viernes, 2 de febrero de 2018
Sanidad autoriza la venta en farmacias del equipo de autodiagnóstico del VIH
Los
dispositivos son similares a los que usan los diabéticos o las pruebas de
embarazo
Quien
quiera saber si está infectado por el VIH podrá hacerlo en la intimidad de su
casa a partir de esta semana. El Ministerio de Sanidad ha autorizado la venta
en farmacia de dispositivos, similares a los que usan los diabéticos o las
mujeres para saber si están embarazadas, para aquellos que, por el motivo que
sea, no quieren acudir a un centro de salud, uno comunitario o a las farmacias
donde se realiza la prueba rápida, ha explicado Elena Andradas, directora
general de salud pública del departamento que dirige Dolors Montserrat.
El
objetivo es conseguir que todas las personas infectadas lo sepan lo antes
posible, para así empezar a tratarlas de inmediato. Ello tiene un doble efecto,
indica Andradas: beneficiar al afectado, que controlará antes el virus, y
romper la cadena de transmisión, ya que se ha demostrado que la gran mayoría de
las personas que toman bien la medicación consiguen reducir tanto la presencia
del VIH en su sangre (la llamada carga viral) que no transmiten eficazmente el
patógeno.
El VIH en
los medios: estigma y morbo
Sanidad
autoriza la venta en farmacias del equipo de autodiagnóstico del VIH “Tenemos
amnesia respecto al sida”
Los
problemas de salud que tuvo el mundo en 2017
Se trata
del último esfuerzo para cortar la cadena de transmisión del virus. Hasta
ahora, las personas que querían saber si estaban infectadas o no tenían un
amplio abanico de opciones (centros de salud, ONG, farmacias, centros
comunitarios), pero en todos ellos había un inconveniente: para hacerse la
prueba había que contar con la participación de médicos, enfermería,
farmacéuticos o voluntarios.
Y en una
enfermedad como el sida, asociada a un fuerte estigma, eso podía ser un
obstáculo. Ahora, quien haya tenido una relación sexual de riesgo podrá saber
si ha adquirido el VIH sin que nadie lo sepa. Podrá comprar el equipo en
cualquier farmacia (puede elegir una lejos de su casa donde nadie le conoce,
por ejemplo) y hacérselo en casa. "Es un sistema fácil, parecido al
Predictor de las embarazadas", indica Andradas, y en la caja vendrán las
instrucciones paso a paso, desde la gasa con antiséptico para esterilizar el
dedo hasta la aguja para pincharlo y el aparato en el que poner la sangre. El
resultado se tendrá en unos 20 minutos, y el lote completo costará alrededor de
30 euros.
En las
instrucciones se incluirá también información sobre qué hacer si el resultado
es positivo, y hay un teléfono que atenderá la Coordinadora Estatal de Sida
(Cesida) para resolver las dudas que surjan. También el Ministerio de Sanidad
ha colgado en su web una serie de recomendaciones. También los farmacéuticos
recibirán instrucciones al respecto.
Este es el
último intento para acabar con el que, en este momento, es el principal
problema para controlar la expansión del VIH en España. Se calcula que en el
país hay unas 150.000 personas con el virus. De ellas, la mayoría, unas 116.500,
indica Andradas, está en tratamiento, lo que disminuye la posibilidad de que lo
transmitan. Pero hay un 18% de afectados que ignora su estado, por lo que es
posible que estén infectando a sus parejas. Hace cinco años este porcentaje se
establecía en un 30%. La causa del descenso, apunta Andradas, es múltiple. Por
un lado, las campañas y facilidades para hacerse la prueba; por otro, que los
infectados en tratamiento cada vez son más, lo que rompe la cadena de
transmisión.
Este
desconocimiento se refleja en los datos: de los 3.353 nuevos diagnósticos del
VIH estimados para 2017, según los últimos datos del ministerio (que todavía
figuran en su web adscritos al desaparecido Plan Nacional sobre el Sida), el
46% se consideran tardíos. Ello quiere decir que el afectado ya empieza a
mostrar los efectos de la infección en forma de enfermedades oportunistas, que
son infecciones (tuberculosis, cándida, citomegalovirus, sarcoma de Kaposi,
neumonías) que aparecen cuando el sistema inmunitario de la persona ya está debilitado
por la acción del VIH. Curiosamente, aunque el 53% de los diagnósticos
corresponde a la categoría de "hombres que tienen sexo con hombres",
la mayoría de estos casos de personas que tardan en chequearse son mayores y
heterosexuales, dice Andradas.
"El
diagnóstico precoz y el tratamiento inmediato, además del preservativo"
son las claves para acabar con la expansión de este virus, afirma Andradas.
Tanto, que para los grupos más afectados (hombres que tienen sexo con hombres,
trabajadores del sexo, personal sanitario) se recomienda hacerse la prueba una
vez al año, aunque en países como Reino Unido ya se aconseja hacerlo cada
cuatro meses, una propuesta que España está estudiando.
Ya en 2016
el ministerio y las comunidades cerraron un estudio para fomentar la historia
clínica sexual en los centros de primaria, pero la directora general admite que
todavía cuesta que algunos médicos de familia pregunten a los pacientes por sus
prácticas sexuales. Y eso que el trabajo demostró que insistir en este aspecto
era muy eficaz: se detectó un positivo de VIH por cada 675 personas a las que
se sugirió que se hicieran la prueba, y el coste de añadir ese análisis a la
batería de mediciones habituales de un análisis de sangre apenas llega a los
dos euros.
La prueba
que se va a dispensar a partir de esta semana en farmacias tiene una fiabilidad
de casi el 100%, sobre todo si da negativo, dice Andradas. La única salvedad,
como con otros análisis de detección del VIH, es que el virus tarda unas ocho
semanas desde el momento de la infección en provocar que el cuerpo genere
anticuerpos, que es lo que mide el test. Y es aún más determinante si estos se
buscan a los tres meses. En cualquier caso, un plazo corto que permite empezar
a tratar al afectado por su bien y el de los demás.
EN BUSCA
DEL 90-90-90
Al hablar
de VIH -y del sida que causa-, 90-90-90 son las medidas ideales, según ha
establecido Onusida: que el 90% de los infectados lo sepan; que el 90% de estos
reciban tratamiento y que en el 90% de estos últimos respondan eficazmente a la
medicación hasta el punto de eliminar el virus de su sangre (lo que se denomina
estar en estado indetectable), lo que prácticamente elimina la posibilidad de
que lo transmitan. España -y la mayoría de los países occidentales- cumplen con
los dos últimos 90%, pero fallan en el primero, el de un 90% de diagnosticados.
Con los últimos datos del Ministerio de Sanidad, se está en el 82%. Facilitar
al máximo que el 18% restante se haga la prueba y conozca su estado es el
objetivo de permitir la venta de equipos de autodiagnóstico que empieza esta
semana.
Etiquetas:
recursos,
salud pública,
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