miércoles, 13 de julio de 2016
Así se vive sin deseo sexual
Un anuncio de televisión les dio alas, y acaban de
fundar la primera asociación de asexuales de EspañaAsexuales: el deseo
'amputado'Arrománticos y asexuales, otras formas de amarTony Bogaert: "Ser
asexual y tener una relación es muy difícil y complicado".
Con él se consiguen un par de cosas presuntamente
fundamentales en la vida: procrear y orgasmar, clímax por partida doble y en
sólo cuatro letras. Por eso, las personas que en este reportaje ofrecen su
testimonio suelen escuchar que se están perdiendo lo mejor de la vida:
practicar sexo, el sonido de los cuerpos y el crepitar del deseo. Pero ellos no
tienen sensación de pérdida. Rafa, María y Alex carecen de interés por el sexo,
no les brota el pálpito y ningún latido viaja en su cuerpo de arriba a abajo.
Son los fundadores, junto a medio centenar de personas más, de la primera
asociación de asexuales de España : Asexual Community España (ACE). "Hasta
el pasado febrero éramos una comunidad virtual sin entidad jurídica. Hacíamos
quedadas pero quisimos organizarnos formalmente, sobre todo quienes queremos
hacer activismo", explica Rafa, 27 años, de profesión astrofísico. Y con
activismo se refieren, fundamentalmente, a hacerse visibles.
"La visibilidad es lo que más nos
interesa", prosigue Alex, 23 años e informático: "La comunidad gay y
lesbiana está reconocida, la gente sabe que existen, tienen reconocidos una
serie de derechos... y respeto. Nosotros buscamos la visibilidad, que la gente
reconozca que la asexualidad existe, y también que se reconozca como una
orientación".Ésta es la postura de Asexuality Visibility and Education
Network (AVEN), la primera plataforma virtual sobre asexualidad, de habla
inglesa, que en 2006 da pie a la formación de AVENes, su filial de habla
hispana, de donde emerge la actual asociación en España (ACE). "Si las
orientaciones sexuales se definen hacia qué sexo o qué género se siente uno
atraído de forma sexual (el opuesto, el mismo, varios), la combinación de no
sentir atracción sexual por ninguno es también una orientación sexual aunque
sea en el caso nulo", explica Marta Torca, conocida en la comunidad
asexual virtual (y cada día más real) como Baikal y que se ocupa de las
relaciones con la prensa.
Y así lo demandaron el pasado 28 de junio durante la
celebración del llamado Orgullo Crítico, en el que asociaciones vecinales y
LGTB reclamaban un modelo de fiestas más reivindicativo. En este Orgullo
Indignado quedó claro que la "asexualidad existe".Las siguientes
líneas formaban parte del manifiesto que aquel día leyeron: "Las personas
asexuales no somos ni célibes ni castas, si queremos tenemos relaciones
sexuales y las disfrutamos. Si nos apetece nos masturbamos. Todo ser humano
tiene derecho a expresar sus emociones de forma libre, sin ningún tipo de veto
social que lo juzgue, castigue o lo trate de enfermo. No somos inmadures, ni
demasiado jóvenes, no nos falta conocer a ese alguien. No insistas, lo tenemos
claro. No somos personas reprimidas, ni amargadas. Somos personas felices y
plenas".Inmadures no es una errata. Este colectivo emplea la letra e con
un objetivo: el de la integración, más allá del género como división binaria.
Ni inmaduras ni inmaduros: inmadures. Los términos son nuevos y, por tanto,
también los conceptos. Existe por delante un futuro para reflexionar. Al
respecto, cuenta María López, profesora de apoyo en una academia, y presidenta
de la asociación, que fue una quedada de la comunidad asexual nacida en
internet en Madrid el pasado febrero encendió la mecha.
María López, 27 años, profesora, llegó a valorar si
era homosexual en la adolescencia, antes de definirse como asexual.
"¿Por qué no abrir puertas y conseguir así que
nos tomen en serio? Yo siempre noté que era diferente en muchas cosas. Con la
llegada de la adolescencia, más... Y cuando llegas a los 18 y te das cuenta de
que sigues igual empiezas a plantearte cosas, yo pensé si era homosexual, tuve
todo tipo de etapas, pero tampoco me interesan las chicas...", resume.
Como la incertidumbre persistía, decidió "preguntar a Google", y
entonces apareció ante sus ojos la plataforma AVEN. Y un chorreo de términos:
asexual, alosexual (que significa sexual) demisexual (pueden sentir atracción
sexual sólo con quienes comparten un fuerte vínculo emocional) grisexual
(sienten deseo esporádicamente)... El glosario es extenso. Y el debate también.
Para José Luis Beiztegui, sexólogo y miembro de la Asociación Estatal de
Profesionales de la Sexología (AEPS) "emplear el término asexual para
describir a quien carece de deseo sexual no es lo más correcto"», puesto
que sexo significa, etimológicamente "sección o diferenciación entre
hombre o mujer". "Habría que estudiar el fenómeno desde la erótica,
más que desde el sexo", propone. Y matiza también la consideración de la
asexualidad como una orientación puesto que la "asexualidad se orienta hacia
nadie". Sin embargo, prosigue Beiztegui, hay que acercarse a la
asexualidad "más que con la espada combativa con comprensión y con
respeto". Aunque parece formar parte de su campo académico, hasta ahora la
asexualidad no era motivo de estudio para la sexología, aunque en 1948 el autor
del informe Kinsey elaboró una escala del deseo que reconocía no sólo la
homosexualidad y la heterosexualidad sino también la asexualidad.
