viernes, 2 de febrero de 2018
Milenials y salud sexual: bulos, riesgos, método ogino y vuelta atrás
Los
ginecólogos avisan: la salud y conducta sexual de nuestros milenials o
generación digital se mueve entre bulos y mala información. Las aplicaciones
tecnológicas mandan, las conductas de riesgo persisten y el paso atrás es
evidente en lo emocional y en el mal uso o ausencia de métodos anticonceptivos.
¿Por qué
se ponen excusas para no usar preservativo?
Los
universitarios creen que el Virus del Papiloma Humano es “cosa de ellas”
Una suerte
de perversión tecnológica se ha introducido en la salud sexual de los
milenials; la era de internet y las redes sociales en vez de traer mayor y
mejor conocimiento introduce ruido y genera confusión, sin distinción de clases
y preparación cultural.
Las
aplicaciones móviles para la generación digital van a misa de tal forma que
muchas chicas no utilizan anticonceptivos cuando la aplicación les indica que
no están en día fértil.
También
echan mano del famoso método Ogino con el que algunas de nuestras madres y
abuelas acabaron embarazadas, o acuden asustadas a urgencias porque la
aplicación dice que hoy tocaba menstruar y no ha sido así.
Para
combatir esta distorsión, un grupo de especialistas en ginecología y
obstetricia, que trabaja desde hace más de 30 años en varios centros de la
Comunidad de Madrid, ha constituido una plataforma para divulgar en una web de
forma rigurosa y con un lenguaje sencillo y fácil todos los aspectos que
afectan a la salud sexual entendida de forma global.
Mercedes
Herrero Conde, doctora en Medicina y ginecóloga de GINE4, ha explicado a
EFEsalud que el problema es que los jóvenes no valoran las fuentes serias y
especializadas, pero considera que parte de la culpa la pueden tener los
facultativos por no saber divulgar y dejar que otros lo hayan hecho en su
lugar.
Apunta la
ginecóloga que el retroceso informativo y formativo es palpable día a día en
sus consultas y que la desinformación es tal que son muchas las jóvenes que no
saben bien qué es y para qué sirve la píldora del día después.
Hay
también una gran gran batalla en relación a las infecciones de transmisión
sexual, y aunque señala que es típico de la adolescencia la creencia de
inmunidad absoluta, “se ha ido un poco más allá y te encuentras con blogs y
páginas que sostienen que el virus del papiloma humano no existe y que es un
invento”.
No me
gusta mi vulva
Está
también el tema emocional y todo lo que tiene que ver con el consentimiento en
esta generación milenial. Hay chicas que cuentan que no se atreven a pedirle a
su novio que se ponga un preservativo porque las van a dejar de querer, y
también consideran que si las controlan es porque las quieren”.
Coincide
Herrero con otros especialistas en que las páginas de internet sobre
pornografía están provocando graves disfunciones en las relaciones de las
parejas milenials.
“El
aprendizaje de las relaciones, muchas veces se hace desde la pornografía, que
es un modelo absolutamente irreal: se quiere copiar todo y el aumento de
insatisfacción en relación a los genitales que estamos viendo va por ahí”.
“Han
comprado un modelo físico absolutamente artificial y todo el mundo quiere ser
así, y llegan a consulta y te dicen que su vulva es rara y extraña cuando es
completamente normal”.
“Los más
de veinte años de mi ejercicio profesional como ginecóloga han coincidido con
la aparición de internet. Siempre pensamos que esta herramienta serviría para
difundir el conocimiento de forma sencilla y eficaz. Reúne todas las
características: llega a cualquier sitio, es fácil de manejar, y desde la
aparición de los teléfonos inteligentes tenemos la información en la palma de
la mano, literal”.
Pero en el
terreno de salud sexual, sostiene, “no se está traduciendo en mejor
conocimiento por parte de la población, sobre todo la más joven. En parte es
culpa de los profesionales sanitarios. Nos ha parecido que publicar
conocimiento en la red era algo menor”.
“Preferíamos
dar a conocer nuestros avances en foros profesionales como los congresos. Esto
ha alejado nuestro conocimiento de la población, que sí se nutre de lo
publicado en la red”.
