domingo, 1 de mayo de 2016

Crecen enfermedades sexuales en ancianos, que no creen necesitar preservativo

Un 45,5 % de las personas mayores de 65 años cree que no tiene que utilizar preservativo en sus relaciones, según un estudio presentado hoy en el Salón FiraGran que se celebra en Barcelona y que pone de manifiesto un repunte de enfermedades de transmisión sexual en este colectivo de edad.

El estudio, "La sexualidad en la gente mayor", ha sido elaborado por la asociación "Servicios Integrales para el Envejecimiento Activo" (SIENA), con el apoyo del Grupo Mémora.

Según una encuesta realizada a más de quinientas personas mayores de 65 años, el 26,3 % de los entrevistados considera que el uso del preservativo a la hora de practicar sexo en esta edad "no es necesario", porque creen que ya son mayores y son personas sanas a nivel de sexual.

Asimismo, el 19,2 % de los encuestados opina que el uso del preservativo debe adscribirse únicamente a grupos de gente joven para evitar embarazos no deseados, según los autores del informe, presentado en el salón Fira Gran 2016 en Barcelona.

No obstante, para Sonia Díaz, socióloga y responsable de SIENA, enfermedades de transmisión sexual como el sífilis o la gonorrea son relativamente comunes entre la gente de la tercera edad y están experimentando una tendencia al alza.

El estudio también muestra que, contrariamente a los que se acostumbra a pensar, la sexualidad no desaparece durante la vejez; así lo afirman un 62,9 % de los entrevistados, siendo los hombres casados los que tienen una actividad sexual más activa.

Según los datos recogidos por la encuesta, uno de cada tres entrevistados afirmó haber tenido sexo en el último mes y el grupo de hombres casados de entre 65 y 70 años es el que más satisfecho está con su vida íntima conyugal.

Para los autores del estudio, uno de los principales retos es enseñar a los mayores que el sexo "va más allá del coito" y debe contemplar otras acciones como los besos y las caricias, porque el 37,5 % de los hombres y el 30,8 % de las mujeres opinan que el acto sexual se limita a la penetración.

Otro de los datos destacados del estudio es el hecho de que existe un elevado grado -pero no mayoritario- de predisposición de los más mayores para seguir hablando y aprendiendo cosas sobre el sexo en la tercera edad.

En este sentido, el 34,6 % de las mujeres tiene claro que asistiría a un curso sobre sexualidad y vejez, porcentaje que se eleva hasta el 44,7 % en el caso de los hombres.

El estudio pretende "desmontar los tabúes" que rodean el mundo de la sexualidad en la tercera edad, según Sònia Díaz, que ha precisado que existe una brecha generacional entre los mayores, que tienen una mentalidad más abierta en estos temas, y los más mayores.

Asimismo, la responsable de SIENA ha indicado que las personas solteras y viudas son las que viven peor su sexualidad, "porque la asocian al coito".

Por su parte, la sexóloga Mònica Presta ha subrayado que "la gente mayor sí que tiene vida sexual, aunque se piense que no es así", y ha lamentado que esta cuestión siga incomodando a la sociedad.

Asimismo, ha señalado que los mayores que en su juventud no recibieron educación sexual o incluso fueron instruidos con un mensaje negativo al respeto hoy "no están satisfechos con su vida sexual", y ha asegurado que esta actitud acostumbra a transmitirse de forma intergeneracional, "de padres a hijos, y de éstos a sus nietos".

Por otra parte, Presta ha abogado por ofrecer más formación sexual a los ancianos: "Que no usen el preservativo es un error que tiene que ver con la desinformación; las enfermedades de transmisión sexual se pueden coger a cualquier edad".

Respecto a la homosexualidad en la tercera edad, la sexóloga ha reconocido que sigue siendo un reto y un tabú, y ha apostado por trabajar más en ese campo.


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