martes, 17 de mayo de 2016
Demasiado poca, demasiado tarde y demasiado basada en la biología
Así es la educación sexual en el mundo según el
informe que hoy publica la Federación Internacional de Planificación Familiar
(IPPF) y en el que se destaca la necesidad de que todas las personas jóvenes, tanto
dentro como fuera del sistema escolar, tengan acceso a ella de manos de
profesionales capacitados y con la inclusión de temas relacionados con el
bienestar y la sexualidad de la gente joven que vayan más allá de los
resultados relacionados con la salud. La FPFE se lo apropia y se une a la
campaña que comienza hoy en todo el mundo por el derecho a la educación sexual
integral y de calidad.
En Madrid, varios grupos de jóvenes harán visibles
sus llamamientos por los derechos sexuales y reproductivos en la plaza del Dos
de Mayo y en el parque del templo de Debod, además de en la puerta del Centro
Joven de Anticoncepción y Sexualidad, que ha sido pintada con un grafiti por el
colectivo NSN997 como parte de esta campaña. Igualmente, los chicos y chicas
del taller de grafiti de la Fundación ACIS acaban de plasmar su propuesta
creativa en la entrada del Centre Jove d’Anticoncepció i Sexualitat de
Barcelona.
Puedes seguir las actividades y mensajes en nuestras
redes sociales, con las etiquetas #defiendetusderechos y #KnowItOwnIt.
Educación sexual, la gran ausente
En el Estado español, la educación sexual es una
materia recomendada por la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción
Voluntaria del Embarazo. Sin embargo, no es obligatoria. La legislación sobre
educación, por su parte, no hace ninguna referencia a la educación sexual en
los contenidos curriculares, y tampoco se encuentra reflejada de forma
explícita como parte de las áreas de conocimiento o de las competencias básicas
a adquirir.
Como consecuencia, la educación sexual sólo se imparte en la educación formal
por parte de algunas/os profesores en las horas de tutoría, y su enfoque y
contenido depende de ellos. Según el informe que varias organizaciones
estatales e internacionales presentaron en la ONU con motivo del Examen
Periódico Universal (EPU) sobre la situación de derechos humanos al que fue
sometido nuestro país recientemente, este contenido adolece con frecuencia “de
un enfoque heterosexual, que limita la sexualidad a la etapa reproductiva y
orienta la información exclusivamente a la prevención de riesgos, especialmente
los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual y el VIH”. No
hay un presupuesto asignado para su desarrollo, y sólo algunas comunidades
autónomas o ayuntamientos ponen en marcha programas o financian talleres en los
centros educativos, que imparten normalmente organizaciones no gubernamentales
con muy distintos enfoques. A esto se suma la mínima cantidad de centros
especializados en la atención a la sexualidad de las personas jóvenes, aun
cuando los organismos internacionales recomiendan un centro específico adaptado
a las necesidades y características de los jóvenes por cada 100.000 habitantes
menores de 29 años.
El informe “Todos tienen derecho al conocimiento:
educación integral en sexualidad para toda la gente joven” hace un llamamiento
para que los 1.800 millones de jóvenes entre 10 y 24 años tengan acceso a la
educación sexual integral tanto dentro como fuera de los sistemas educativos
formales, ya que ahora se excluye a las personas jóvenes más vulnerables, las
que no están escolarizadas. Se insta a los gobiernos, las organizaciones
sociales y los proveedores de salud a que garanticen que los formadores e
instituciones educativas cuenten con la formación necesaria para educar de una
manera positiva y sin enjuiciar, y se llama a las y los educadores y la
sociedad civil a que trabajen con las comunidades y familias para apoyar el
derecho a decidir de las personas jóvenes.
Accede al informe:
http://www.fpfe.org/wp-content/uploads/2016/04/IPPF_CSEReport_Spanish_digital.pdf
Etiquetas:
educación sexual,
fpfe,
ippf
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