Un grupo de expertos ha consensuado un documento de
consenso con recomendaciones para tratar a niños y adolescentes con infecciones
de transmisión sexual (ITS) y ha instado a realizar estudios exhaustivos si se
trata de un menor antes de la pubertad para saber si ha sufrido un abuso
sexual.
En caso de que se sospeche que ha sido víctima de
este tipo de hecho, se debería asegurar, además, protección adecuada al menor y
notificar del caso a las autoridades judiciales.
Este es uno de los aspectos más significativos del
documento de consenso que han elaborado por primera vez expertos de diferentes
grupos de estudios y del Plan Nacional del Sida.
Este documento actualiza uno anterior y ahonda de
forma multidisciplinar en estas infecciones, una labor en la que ha colaborado
GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades
Infecciosas y Microbiología Clínica -Seimc-) y la Secretaria del Plan Nacional
del SIDA (PNS).
También, el Grupo de ITS de la SEIMC (Geits) y el de
la Academia Española de Dermatología y Venereología (Aedv) y la Sociedad
Española de Infectología Pediátrica (Seip).
Además de la recomendación anterior, también hay
otras como la propuesta de integrar la educación sexual en la práctica clínica
de los profesionales sanitarios que atienden a los adolescentes.
En concreto, se recomienda aconsejarles sobre los
comportamientos sexuales que se asocian con un mayor riesgo de contraer una ITS
así como educarles en estrategias de prevención.
Otro de los colectivos que tienen especial
tratamiento en el documento es el de los pacientes con infección por VIH, ya
que se ha incluido un apartado específico y exhaustivo sobre las medidas
generales de prevención y control.
Estas medidas incluyen la valoración del riesgo,
resaltando los factores de riesgo individuales para padecer una ITS, sobre los
cuales hay que incidir a la hora de evaluar a un sujeto.
También, está el cribado de ITS en población en
riesgo, aspecto fundamental para poder instaurar un tratamiento precoz cortando
la cadena de transmisión y, al mismo tiempo, iniciar estudio de contactos.
Y otras medidas generales de control y prevención,
como la educación sanitaria, el estudio de contactos, la vacunación y
vigilancia epidemiológica.
Otro aspecto relevante en el documento es la vacuna
frente al virus del papiloma humano (VPH).
Se especifica que las poblaciones de alto riesgo
(hombres que tienen sexo con hombres, personas infectadas por VIH) podrían
beneficiarse de la vacunación hasta los 26 años de edad, por lo que recomiendan
la revisión de la utilización de la vacuna del VPH en grupos de alto riesgo,
como también sugieren diferentes agencias internacionales.
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