miércoles, 1 de marzo de 2017
La revolución de la normalidad para derrocar los mitos sobre la transexualidad
Hombres y mujeres trans reclaman una mayor presencia
en la sociedad, lejos de los prejucios y los estigmas que han acompañado a este
colectivo durante años.
Años de desprecio e invisibilidad, de prejuicios y de
estigmatizar a un colectivo olvidado que ocupaba, junto con las personas
intersexuales, el último asiento del movimiento LGTBI. Con esfuerzo y lucha,
las personas transexuales han logrado colar su voz en las agendas políticas y
mediáticas, consiguiendo, poco a poco, derrocar los mitos construidos a su
alrededor.
Así lo demuestran las distintas leyes que se han
aprobado en los últimos años relativas a la transexualidad. En este sentido,
Andalucía ya cuenta con una que la despatologiza. También Madrid aprobó en
noviembre una similar y la Comunitat Valenciana trabaja en otra. Sin embargo,
para los colectivos trans no es suficiente y piden una ley estatal.
"Estamos en una situación de desigualdad
territorial. Una persona trans en Extremadura está desamparada frente a otra en
Andalucía", argumenta Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma por los
Derechos Trans. Por ello, reclaman una ley que aborde todo: desde las
cuestiones laborales a las sanitarias, pasando por el caso de los niños trans y
su situación de discriminación.
"Vivimos en una situación de desigualdad
territorial"
"Es normal que colectivos tan marginados y
olvidados quieran hablar de todo y tratarlo todo una vez que por fin han
conseguido ser escuchados. Sin embargo, yo creo que este tipo de leyes deberían
ser más breves, centrándose en los derechos básicos: educación, sanidad, mundo
laboral… Las leyes demasiado extensas son muy difíciles de cumplir punto por
punto”, argumenta en conversación telefónica con Público Beatriz Gimeno,
activista por los derechos LGTBI y miembro de Podemos, que ha participado en la
redacción de la ley en Madrid.
El camino hacia la normalización
“Somos un colectivo muy discriminado, por lo que es
importante mostrar una imagen positiva de las personas transexuales, real. Ya
no cabe la imagen de la mujer transexual dedicada al trabajo sexual o a los
shows nocturnos... Hay algo más, ahora tienes la experiencia de mujeres
transexuales que pueden ser abogadas, arquitectas. Hay un amplio abanico”,
explica a Público Niurka, activista, coordinadora de la asociación Cogam y
mujer transexual.
Efectivamente, cada vez hay más ejemplos de hombres y
mujeres transexuales que ocupan puestos muy diversos en la sociedad. Como Antía
Fernández, jugadora de voleibol, la actriz Antonia San Juan o Carla Antonelli,
activista y diputada por el PSOE en la Asamblea de Madrid. "Hemos
construido el imaginario de que las mujeres trans sólo pueden dedicarse al
trabajo sexual o que tienen un aspecto físico determinado. Esto hay que
romperlo porque cala en las mujeres trans y no llegan a creer que puedan ser
mujeres como cualquier otra, con vidas y trabajos diversos. Estamos
acostumbradas a una imagen determinada", cuenta Niurka.
"Hemos construido el imaginario de que las
mujeres trans solo pueden dedicarse al trabajo sexual"
También la serie Transparent, de Amazon, viene a
romper con los tópicos en torno a este colectivo. Con humor y mucha pedagogía,
la historia de esta familia pone al espectador en la piel de Maura, que tras
años de esconderse decide vivir de acuerdo a su identidad. La serie muestra
situaciones del día a día, como los problemas que surgen a la hora de ir a un
baño público, separado para hombres o mujeres.
“Estamos viviendo una gran revolución en la
visibilidad y en la presencia de personas trans en medios de comunicación, en
las pasarelas de moda, etc. Además, se está destruyendo la imagen de que las
personas transexuales sólo son adultas, también hay niños. Sin embargo, aún
queda mucha pedagogía por hacer”, explica Mar Cambrollé.
"No hagamos de nuestra identidad algo triste
como si fuéramos víctimas"
Gran parte de esta educación pasa por el
empoderamiento de las mujeres y hombres transexuales. Se trata de romper con el
relato tradicional y tener una voz propia. "Consiste en que no te traten
como un objeto de fantasía sexual y que tú misma no te sientas un objeto para
complacer a los hombres. Que en cualquier momento tengas la firmeza de que si
alguien te quiere conocer, decirle me conoces en un lugar público. Aprendes a
no victimizarte, a darte cuenta de que eres una mujer más en la sociedad. No
hagamos de nuestra identidad algo triste, algo inferior, como si fuéramos
víctimas. Agarremos nuestra identidad porque nos ha costado muchas lágrimas,
alejamientos con la familia…No podemos permitir que esta identidad tan valiosa
no sea valorada ni siquiera por nosotras mismas", explica Niurka.
Deconstruyendo la transexualidad
Hablar de cambio de sexo, decir que antes era un
hombre o una mujer, creer que las personas trans son sólo aquellas que han realizado
la reasignación genital… Son todavía muchos los mitos que rodean al mundo
trans. “El relato de la prostitución y la marginalidad sigue muy extendido,
pero yo creo que la idea más arraigada es que son mujeres en cuerpos de hombres,
o viceversa”, comenta Gimeno.
