Es sabido que la violencia de género es un fenómeno que afecta a mujeres de todas las edades y todos los transfondos sociales. Sin embargo, los casos como el de la joven de 18 años que murió esta semana en Salamanca tras ser apuñalada con una navaja por su novio de 19 años no dejan de sorprender a una sociedad que piensa que los estereotipos machistas son cosa de las generaciones mayores.
En lo que va de año, 9 de los 37 presuntos asesinos de sus parejas o ex parejas tenía menos de 30 años. 3 de ellos tenían menos de 23 años, según los datos del Observatorio de la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Chicos que crecieron en los años 80.
El informe del CGPJ sobre la violencia del año pasado ponía de manifiesto que el 58,8% de los asesinatos el agresor tenía una edad inferior a los 40 años. En el año 2006 este porcentaje fue del 48,9 por ciento, un 10 por ciento menos. El crecimiento más significativo fue en el tramo de 18-30 años que creció 12 puntos porcentuales con respecto al año anterior.
¿Qué pasa con los chicos jóvenes? ¿Porqué persisten los patrones de violencia contra la mujer que parecían estar superados? "Son chicos modernos, aparentemente normales pero cuando entran en conflicto o crisis con sus parejas acuden a los patrones que conocen", explica el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, tras apuntar a una encuesta del Observatorio para la Convivencia Escolar que revela que el 4% de los chicos avala la violencia. "Son jóvenes que pueden llegar a matar a sus novias".
Para Antonio García Rodríguez, representante de Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), uno de los emprendedores sociales de Ashoka, el problema está en la concepción errónea de la sociedad que piensa que el estereotipo machista -imposición del poder del hombre sobre la mujer, un modelo no permite el autocuestionamiento y que es muy difícil cambiar- está superado, pero no es verdad.
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