Es en este
escenario en el que la doctora Herrero y un grupo de especialistas pensaron en
la posibilidad de hacer llegar información veraz, pero a la vez asequible en el
terreno de la salud sexual, entendida esta no como la falta de enfermedad, sino
como el bienestar físico, emocional y social de una persona.
En este
terreno se contempla el bienestar emocional, el conocimiento del ciclo
reproductivo y de los métodos anticonceptivos, y la prevención de las
infecciones de transmisión sexual y ese es el esquema de su página web
www.saludsexualparatodos.es, además se ha creado una biblioteca donde se
enlazan contenidos libres sobre el tema.
Milenials:
hay un problema
Existe
además la necesidad de cuantificar el impacto de la mala formación de los
milenials en este terreno: ”No se puede conocer la tasa de infecciones en la
población joven, tampoco el daño emocional que se está produciendo”.
Alude
también al caso de La Manada: “casos como éste nos hacen ver que sí hay un
problema”.
En una
encuesta reciente realizada a jóvenes españoles, hasta la mitad no veía un
problema pegar a su pareja o ejercer control sobre sus comunicaciones,
recuerda.
El
preservativo se resiste
En una
encuesta de la SEC (Sociedad Española de Contracepción) de 2016, a la pregunta
sobre el método anticonceptivo usado, casi la mitad de las mujeres milenials de
menos de 20 años contestan que no usan método anticonceptivo.
Esto,
señala, es un problema doble, por la posibilidad de embarazo no planificado,
pero también por favorecer las infecciones de transmisión sexual.
En la
misma encuesta se recoge que solo el 52% de las usuarias de preservativo lo
hacen de forma correcta.
Estoy
embarazada
“Con lo
que sí contamos es con las estadísticas del número de embarazos producidos en
España durante 2015. En el INE se publican los partos según edad de la madre,
entre otros valores”.
En el
Ministerio de Sanidad se publican los abortos realizados en ese mismo año,
según la edad de la mujer, así como el motivo de los mismos, y la “tasa de
aborto a petición de la mujer fue del 89,46% en 2015.”
Esto
arroja una cifra de 8956 casos de interrupciones de embarazos no planificados
en 2015. Además es de suponer que los embarazos que siguieron adelante no todos
ellos serían planificados.
Estos
datos “nos animan a mejorar la divulgación en salud sexual, fuera de
connotaciones religiosas o políticas. Son datos objetivos y se trata de la
salud”.
Unesco:
urge una educación sexual de calidad
Coincidiendo
en el tiempo con la entrevista a la doctora Herrero, la Unesco ha
publicado una actualización del
manual “Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad”,
en la que pide formar a los niños y adolescentes para combatir más eficazmente
el virus del sida, la violencia de género y el embarazo precoz.
El
documento, publicado por primera vez en 2009, revisa los nuevos desafíos de la
educación sexual, como los derivados del acceso a internet.
La
directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azoulay, ha recordado que
una correcta educación sexual complementa la defensa de los Derechos Humanos y
la igualdad de género.
El manual
“Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad” tiene
como meta ayudar a los legisladores a diseñar planes de estudio precisos y
adaptados a los alumnosde 5 a 18 años de edad.
El
organismo señala “la necesidad urgente de educación sexual de calidad” para
atajar problemas como la violencia de género, el embarazo precoz, las
enfermedades de transmisión sexual, el VIH y el sida.
Sobre el
VIH, la Unesco ha alertado de que sólo el 34 % de los niños y adolescentes
tienen conocimientos precisos al respecto.
Asimismo,
el organismo de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura urge a
“complementar y contrarrestar el gran número de material de diversa calidad al
que tienen acceso los jóvenes en internet” y a combatir “los casos cada vez más
frecuentes de acoso cibernético”.
La Unesco
defiende la educación sexual, dentro o fuera de la escuela, y aclara que
impartirla “no aumenta la actividad sexual, ni los comportamientos sexuales
considerados de riesgo, ni el número de contagios de enfermedades de
transmisión sexual, como el sida”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario