lunes, 11 de abril de 2016
Los roles de género siguen muy marcados, mientras no haya cambios profundos la desigualdad persistirá»
El taller de Medicus Mundi marcó pautas en favor de
la igualdad de género.
Medicus Mundi ofreció ayer a educadores eibarreses,
en el Gazteleku, un interesante taller dedicado a trabajar la influencia del
amor romántico en las expresiones de violencia machista en la juventud y
adolescencia.
Medicus Mundi Gipuzkoa presentó recientemente, junto
a Farapi Koop. Elkartea y la UPV-EHU, su investigación titulada '¿El amor es
algo bonito que acaba mal? Amor, sexo y salud.
El ideario amoroso entre
adolescentes y jóvenes en Gipuzkoa', que ha servido para acometer un estudio,
financiado por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo y la Diputación
Foral de Gipuzkoa, con el que se trata de educar y debatir con los propios
adolescentes, jóvenes y agentes docentes, desde una orientación práctica, con
el objetivo de favorecer la creación de herramientas que ayuden a una educación
sexual basada en un concepto de salud integral.
Leire Kortajarena, coordinadora del taller para
educadores, mostró el conjunto de ideas en torno al amor romántico compartido
por adolescentes y jóvenes de 13 a 18 años de nuestro entorno, de cara a
descubrir cómo las expectativas creadas sobre el amor y el sexo influyen en la
forma de actuar y de establecer relaciones afectivas y sexuales.
Asimismo, se ha tratado de detectar comportamientos y
actitudes que podrían ser dañinas para la salud sexual y reproductiva de la
juventud e incluso desembocar en violencia. «Considero que los roles
tradicionales de chica o chico siguen estando muy marcados. Mucha gente está
trabajando para provocar un cambio en la sociedad en favor de los derechos de
igualdad, y una mayor concienciación contra la violencia física, pero existe un
problema estructural de la sociedad. La juventud recibe mensajes muy potentes
en los que captan roles de género con unas consecuencias notables. Todo esto
sigue generando, en última instancia, mucha violencia sobre la mujer, de tipo
psicológico, admnistrativo, estructural... Mientras no existan cambios más
profundos en la sociedad la desigualdad va a persistir», señalaba Kortajarena.
Concienciación
A pesar de que habría que distinguir dos realidades,
de concienciación y reflexión, en torno a la temática analizada en esta
investigación, influidas cada una de ellas por la edad, el sexo, el entorno más
o menos urbano y las experiencias sexuales con que cuentan los grupos de
adolescentes y jóvenes que se han entrevistado en el estudio, se ha observado
un mayor cuestionamiento de las ideas tradicionales del amor en jóvenes de 16 a
18 años, que ya han tenido relaciones y, en mayor medida, entre chicas que
entre chicos.
«Tiene mucha importancia en la configuración de su
ideario amoroso la trayectoria educativa y concienciadora que hayan tenido,
cobrando especial relevancia acciones o figuras educativas clave que han
contribuido a plantear la realidad, la sociedad y sus normas, desde la no
necesaria asunción de éstas y desde la posibilidad de cambio. No somos
conscientes de las incoherencias que existen en nuestra sociedad. Por ello, es
preciso reflexionar sobre cómo transmitimos todos esos roles de género y sus
consecuencias», decía Kortajarena.
Partiendo de estas premisas, se han podido
identificar algunas ideas globales. «Se ha observado, en primer lugar, que
tanto adolescentes como jóvenes establecen la pareja como el estado vital
ideal. Se sigue sosteniendo la idea de que se precisa de otra persona para
estar completo y el planteamiento de la vida sin pareja se vive como fracaso y
se asocia a arquetipos de soledad extrema y locura, especialmente hacia las
chicas».
Sin embargo, y de igual manera, se sigue asumiendo
«el conflicto, incluso violento, como algo intrínseco al amor, entendiendo en
algunos casos, incluso, que si no hay peleas no hay amor».
Además de encontrar un modelo casi unívoco, también
se ha observado que, en la vida cotidiana, «la presencia de la pareja se hace
cada vez más constante, algo facilitado por las tecnologías de información que
hoy por hoy juegan un papel central en la realidad de adolescentes y jóvenes»,
decía Kortajarena.
También, se apreciaba una total desconexión respecto
de la pareja y, en este punto, parece que las chicas asumen más el hecho de
estar siempre disponibles para sus parejas, «sobre todo por whatsapp», según se
indicó en el taller.
También existe una escasez de diversidad de modelos
que ha sido especialmente llamativa en este estudio en el caso de la
homosexualidad o la bisexualidad, «respecto a las que se han encontrado desde
actitudes explícitas de repulsa activa hasta una aceptación 'teórica' de la
situación; siendo mayor el rechazo entre los grupos de edad más jóvenes,
llegándose a hablar de 'moda' en el caso de la homosexualidad, especialmente la
femenina, o de 'vicio' o 'falta de personalidad' en el caso de la bisexualidad,
existiendo también una clara homofobia».
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