lunes, 16 de octubre de 2017

Diseñan una técnica que permite controlar el VIH sin tener que recurrir a los tratamientos

La potenciación de los linfocitos T con una técnica similar a la ‘T CAR’ empleada en el cáncer posibilita el control de la infección en ausencia de tratamiento antirretroviral.

Si bien las terapias antirretrovirales ya disponibles han demostrado ser muy eficaces para controlar la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), todavía no se ha encontrado un tratamiento capaz de curarla. El resultado es que una vez el paciente ha contraído el virus, se ve abocado a tomar fármacos antirretrovirales de por vida. Y es que una vez se suspende el tratamiento, las copias del VIH oculto en algunas células del organismo –los consabidos ‘reservorios virales’– ‘resurgen’ y reactivan la infección. Pero las células del sistema inmunitario, o más concretamente, los linfocitos T, ¿no hacen nada para evitarlo? Pues sí, pero no son lo suficientemente eficaces como para evitar la expansión del virus. O así ha sido hasta ahora, dado que investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia (EE.UU.) podrían haber dado con la forma de potenciar la eficacia de los linfocitos T y, así, dotarles de la capacidad para controlar la infección sin necesidad de recurrir a los fármacos.

Como explica Rachel Leibman, directora de esta investigación publicada en la revista «PLOS Pathogens», «nuestros resultados demuestran por primera vez que los linfocitos T potenciados con técnicas de bioingeniería pueden controlar significativamente el rebote viral en ausencia de tratamientos antirretrovirales en modelos vivos. Nuestro próximo paso será coger este concepto y trasladarlo a la práctica clínica».

Linfocitos potenciados
Los linfocitos T son un tipo de leucocito –o glóbulo blanco– responsable de activar la respuesta inmune del organismo frente a una infección, en este caso por el VIH. Unos linfocitos cuyo papel es más importante, si cabe, en aquellos casos en los que el paciente deja de tomar los fármacos antirretrovirales que mantienen al virus a raya. El problema es que el VIH cuenta con distintos mecanismos para evadir el ataque de los linfocitos T, hasta el punto de que numerosos expertos han sugerido que la única manera de acabar definitivamente con el virus es potenciar a estos leucocitos para que puedan hacer frente a la infección de una manera realmente eficiente. Y para ello, lo mejor que se puede hacer es recurrir a la bioingeniería para convertir a los linfocitos T de cada paciente en un arma más eficaz. Sin embargo, ninguno de los estudios llevados a cabo hasta la fecha lo han logrado.
En el nuevo estudio, los autores recurrieron a una técnica muy parecida a un tipo de inmunoterapia ya utilizada en el cáncer: la denominada ‘transferencia adoptiva de linfocitos T’, ‘terapia con células anticancerígenas T’ o, simplemente ‘T CAR’, que ya ha demostrado su eficacia en el tratamiento de distintas enfermedades oncológicas –entre otras, el linfoma no Hodgkin y la leucemia linfática crónica.

Los linfocitos T potenciados pueden controlar el rebote viral en ausencia de tratamientos antirretrovirales en modelos vivos.
Concretamente, la técnica consiste en extraer linfocitos T del propio paciente y añadirles un receptor de antígeno quimérico o ‘CAR’, esto es, una proteína –el ‘receptor’– artificial construida por ingeniería genética y en la que se combinan partes de distintos anticuerpos –por lo que es ‘quimérico’– que actúan frente a un invasor –o ‘antígeno’– específico, en este caso el VIH. Así, los linfocitos T ‘manipulados’ son cultivados en el laboratorio y, una vez alcanzan un número considerable, se vuelven a introducir en el enfermo para que combatan el virus.

Es más; para llevar a cabo el estudio, los autores diseñaron un novedoso ‘CAR’ específico para el VIH, para lo cual combinaron diferentes segmentos y que fueron evaluados uno por uno en el laboratorio. El resultado fue que los linfocitos T que expresaron el nuevo ‘CAR’ fueron hasta 50 veces más eficaces que aquellos con los ‘CAR’ ya evaluados a la hora de prevenir la expansión del virus en cultivos de células humanas.

Infección bajo control
Finalmente, los autores evaluaron el nuevo ‘CAR’ en modelos animales –ratones– infectados por el VIH. Y lo que vieron es que los linfocitos T modificados para expresar el ‘CAR’ protegieron al resto de linfocitos T del ataque e invasión del VIH. Y asimismo, que estos linfocitos T modificados retrasaron, y mucho, el rebote viral –esto es, la elevación del nivel de virus en sangre– en los animales en los que se suspendió el tratamiento antirretroviral.

Como concluye Rachel Leibman, «nuestros resultados allanan el camino para la evaluación clínica de la reingeniería de los linfocitos T empleando los nuevos y potenciados ‘CAR’. Un enfoque que, de resultar exitoso, podría potencialmente mantener al VIH bajo control en ausencia de tratamiento antirretroviral».


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