jueves, 7 de agosto de 2008

Baja Laboral Por Paternidad

Hasta 2007, con la llegada de la Ley de Igualdad, el derecho al permiso por paternidad no existía como tal. Su entrada en vigor supone el primer paso para reconocer el papel de los hombres en la crianza de los hijos. Sin embargo, aún queda mucho por recorrer para que se alcancen los mismos derechos y obligaciones que para las mujeres en este ámbito.
El hecho de que ellos sólo puedan disfrutar de una baja no obligatoria de 13 días frente a los 112 de las madres muestra lo lejos que se encuentra la igualdad. Una realidad que adjudica a las mujeres la carga de esta responsabilidad de forma exclusiva y no fomenta entre los hombres el ejercicio de una paternidad responsable.
La Ley de Igualdad, vigente desde marzo de 2007, establece que "el permiso de paternidad es un derecho individual y exclusivo del padre, que se reconoce tanto en los supuestos de paternidad biológica como en los de adopción y acogimiento". Permite al padre una baja no obligatoria de trece días. Mientras, la madre cuenta con un permiso de 16 semanas, las seis primeras reservadas en exclusiva y obligatorias. Respecto a las otras diez, se da la opción de transferirlas o compartirlas con el padre, cosa que sólo se hace en el 1,5% de los casos.
Las políticas de Responsabilidad Corporativa (RC) enfocadas a los permisos parentales y la conciliación están, como consecuencia de esa visión tradicional, dedicadas en exclusiva a la mujer. Pero, ya sea por convicción personal o por fuerza mayor, con la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral, la sociedad está cambiando. En 1978 eran cerca de 4 millones las mujeres trabajadoras, 30 años después, son casi 10 millones, situando la tasa de actividad femenina en el 50,25%.
A pesar de que es un derecho, menos de la mitad de los trabajadores españoles hace uso de su permiso de paternidad
Las previsiones de la Ley de Igualdad establecían el objetivo en el 60%, pero las cifras extraídas del primer año de aplicación se sitúan en el 46%. Según el presidente de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), Hugo Gensini: "En esta sociedad no hay una cultura de responsabilidad compartida en el cuidado de los hijos, en el campo laboral se sigue mirando mal al hombre que acepta el derecho de baja por paternidad" y que aquellos hombres que desean ejercer una paternidad responsable se encuentran con "una situación de censura de los jefes y compañeros".

La situación en Europa
En el resto de Europa se observa un intenso contraste. En un extremo se encuentra Noruega, donde el padre disfruta de cuatro semanas de permiso intransferible y tiene la opción de compartir otras 52 semanas con la madre (quien tiene reservadas en exclusiva tres semanas previas al parto y seis semanas posteriores). Por lo general, las semanas que no son exclusivas se reparten por igual. Como en muchos otros aspectos relativos a la sociedad del bienestar, Noruega es el ejemplo. Este país nórdico es la prueba de que el desarrollo económico y empresarial puede ir de la mano con la conciliación de la vida laboral y familiar y no sólo eso, sino que el resultado es uno de los países con mayores índices de productividad del mundo. Los permisos parentales son uno de los elementos que contribuyen a la calidad de vida de los noruegos, ya que es el país con el segundo nivel de vida más alto del mundo, según el Índice de Desarrollo Humano 2008 de Naciones Unidas.
El caso opuesto es Italia, donde el padre sólo puede optar al "permiso por maternidad" en el caso de que la madre esté enferma o incapacitada o éste sea soltero. El permiso por paternidad no existe, pero no es el único país europeo que suspende: en Alemania y Austria tampoco existe como tal, salvo regulaciones específicas de convenios laborales particulares, y en Irlanda tampoco, aunque es costumbre conceder tres días.
En España, el movimiento de hombres a favor de la igualdad es joven e incipiente, pero también es activo y evoluciona con paso firme. A la cabeza se encuentra la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA), formada por 73 asociaciones y creada en octubre de 2005 para reivindicar la igualdad de permisos entre hombres y mujeres. Para conseguir esta meta, promueven la creación del permiso para el padre intransferible, no derivado del permiso de maternidad y de la misma duración. "Las mujeres están muy penalizadas en su actividad laboral por la maternidad. No parece razonable que la mitad de la población esté soportando toda la carga de tener hijos", afirma José Carlos Santamaría, uno de los representantes de la PPIINA.

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