sábado, 10 de febrero de 2018
Atribuyen parte del repunte de la sífilis y la gonorrea en Barcelona al uso de las 'apps' de citas
Desde el
Ayuntamiento alertan de que estas aplicaciones facilitan los contactos
sexuales, con lo que crece el riesgo. Los casos de sífilis han aumentado más de
un 82% en un año en Barcelona y los de gonorrea, casi un 42%. El presupuesto
municipal para hacer frente a las infecciones de transmisión sexual ha subido
un 42% en dos años.
Las
aplicaciones de citas para móviles facilitan el encontrar a alguien con quien
mantener relaciones íntimas y esa es una de las causas, según el Ayuntamiento
de Barcelona, por las cuales crecen algunas infecciones de transmisión sexual
(ITS) en la ciudad. Así lo ha señalado este lunes la comisionada de Salud,
Gemma Tarafa, que afirmó que estas 'apps' "hacen más accesibles los contactos
sexuales" y por lo tanto, contribuyen a que aumenten las posibilidades de
riesgo. Lo ha dicho tras anunciar que los casos de gonorrea detectados subieron
un 82,3% en la ciudad en 2016 en relación a 2015, al pasar de 588 a 1072, y los
de gonorrea, un 41,7%, de 508 a 720, una tendencia al alza que ya apuntó el
informe anual de la Agència de Salut Pública presentado el pasado noviembre.
Los afectados son, sobre todo, hombres de entre 25 y 39 años que practican sexo
con otros hombres. Otra causa del crecimiento de las detecciones, ha señalado,
es un cambio en el decreto de la Generalitat que regula la declaración de estas
enfermedades por parte de los laboratorios de microbiología, que antes no
tenían la obligación de declararlas y ahora sí. Además, el incremento,
generalizado en las grandes ciudades europeas, también se debe, ha dicho, a que
se mantienen más relaciones sin métodos anticonceptivos. "Se trata de
enfermedades con tratamiento, por lo que es probable que bajemos un poco la
guardia.
Con el
sida había más miedo", ha señalado, por otro lado, la responsable del
Observatori de Salut Pública, Maribel Pasarín, y ha informado de que en
contraste con la sífilis y la gonorrea, las infecciones por VIH descendieron un
16,9% en 2016 respecto al año anterior, al pasar de 385 a 320. También bajó el
linfogranuloma, con 117 casos en 2016, un 19,9% menos que en 2015 (146). Para
hacer frente a las enfermedades de transmisión sexual, el Ayuntamiento ha
aumentado un 42% en dos años los recursos económicos destinados a ello. Así, el
año pasado presupuestó 1.189.720 euros, 352.594 más que en 2015.
Una de las
acciones que ha llevado a cabo el Consistorio es lanzar mensajes a través de
'apps' de relaciones personales para promover la prueba gratuita del VIH y
otras infecciones de transmisión sexual. Mediante una de estas aplicaciones,
Grindr, con un potencial de 130.000 usuarios en el área metropolitana de
Barcelona, logró que entre 2016 y 2017 un total de 1.520 personas contestaran
una encuesta y que 101 se sometieran a pruebas. Dos fueron positivas en VIH y
19, en sífilis. Por otro lado, en las escuelas el Ayuntamiento ha aumentado la
cobertura del programa de educación sexual Parlem-ne; no et tallis en
determinados barrios, que engloban hasta un 43 % de los jóvenes de la ciudad.
El pasado
curso este llegó a 4.783 estudiantes de cuarto de ESO. Asimismo, está en marcha
el programa SIRIAN, orientado a incrementar el uso de la contracepción. En 2017
los siguieron 1.115 personas, un 33% de hombres y un 67% de mujeres. Otra de
las acciones que se llevan a cabo es la distribución de preservativos por parte
de entidades ciudadanas y ONG.
En 2016
repartieron 265.000, acompañados de material informativo. Estas asociaciones
también se encargan anualmente de 20.000 pruebas rápidas para detectar
infecciones de transmisión sexual. Además, desde hace meses el Consistorio
trabaja para que cualquier persona que reciba un diagnóstico de estas
enfermedades se haga la prueba del VIH, lo que se consigue en un 60% de los
casos. La Estrategia Compartida de Salud Sexual y Reproductiva es la que define
las líneas de actuación en este ámbito en Barcelona. El ‘chemsex’, otro riesgo
La comisionada de Salud ha apuntado que el 'chemsex', que consiste en tener
sexo durante un largo periodo de tiempo con la ayuda de drogas, también
contribuye a que crezcan las ITS. Sin embargo, dijo que esta práctica "no
es un problema de salud pública", pues se detectan solo unos 200 casos
conflictivos anuales.
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