Los llamó X, los llamó incógnita. Reconoce Beiztegui
que, en este proceso, tiene mucho que ver el reciente anuncio de la marca de
colchones Flex, en el que los protagonistas se describen como asexuales. EL
MUNDO ha hablado con algunas de las personas asexuales que aparecen en el
anuncio, y también con Sra Rushmore, la agencia responsable del mismo. Ángela
Cadiñanos, Elena Delgado y Ana Herrero son las mujeres responsables de que hoy,
ahora, esté usted leyendo esto."70 millones de asexuales en el
mundo""La marca quería rejuvenecer y acercarse a los jóvenes. Como es
una firma de colchones, nuestra primera idea fue el sexo. Pensamos: vamos a
hacer lo contrario, reivindicar el derecho a no tener sexo", relatan. En
el anuncio se señala que "70 millones de personas en el mundo son
asexuales" .El dato lo extraen de la cifra que más se repite si de
asexualidad se habla, que un 1% de la población carece de deseo. Lo recabó el
sexólogo Anthony F. Bogaert -al que hemos entrevistado para este reportaje- en
uno de sus estudios sobre asexualidad y, desde entonces, es la mayor referencia
numérica al respecto. "Bogaert preguntaba a las personas en su encuesta si
les gustaban los hombres, las mujeres o nadie", recuerda Rafa, nuestro
astrofísico, "y yo sigo lo que dice Bogaert porque me fío de su
criterio", finaliza.El deseo románticoUna de las personas asexuales en el
anuncio de Flex es Lucía Lietsi, autora del libro Diario de una asexual, para
quien "la emisión supuso un paso de gigante para la causa". "La
asexualidad es la pieza que le faltaba al puzzle", reflexiona Lietsi,
"nosotros la consideramos una orientación tan legítima como cualquier
otra. En la heterosexualidad, la atracción se dirige a individuos del sexo
opuesto, en la homosexualidad hacia el mismo; en la asexualidad, simplemente no
se da hacia ninguno.
La gente piensa que no somos sexuales pero es un
error. Muchos de nosotros tenemos una vida sexual plena, incluso en pareja,
porque una cosa es tu orientación sexual y otra tus comportamientos
sexuales".Cuando parecía que se aclaraba algo, el asunto vuelve a
complicarse. Si las personas asexuales carecen de deseo sexual, ¿qué tipo de
vida sexual tienen?.
Lo explica la psicóloga y sexóloga Nuria Jorba:
"Existe la grisexualidad y también la demisexualidad, personas que tienen
atracciones románticas pero no sexuales, ¿cuántas veces comemos sin tener hambre?,
en una relación sexual entre un alosexual (sexual) y un asexual no habrá pasión
ni desenfreno, sino un compartir íntimo, conectar con la otra persona, como si
yo no tengo ganas de cenar pero te hago la cena. Lo viven como una necesidad
del otro, como algo más romántico. El problema es que se impongan o les
impongan mantener esa relación sexual. Los asexuales también se masturban, es
un tocarse a veces mecánico, como un estímulo físico"."No es que
pensemos así, es que somos así".
La forma de rechazo que reciben las personas
asexuales por parte de la sociedad es la negación. Así lo cuenta Marta, la
responsable de prensa de Avenes, cuando se le pregunta qué tipo de rechazo o
rechazos recibe la comunidad asexual."Se tiende a pensar que esto es una
'tonteria' más. A la gente le cuesta asimilarlo, lo que es entendible ya que
rompe con muchos supuestos y algunos lo toman como una especie de 'estilo de
vida'. No es que pensemos así, es que somos así, pero el ser es algo que no se
acepta tanto. Otros tiran de achacarlo a un problema mental o de hormonas y
que, por tanto, es algo transitorio y que tiene cura. Vuelven a lo mismo: negar
que haya gente asexual".Se refiere Marta a dos disfunciones sexuales que
se suelen mencionar cuando de asexualidad se habla: el trastorno hipoactivo del
deseo y la aversión sexual. El propio Bogaert, considerado como el académico
que más tiempo ha empleado en analizar la asexualidad, afirma que "futuras
investigaciones deberían tratar el asunto", aclarando las diferencias
entre unos y otros casos.En una línea similar se expresa la también psicóloga y
sexóloga Martina González Veiga, para quien "el problema no es la
asexualidad sino la concepción que tenemos de las relaciones de pareja y la
sexualidad". "Si hay comunicación, si hay equipo, si tienes educación
sexual, las cosas no se complican tanto. Lo que sí ofrece la asexualidad es
otra manera de ver las relaciones de pareja y los encuentros sexuales",
cree.
"El amor romántico forma parte de la sexualidad".
Se desmarca el doctor José Díaz Morfa, presidente de
la Asociación Española de Sexología Clínica y consultor de la sección de
Psiquiatría y Sexualidad Humana de la World Psychiatric Association (WPA).
"Se acerca al trastorno hipoactivo, pero no a la aversión sexual. Además,
el amor romántico es parte de la sexualidad. Pueden tener algún conflicto
larvado que les lleva a bajo deseo".
Etiquetas:
derechos sexuales,
sexualidad
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