que facilite
a las mujeres compatibilizar la maternidad con el empleo, por lo que exigen,
entre otras medidas, permisos de maternidad más largos. Quienes consideramos
que hay que eliminar los condicionantes de género, vemos urgente que los
permisos de paternidad sean iguales a los de maternidad, para así eliminar los
roles que tanto condicionan y avanzar hacia una sociedad justa y más
igualitaria. Son dos planteamientos diferentes pero no por ello debemos dejar
de buscar puntos de acuerdo y trabajar reforzando los puntos que seguro nos
unen: que mujeres y hombres tengamos las mismas oportunidades y que las mujeres
no sean discriminas al ser madres.
Hablar de conciliación es necesario pero no es
suficiente, porque es imprescindible y urgente que los hombres se
corresponsabilicen de los cuidados, ya que conciliar ha sido y sigue siendo
“cosa de mujeres”. Mientras esto no suceda las mujeres serán vistas como “menos
disponibles” para el empleo. Hemos argumentado en muchas ocasiones que la
maternidad es un hándicap para la carrera profesional de las mujeres, que la
maternidad discrimina y que nada mejor que aumentar los permisos de paternidad
para que los padres, desde que nace una criatura, se comprometan en las tareas
de cuidado.
Comenzamos una nueva legislatura, durante la campaña
electoral se han hecho muchas promesas en los temas que aquí planteamos, ahora
debemos exigir que se cumpla lo que se ha prometido.
Etiquetas:
igualdad,
maternidad,
paternidad
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