domingo, 1 de mayo de 2016
La austeridad provocó un aumento de los abortos en toda Europa
La crisis y su gestión causó un repunte tras una
década de caída de las interrupciones voluntarias.
La gran recesión y los ajustes económicos posteriores
provocaron innumerables calamidades a los ciudadanos de toda Europa. En muchos
casos acabaron con sus perspectivas vitales mutiladas y sus planes de futuro,
cuando menos, aplazados. Las carencias y las incertidumbres también afectaron a
los planes para ser madres de las mujeres. Un estudio de la Universidad de
Oxford lo evidencia: tras el estallido de la crisis se produjo un notable
repunte de los abortos en todo el continente.
"La conclusión es evidente, muchas más mujeres
están renunciando a tener un hijo, que posiblemente hubieran tenido si no
hubiera habido crisis", resume Francisco Viciana.
El dato es más extraordinario porque se produce tras
una década de continuada caída en el número de interrupciones voluntarias del
embarazo entre el conjunto las europeas. "La proporción de abortos ha
disminuido entre 2000 y 2009 en nuestro grupo de países europeos, pero desde
2009 esta tendencia se ha revertido, dando un aumento del 5%", explican
los autores del trabajo, que estudian los efectos de las políticas de
austeridad sobre la salud de los ciudadanos.
La tendencia es consistente en la mayoría de los
países europeos en los que se permite abortar, aunque en Alemania, Reino Unido
y España mantienen ratios similares a la época previa a las políticas de
austeridad o incluso bajan. En concreto, serían 6.700 los abortos adicionales
atribuibles a esa coyuntura política y económica, según los datos que publican
en la revista European Journal of Public Health, y en el que comparan el ratio
de abortos por cada mil embarazos.
Los efectos son estadísticamente significativos en
todos los rangos de edad de las mujeres en edad fértil, aunque parecen más
fuertes en las más jóvenes. Esos grupos, los que van de los 15 a los 19 años y
de los 20 a los 24, son en los que España sí aumentó su ratio de abortos por
encima de lo esperado durante el periodo de 2010 a 2012, aunque la cifra total
de abortos se haya reducido en esos años.
España es un caso paradójico entre los países
analizados. Mientras en toda Europa descendía el número de abortos en la
primera década del siglo XXI, en España aumentaban. Y cuando llegó la
austeridad, comenzaron a bajar frente a la tendencia europea general al alza.
Los expertos lo atribuyen al descenso de la inmigración (casi la mitad de las
mujeres que abortaron en España en 2008 eran inmigrantes), pero también se
produjeron cambios otros cambios legales y sociales que podrían explicarlo.
En concreto, serían 6.700 los abortos adicionales
atribuibles a esa coyuntura política y económica.
"La impresión general que tenemos es que la ley
del aborto de 2010 provocó una disminución de los abortos", afirma Glòria
Pérez, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Esta experta, que está
estudiando los efectos de la crisis en la salud reproductiva en España,
considera importante analizar el aborto dentro del fenómeno más global del
embarazo. "¿Baja el aborto porque aumenta la fecundidad o porque aumenta
el uso de anticonceptivos?", se pregunta Pérez, que pone España como
ejemplo de lo difícil que es hacer una lectura compartida por todos los países.
La tendencia está bien detectada, pero es complicado
atribuir las mismas causas en países tan distintos como Reino Unido, Bulgaria o
Finlandia, tanto en el punto del que partían antes de la crisis hasta en la
reacción posterior de sus gobiernos.
"La conclusión es evidente, muchas más mujeres
están renunciando a tener un hijo, que posiblemente hubieran tenido si no
hubiera habido crisis, y el aborto es uno más de los procedimientos
anticonceptivos que usa para ello", resume Francisco Viciana, jefe del
servicio de demografía del Instituto Andaluz de Estadística, sobre un estudio
que él considera "muy claro y robusto".
Los autores del trabajo proponen varias causas que
podrían explicar la tendencia. "Algunas familias que, en periodos
económicamente estables, podrían estar en contra de abortar en caso de embarazo
no deseado, podrían decidir poner fin al mismo cuando se enfrentan a la
inseguridad económica. Esto puede ocurrir con embarazos no planificados si había
un problema económico inesperado, tal como la pérdida del trabajo del cabeza de
familia", sugieren.
En España la tendencia es la opuesta y los expertos
lo atribuyen a la caída de la inmigración y a la ley del aborto de 2010.
Los investigadores del departamento de Sociología de
Oxford señalan a la austeridad, y no a la crisis, en el propio título de su
estudio. "Se optó por utilizar la palabra austeridad porque la relación
entre las recesiones y los efectos sociales perjudiciales para la salud no es
causal: la forma en que los gobiernos responden a las recesiones marca la
diferencia", explica Joana Lima, que es una de las autoras del trabajo,
que también firman el prestigioso demógrafo Francesco Billari, especialista en
dinámica familiar, y David Stuckler, autor de varios libros y estudios
reveladores sobre los efectos nocivos de la austeridad.
"Hay períodos de recesión que van acompañados de
un fortalecimiento de los mecanismos de protección social y sanitaria en los
que la salud de las poblaciones no sufre e incluso mejora. En cambio, las
medidas de austeridad pueden acentuar la ya difícil situación provocada por la
recesión", señala Lima, aunque reconoce que el análisis de su estudio no
prueba hipótesis específicas.
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