miércoles, 13 de julio de 2016
‘Apps’ inteligentes, mujeres empoderadas en red
Salud sexual, disminución de la mortalidad materna y
respuestas a preguntas que nadie se anima a hacer cara a cara. La última
edición del encuentro mundial sobre salud de las mujeres y las niñas realizado
el pasado mes de mayo en Dinamarca, Women Deliver, contó con una sección
especial de apps para mujeres. Pikara Magazine participó de la ‘Appy Hour’ y te
comparte las que más molan.
Margaret Nayombi vive y estudia en Kampala (Uganda)
y, mientras sostiene un pequeño aparato en la mano, se explaya acerca de lo muy
pero que muy tímidas que son las mujeres de su aldea. “Entonces si un hombre me
dice que abra las piernas porque va a introducir algo en mi vagina para
chequear si hay una infección, resulta bastante traumático. Y para las mujeres
de áreas rurales, cuando el centro de atención queda a 50km de sus casas,
esperan demasiado hasta hacer una consulta”.
A sus 25 años es una de las cofundadoras de BVKit
Project y, como desarrolladora de aplicaciones, trabajó junto a profesionales
de la salud de Zambia y de un centro médico en Uganda. Con muchos recursos
invertidos del propio bolsillo , Margaret llegó hasta Dinamarca a presentar una
aplicación pensada para ayudar a aquellas mujeres que no ven a la medicina
occidental como un recurso accesible. Y esto sucede en especial cuando un
delantal blanco se erige por sobre diferencias culturales y étnicas. Este
aparato, del tamaño de un control remoto, es un hardware que ayuda a las
mujeres a monitorear su salud reproductiva.
“Todo lo
que la mujer debe hacer es recoger una muestra de orina y después colocar el
sensor que va a traducir los valores y los va a enviar a una aplicación
descargada en el móvil. Esta aplicación en el teléfono le dará la información
acerca del estado de su salud. Entonces, si estás enferma te ayudará a
concretar la búsqueda de ayuda de un profesional”. La usuaria puede escoger
imprimir los datos para llevar a la visita al médico, quien sólo tendrá que
traducir los números a información clara sobre los procesos físicos de las
mujeres.
El aparato colabora en la identificación de vaginosis
bacterianas y la importancia del mismo reside en que muchas veces estas
dolencias son “silenciosas”. “Según un estudio del Centro para el Control y la
Prevención de Enfermedades, el 83% de las mujeres no mostraron ningún síntoma.
Algo que permanece durante tanto tiempo en el cuerpo afecta a todo el sistema
inmunológico. El cuerpo se vuelve más susceptible al virus del papiloma humano
que causa cáncer cervical, a la transmisión de VIH, puede causar abortos
espontáneos y ser causa de la enfermedad inflamatoria pélvica que dificulta los
partos.
El BVKit facilita que las mujeres puedan testearse a
sí mismas de manera regular, en sus casas. Margaret confía en que alguna institución
internacional se interese y aporte fondos para proveer este servicio de manera
gratuita.
Evadir el tabú
¿Qué preguntas sobre sexo le has hecho a internet?,
¿cuántos interrogantes vinculados al placer hiciste en redes?, ¿acaso sólo
preguntas sobre planificación familiar?, ¿o intentaste despejar fantasmas sobre
infecciones de transmisión sexual? Libre, claro y sin rodeos, así se presentó
en el evento www.hablemosdesexo.com, representante en español de ‘Love
Matters’, la página inicial creada por RNW Media (RNW.org). Si bien aún no está
desarrollada la versión descargable del sitio, vale para reflexionar sobre
espacios seguros en internet y la creación de nuevas apps.
Según sus estadísticas, millones de personas llegan a
sus plataformas y redes sociales que en diferentes idiomas brindan información
sobre relaciones sexuales y afectivas. Con el objetivo de crear comunidades,
los y las navegantes llegan sedientas de espacios seguros para acceder a temas
que pueden ser innombrables según cuál sea el régimen moral o religioso que
gobierne el territorio en el que viven.
Esta plataforma ayuda a preguntar, ¿es internet
libre? Pues muchas veces cierta información considerada sensible1 para los
reguladores de internet (gobiernos del norte y empresarios del mundo) es
bloqueada, confusa o de difícil acceso. Básandose en una investigación hecha
por esta organización en la India, y compartida con la audiencia en el marco de
Women Deliver2, la relación entre sexualidad e internet podría resumirse en los
siguientes datos:
– 92 por ciento de las personas entrevistadas había
mirado alguna vez pornografía
– La primera fuente de información sobre sexo es la
internet
– El 50 por ciento había “sexteado” alguna vez
– 28 por ciento había recibido o enviado la foto de
una polla
Si bien la página ofrece amplias secciones sobre
planificación familiar, las secciones dedicadas al placer son siete veces más
populares que las demás. Entre los foros más visitados y encendidos están los
de infecciones de transmisión sexual y sexo seguro. Preguntas, respuestas y
dudas que, si no fuera gracias a cierto anonimato que aún permite internet, no
serían accesibles de forma simple. Esas que aún nos intimidan si tenemos que
preguntarlas cara a cara (y mucho más si es frente a un médico).