- Orientación e identidad sexual, ¿son lo mismo? Otro
de los mitos que aún persisten es el que confunde orientación sexual con
identidad sexual. Todavía hoy se piensa que mujeres y hombres transexuales
llevan a cabo la reasignación genital para adecuarse a su orientación sexual.
“Mucha gente me pregunta si soy homosexual, porque creen que las personas
transexuales somos también homosexuales y que va ligado. Y no. Yo les digo: yo
soy una mujer”, cuenta Niurka.
- De la disforia a la euforia de género. El aspecto
sanitario es otro de los puntos calientes que envuelven la transexualidad.
Oficial y extraoficialmente se habla de disforia de género. La disforia hace
referencia a un transtorno de la identidad sexual, es decir, una discordancia
entre el sexo asignado al nacer, con el que las personas transexuales no se
identifican ni sienten como propio. Esta concepción les obligaba a presentar un
informe médico y psicológico para cambiar legalmente su nombre y que se
reconociera su identidad.
Asimismo, era el paso previo obligatorio para la
reasignación genital. “No estamos enfermos, no necesitamos ninguna acreditación
médica que certifique nuestra identidad. Estamos plenamente contentos con
nuestro cuerpo. Habrá gente que necesite una reasignación genital, pero hay
muchas personas que no quieren o no les apetece y no pasa nada. Habría que
hablar de euforia de género”, explica la coordinadora de Cogam. Con este juego
de palabras se pretende enfatizar en este cambio en la filosofía trans.
- La genitalización de la identidad. Para Niurka,
otro de los problemas es la constante genitalización de la identidad. La
activista denuncia que lo primero que se le pregunte a una persona trans es si
está operada. “¿Nos parecería normal llegar a una mujer cis y preguntarle cómo
tiene la vulva? No me interesa tu genitalidad. El tema siempre se genera por si
tienes pene o vulva. Yo creo que esto se debe a que todavía hoy vivimos en una
sociedad muy binaria. De hecho, uno de los debates que espero empiecen a surgir
pronto sea el tema de las personas trans no binarias que rompen con esta
definición de ser hombre o de ser mujer. No quieren entrar en esa dicotomía. Y
hay muchas personas, más de las que nos imaginamos. No puedo ser considerada
rara por ser una mujer con pene o por ser un hombre con vulva.”.
- La transexualidad no es una cuestión de adultos.
Hay niños y niñas transexuales. "El tema de niñes (sic) y jóvenes está
invisibilizado, se cree que solo afecta a la gente adulta", señala Niurka,
que utiliza la letra "e" como genérico inclusivo para evitar el
lenguaje sexista. Organizaciones de padres y madres como la Fundación Daniela y
Chrysallis han hecho mucha pedagogía para defender y proteger a los niños y
niñas transexuales y conseguir que las leyes los tenga en cuenta también a
ellos. Especialmente en el ámbito educativo. "Se deben crear protocolos
para proteger a les niñes (sic) de las situaciones de acoso escolar. Por fin,
las leyes que se vienen redactando tienen en cuenta la infancia, hasta entonces
en un limbo", celebra la coordinadora de Cogam.
Transfobia y marginación en el día a día
El acceso al mundo laboral es todavía un problema
para las personas transexuales que aún encuentran muchas barreras a la hora de
encontrar trabajo sin que se les juzgue por su aspecto o por su identidad. En
el caso de las mujeres esta situación se vuelve más problemática. "Sumamos
el ser mujer a ser transexual", explica Niurka.
Beatriz Gimeno coincide con la activista. "Es
verdad que cada vez hay más aceptación, pero es todavía un colectivo muy
discriminado que tiene muchas dificultades de acceso a condiciones laborales y
sociales dignas".
La marginación también se produce a nivel familiar.
"La familia sigue siendo el foco principal. Si una persona no cuenta con
el apoyo de su entorno familiar, la confianza y la seguridad de hombres y
mujeres trans será mucho menor", comenta Gimeno.
"Hay que desaprender una lección que nos han
repetido históricamente"
"El aprendizaje y el crecimiento en empatía ha
de ser mutuo, estamos involucrados todos. Hay que deconstruir y desaprender una
lección que se nos ha repetido históricamente. Por ejemplo, cuando nos
encontramos con casos en los que los padres no lo aceptan, hay que saber que
esas personas también están aprendiendo a ver las cosas de otra manera y eso
requiere un proceso", explica Niurka.
Beatriz Gimeno también llama la atención sobre la
situación de los ancianos transexuales. "La mayoría viven en situaciones
muy precarias, no sólo económicas, también de soledad".
Por otra parte, las personas transexuales tienen que
lidiar con situaciones de transfobia en el día a día, también dentro de los
colectivos LGTBI. "Los males sociales resurgen también dentro de
colectivos que reflejan distintas realidades", argumenta Beatriz Gimeno.
"En el caso de las personas gays y lesbianas
está más aceptado porque al fin y al cabo se ajusta al parámetro binario de
hombre y mujer que impone la sociedad. Mientras yo te vea y estés visiblemente
encajada dentro de lo que yo entiendo por hombre y mujer no pasa nada",
explica Niurka.
Etiquetas:
derechos sexuales,
transexualidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario