miércoles, 13 de julio de 2016
Expertos en sida reclaman que España apruebe el tratamiento preventivo del VIH en homosexuales y mujeres transexuales
El Grupo de Estudio del Sida (Gesida), perteneciente a
la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica
(SEIMC), reclama España que regule el uso del tratamiento del VIH como terapia
preventiva para evitar nuevos contagios en determinados grupos de riesgo, como
algunos hombres que mantienen sexo con otros hombres y mujeres transexuales, y
recuerdan que Estados Unidos ya lo aprobó hace tres años.
Este grupo de expertos ha publicado un documento que
avala y recomienda la implantación de esta estrategia en España para prevenir
el VIH en grupos de riesgo y establece una serie de pautas para que sea
"verdaderamente efectiva", detallando quién debe prescribirla,
recibirla y cómo debe producirse la dispensación para conseguir una buena
adherencia al tratamiento.
La estrategia se conoce como profilaxis
pre-exposición (PreEP) y consiste en tomar de forma preventiva la medicación
frente al virus antes de mantener una relación sexual de riesgo para evitar un
posible contagio. Y según defiende Gesida, su uso está "avalado
científicamente" tras haber demostrado su eficacia para prevenir nuevos
casos.
Además, lamentan que "pese al intenso esfuerzo
científico llevado a cabo, no existe (ni existirá en un futuro cercano) una
vacuna preventiva frente a la infección por VIH".
Ante esta situación, lamentan que más de tres años
después de la aprobación de la PreEP en Estados Unidos y, a pesar de las
evidencias científicas generadas en países europeos, la PrEP solo haya sido
autorizada en Francia, un "retraso" que "está alentando la
automedicación, el mercado negro, la desinformación y el uso no indicado y
érroneo de la medicación".
"El desarrollo de un programa que permita el
acceso a la PrEP no está exento de dificultades", según Gesida, que se ha
basado dicho documento en los "aspectos clave identificados en los ensayos
clínicos" para la elección de la población diana adecuada y "asegurar
en lo posible una adherencia óptima y promover el uso correcto y frecuente del
preservativo".
El documento de los expertos de Gesida aclara que
"la PrEP no es para cualquier persona, y desde luego no es un sustitutivo
del condón", y la recomienda sólo en aquellas poblaciones diana con un
riesgo elevado de infectarse por VIH, que son aquellas con más de 2 casos por
100 personas y año.
GRUPOS QUE SE PODRÍAN BENEFICIAR
De este modo, en España serían candidatos a recibir
la PrEP hombres que tienen sexo con hombre (HSH) y mujeres transexuales que en
los seis meses previos han tenido relaciones sexuales sin uso de preservativo
y, además, tienen relaciones sexuales con más de 2 parejas, se les ha
diagnosticado una o más enfermedades de transmisión sexual (ITS), se les ha
administrado profilaxis post-exposición y usan sustancias psicoactivas durante
la relaciones sexuales.
Asimismo, GeSIDA recomienda que se considere la
prescripción de la PrEP en las personas que pueden tener un riesgo elevado o en
los que hay cierta evidencia de beneficio, tales como personas con pareja
infectadas por VIH sin control clínico o virológico y sin utilizar
preservativo; personas con relaciones sexuales no protegidas e intención
transaccional (dinero, drogas, casa); usuarios de drogas por vía parenteral
(UDP) que comparten jeringuillas; y personas en situación de vulnerabilidad
social expuestas a contactos sexuales no protegidas con alto riesgo de
infección por VIH.
Este grupo de expertos también propone que sólo pueda
ser prescrita y supervisada por un facultativo con experiencia en el cuidado de
pacientes infectados por el VIH, en el uso de antirretrovirales y en el manejo
de las enfermedades de infección sexual, y que sólo sea de dispensación
hospitalaria pese a reconocer que "es improbable que todas las unidades
hospitalarias existentes dispongan de recursos suficientes para que puedan
atender de modo adecuado el volumen de demanda de PrEP".
Asimismo, consideran que "podría llegar a
plantearse la creación de Centros específicos para el desarrollo de esta
estrategia mientras sea necesaria". Por último, advierten que "se
deben buscar protocolos o métodos que permitan el acceso ágil y efectivo a la
medicación de las personas a las que se les haya prescrito la PrEP en un centro
no hospitalario".
POSIBLES OBJECIONES
Por último, reconocen que las objeciones a la PrEP se
han concentrado básicamente en dos aspectos. El primero, el impacto negativo
que podría tener globalmente sobre la salud sexual; en concreto, sobre el uso
del condón y, como consecuencia, el temor a un incremento de las otras
infecciones de transmisión sexual. El segundo, su coste-efectividad.
En relación con el primer aspecto, los expertos de
Gesida concluyen que el grupo de los HSH ya presenta una elevada prevalencia de
gonorrea e infección por clamidia en recto y faringe, entre un 6 y 10 por
ciento, siendo asintomáticas en el 80 por ciento de los casos, por lo que el
aumento de las ITS "no podría imputarse a la introducción de la PrEP sino
que es el resultado de la ausencia de programas adecuados de su prevención,
cribado y tratamiento".
En relación al impacto económico de esta estrategia,
apelan a diversos estudios que demuestran que "la PrEP es coste-efectiva,
a pesar del elevado precio de los fármacos aprobados para este uso,
especialmente en aquellas personas que tienen una alta adherencia y, sobre
todo, si se prioriza su uso en grupos de población con una elevada
incidencia".
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