De hecho, se trataría de una inyección de testosterona sobre la que ya se han realizado las primeras pruebas arrojando datos realmente satisfactorios.
Así, aseguran los expertos que solo un 1% de los hombres a los que se les administró esta solución concibieron un hijo en un período de dos años.
La investigación se probó en un grupo de chinos sanos y fértiles de entre veinte y cuarenta y cinco años a razón de inyecciones mensuales de 500 miligramos de undecanoato de testosterona en aceite de semilla de té.
Y es que estas inyecciones actúan interrumpiendo la producción de esperma aunque el efecto es reversible: el nivel de espermatozoides volvió a la normalidad a los seis meses después del fin de las inyecciones.
Según el Centro de Investigación Nacional de Planificación Familiar de Pekín, responsable del estudio, el régimen anticonceptivo hormonal puede ser una alternativa nueva y viable para el hombre que no desee optar por una vasectomía.
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