Hannah Wallace Bowman, una de las presentadoras de la
plataforma, señalaba: “Tenemos un alto nivel de confianza entre nuestra
audiencia. Una mujer en Egipto recientemente nos mandó una foto de su vagina,
preguntándonos si ella aún era virgen o no porque se había masturbado, entonces
nos detuvimos a hablar con ella acerca de los significados de perder la
virginidad. Tenemos visitantes que manifiestan ser mujeres casadas y que nos
preguntan cómo hacen para realizarse el test del VIH, en especial en países en
donde los niveles de machismo son muy altos. Contamos con espacio establecer
estas conversaciones que serían tan difíciles de establecer con las personas
que las rodean. Hacerlo anónimamente es fácil, así como poder leer las pizarras
de discusión y de interacción con otras personas”.
Dos sexólogas y tres psicólogas entrenadas en el
equipo se coordinan con redes de trabajo que escriben, contestan preguntas y
revisan contenidos regularmente. “Luego hay otra capa de profesionales que nos
han apoyado exteriormente, así como una variedad de recursos que van desde
médicos, especialistas en género y estudios sobre la mujer, salud pública,
profesionales, periodistas, antropólogos y sociólogos . Creo que la diversidad
de perspectivas fortalece nuestro proyecto y el contenido en su conjunto”,
añade.
‘Hablemos de sexo’ está en español, pero también
cuenta con versiones en mandarín, chino, hindú y una amplia posibilidad de
activarse a las conversaciones que contemplan el diferente acceso a la
información que tenemos fuera y dentro de internet.
Las comadronas primero
Aún en su versión en inglés (augurando venideras
traducciones), esta última aplicación presentada en el evento en Copenhague se
vincula con el riesgo de la vida de madres e hijos/as. Cada año aproximadamente
300 mil mujeres mueren por complicaciones relacionadas con el embarazo y 5
millones de recién nacidos mueren a causa de dificultades durante el parto
durante sus primeras semanas de vida.
Presentada como una “herramienta de entrenamiento
para emergencias” y testeada a lo largo de 74 centros de salud rurales en
Etiopía, esta guía en video para parteras de áreas rurales también se adaptó a
lenguas locales africanas. ‘The safe delivery app‘ (o aplicación del parto
seguro) mediante instrucciones paso a paso, ilustraciones con acciones, y guía
de video animada, aporta vitaminas informativas a las trabajadoras de la salud
y las robustece a la hora de tomar decisiones nada fáciles y salvar las vidas
de las madres y recién nacidos.
Entre los videos hay contenidos relacionados con los
siguientes ejes: señales de vida, infecciones, prevención y cuidado del
neonato. La app puede descargarse en línea y así queda lista para usar offline.
Hay una guía de 8 minutos que puede mirarse entera pero que es accesible
capítulo a capítulo. En un caso de hemorragia posparto, la aplicación brinda
varios tutoriales de asistencia a personas implicadas en partos en áreas
remotas y rurales.
También provee indicaciones de fármacos, dosis según
usuarios, y procedimientos a seguir en diferentes contextos y complicaciones.
Trabajadoras de la salud que realizan sus tareas en condiciones poco
favorables, que están solas, no tienen oportunidad de hacer interconsultas con
otras personas, o no tienen acceso a material de referencia, pueden acceder a
materiales extra y actualizados (siempre que puedan conectarse a a internet por
lo menos semanalmente) que puedan necesitar. En diez videos se resumen pautas
básicas para la prevención de infecciones, cuidados pos-aborto, hipertensión,
remoción manual de placenta, administración de neonatos.
Desarrollada entre socios académicos, médicos,
doctores, obstetras, pediatras, y una ONG danesa (www.maternity.dk), pone el
acento en la documentación científica y el perfeccionamiento de la herramienta
que disminuirá muertes evitables.
Aún no existe una app para desmantelar el patriarcado
y la tecnología en sí misma no puede dar la solución a problemas relacionados
con injusticias sociales e inequidades históricas. También hay apps para
mujeres (cómo esta sobre masturbación femenina) que han sido censuradas en el
actual ecosistema de internet. Problemas, respuestas y posibles soluciones como
los que buscan acercar estas aplicaciones deben ser acompañadas de acciones
vinculadas con el desarrollo y una implicación más profunda con las
tecnologías. No sólo como usuarias si no también (y mejor) como creadoras.
Llamado de atención sobre apps, datos y
consentimiento
Cada vez que usamos un servicio en internet,
especialmente cuando descargamos una aplicación, se nos presentan Términos y Condiciones
que pocas veces leemos (muchas veces son páginas extensas, descripciones
pesadas y poco accesible a la rapidez con la que solemos navegar). Sin embargo
se trata del visto bueno que damos, casi a ciegas o sin evaluar con toda la
información posible la relación costo-beneficio, a las empresas y las
instituciones que se quedarán con nuestra información personal. Todo que ver
con nuestro derecho a la privacidad ya que en muchos casos estos contratos no
necesariamente favorecen nuestros intereses.
Como usuarias de internet necesitamos lograr un
equilibrio entre normas y regulaciones, para resguardar la libertad de
expresión. El uso crítico de las tecnologías nos tiene que ayudar a dar forma a
las herramientas que usamos y los ambientes que navegamos. Si decimos a todo
que sí sin analizar los términos de servicio, criticarlos, y solicitar
actualización, seguiremos siendo objetos de consumo en lugar de actoras
informadas para decidir. Pero esta vez en la web. Reclamemos reglas claras para
poder autogestionar nuestras vidas en internet.
Defender una internet libre implica debatir si
entregamos con pleno consentimiento nuestros datos personales a empresas e
instituciones públicas. Se trata, nada menos, que de nuestras biografías,
mensajes privados, fotos o videos íntimos y de saber qué pasará con ellos. Es
necesario encontrar estrategias de cuidado de la privacidad para seguir
expresando aquello tantas veces censurado: nuestra libre expresión sexual.
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