lunes, 27 de marzo de 2017

La implicación de los hombres en el uso de los anticonceptivos

La anticoncepción es una cuestión que tradicionalmente se ha atribuido al género femenino. Nuestra sociedad está evolucionando y, aunque aún queda mucho por avanzar, las diferencias entre los roles de género cada vez se diluyen más. Si la posibilidad de un embarazo no planificado es algo que concierne a los dos miembros de la pareja, los hombres también pueden y deben proponer el uso o el cambio de los anticonceptivos.

En una relación sexual se unen aspectos físicos y emocionales, por lo que conocer cómo funciona nuestro cuerpo y ser plenamente conscientes de las decisiones que tomamos, por ejemplo, a la hora de elegir los anticonceptivos, es clave para una buena salud sexual.
Los miedos más frecuentes que se plantean en ambos géneros son las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y la posibilidad de un embarazo no planificado, si bien es cierto que este último es mayor en la mujer, que será quien experimente los cambios a nivel físico, emocional, laboral y social.

La “Guía masculina de la anticoncepción”, elaborada por la web “Píldora del día después”, nace como una herramienta para obtener información ante cuestiones como la elección de un método anticonceptivo, cuándo puede ser el momento de cambiarlo y cómo actuar ante una relación desprotegida o un fallo en el preservativo.

Según los datos obtenidos por esta web, la tendencia es que los hombres cada vez más quieren implicarse en saber cómo funcionan los anticonceptivos.

Anticonceptivos para hombres

La gran mayoría de los métodos actuales están diseñados para la mujer, ya que, hasta ahora, la fisiología masculina ha sido menos estudiada.

Existen dos métodos anticonceptivos masculinos, el preservativo y la vasectomía que son los más eficaces. El primero es el más utilizado a cualquier edad y el único que previene las ETS, mientras que la vasectomía es la técnica más económica a largo plazo cuando no se desean tener más hijos.

El coitus interruptus o marcha atrás, que aún se utiliza con bastante frecuencia, no debe considerarse un método anticonceptivo y se desaconseja rotundamente su uso, ya que desde el momento en el que se inicia la erección, empieza a salir por la uretra el líquido preseminal que, aunque en menor cantidad, también lleva espermatozoides, con el consiguiente riesgo de embarazo no deseado.

Ante la creencia de que el preservativo afecta a la calidad y a la consecución del placer sexual al “interrumpir” la relación sexual a la hora de colocarlo, la guía propone convertirlo en algo estimulante y positivo si la pareja lo une al erotismo, la fantasía y el juego sexual.

El uso del preservativo también exige un cumplimiento y los errores más habituales que se suelen cometer son no utilizarlo en todas las relaciones sexuales y no sujetarlo en la retirada, por lo que puede quedar retenido.

Ante cualquier duda sobre si el preservativo está seco, si el envoltorio está mal estado o si ha excedido su fecha de caducidad, se recomienda no arriesgarse y sustituirlo por otro.

En el caso de la vasectomía, los expertos señalan que su uso no influye en la experiencia sexual, ya que la cirugía no afecta a la erección ni a la eyaculación.

En general, reducir la preocupación de un embarazo no planificado supone que la relación sexual mejore.

Uso inadecuado o inconsistente

Actualmente, muchos embarazos no planificados están asociados a un uso inadecuado o inconsistente de los métodos anticonceptivos, por lo que existe un importante desconocimiento en la población sobre su uso correcto.

En cuanto a la píldora, lo más habitual es que se produzcan olvidos en la toma, por lo que se recomienda tomarla siempre a la misma hora o con alguna comida.

La elección del anillo vaginal o de los parches implica el cumplimiento de los periodos de colocación y retirada.

Otros, como el DIU, la vasectomía o la ligadura de trompas, son de larga duración o definitivos, y se emplearán según la necesidad y, en todo caso, bajo la supervisión de un médico.

Ambos miembros de la pareja deben estar implicados activamente en la anticoncepción. Según la guía, cuando se ha decidido utilizar un método anticonceptivo femenino, el apoyo a la mujer incrementa el cumplimiento y disminuye el riesgo de abandono.

En caso de embarazo no planificado, la píldora del día después es un anticonceptivo de urgencia de libre dispensación en las farmacias españolas, aunque en ningún caso debe emplearse de manera rutinaria.

Consejos para una vida sexual sana

La guía establece una serie de consejos dirigidos a los hombres para llevar una vida sexual sana. Estos son algunos de ellos:

Entender los métodos anticonceptivos como una protección y no como una obligación frente a los embarazos no planificados y la prevención de las ETS. Son mayores los beneficios que los inconvenientes que pueden suponer.

Utilizar los métodos de anticoncepción de urgencia (píldora del día después), siempre sin llegar al abuso, ya que para eso existe la anticoncepción regular, que ofrece una mayor eficacia.

Es esencial elegir el método anticonceptivo que mejor se ajuste al estilo de vida personal, para que resulte más fácil su cumplimiento.

Consultar a médicos y especialistas si se tienen problemas de salud sexual, ya que pueden tratarse.

Cuidar las fuentes de información y asegurarse de que sean válidas, seguras y actualizadas, especialmente en Internet.

Llevar un estilo de vida saludable puede mejorar la vida sexual, y el consumo de sustancias y alcohol puede llevar a la realización de prácticas arriesgadas.


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