¿Estas escuelas son posibles? ¿Son una utopía?.
miércoles, 13 de julio de 2016
Escuelas Rainbow, escuelas seguras ¿utopía?
Otras escuelas son posibles. Otros centros educativos
donde no se atienda a la diversidad, sino que se eduque en la diversidad. Donde
las normas de género, esas normas que imponen estereotipos y provocan el
bullying, desaparezcan de las aulas, de las series de televisión, de los
videojuegos, de los juguetes, del vocabulario.
¿Estas escuelas son posibles? ¿Son una utopía?.
Ayer se discutió largo y tendido en la charla coloquio
que la Asociación de Familias LGTBI organizó dentro del Pride Barcelona en el
Centro Cívico Casa Golferichs. Como invitados y breves conferenciantes,
representantes de las principales organizaciones LGTBI que actualmente luchan
por los derechos de sus hijXs.
“Mi lucha no es solo con el colegio, para que cambien
el nombre de mi hija y en su boletín de notas la llamen por su nombre: Érica. Mi lucha es con los funcionarios
de turno, con los servicios territoriales de educación. No puede ser que
nuestra situación dependa de la empatía que muestre la persona que tenga
delante sobre la transexualidad de mi hija”, Cristina Fernández, CRYSALIS
Catalunya Ass. Familiars de Menors Transexuals.
“Los vigilantes de género continúan velando por el
cumplimiento de los estereotipos en los institutos. Los centros escolares no
quieren hacer frente la presunción de heterosexualidad. Todo el curriculo
escolar, las fiestas, los momentos de ocio siguen la heteronormalidad, algo que
se convierte asfixiante para quien no pertenece al colectivo”, Pepa Nolla,
AMPGIL.
“No podemos esperar a que aparezcan los problemas de
homofobia en secundaria, hemos de actuar en primaria. Lamentablemente, ni el
Departement de Ensenyament ni el Ayuntamiento ni la Diputación de Barcelona quieren ayudarnos a impulsar
el proyecto PEER de Escuelas Rainbow. Temen la oposición de las AMPAS, de las
familias, la saturación de unos profesionales que trabajan hace años bajo una
enorme presión y sin recursos”, Katy Pallás, presidenta FLG.
Así está ahora
mismo el sistema educativo. Solo dos centros en toda Cataluña (Escola
Sant Felip Neri en Barcelona y Les Aigües de Cardedeu) han iniciado un proceso de cambio para incorporar
la diversidad afectivo y sexual en sus aulas. En el resto de escuelas, la
“problemática” tiene un grado muy variado: desde la negativa de una dirección a
adaptar los documentos a la realidad de dos madres o dos padres, a atribuir los
problemas escolares a la falta de un rol de “padre”, hasta ignorar la necesidad
de educar ahora para prevenir problemas futuros, “los chicos de hoy en día ya
lo saben todo”.
Salgo de la charla con muchas preguntas y con una
gran responsabilidad como madre lesbiana de dos chicos de 8 años: la de impedir
que vean el mundo a través de la heteronormalidad, aquellas gafas en las que
nace el machismo y los estereotipos de género.
Definitivamente, en el caso de nuestras familias
lesbianas, el proceso de reproducción asistida es una nimiedad, un
esprint, comparado con la larga
carrera de fondo de educar no sólo a nuestros hijos sino también al resto de
familias, a la tribu escolar.
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