miércoles, 17 de mayo de 2017
Los Derechos de las mujeres en Nueva York
Nos preocupan las crecientes formas fundamentalistas
y de autoritarismo, y el odio que se expresa en los intentos de restricciones
de la autonomía corporal y en los ataques a los movimientos pro-derechos y la
sexualidad de las mujeres y a los colectivos LGTBI.
Hace ya unas semanas, tuvimos la oportunidad de
participar en uno de los foros mundiales más importantes para la reivindicación
y garantía de los derechos humanos de las mujeres, la Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas (CSW61).
Para organizaciones como la mía, Associació de
Planificació Familiar de Catalunya i Balear s (APFCiB), y como Creación
Positiva –con la que compartimos objetivos comunes, entre ellos organizar un
acto, allí mismo, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York– ha sido una
experiencia única el poder visibilizar nuestra agenda local de trabajo por la
defensa de los derechos de las mujeres en un espacio de decisión y
participación multilateral de este nivel. Y hacerlo de la mano de instituciones
como el Fondo de Población Mundial de Naciones Unidas también ha significado un
camino de aprendizajes de gran valor.
"Sin los derechos sexuales y reproductivos, sin
los derechos humanos de las mujeres y sin el feminismo no se podrá cumplir con
la nueva agenda mundial de desarrollo", esta fue la máxima que quisimos
que atravesara todo el discurso de nuestro acto en el que también participaron el
Ayuntamiento de Barcelona y el Womens Major Group.
Además del acto que organizábamos, estuvimos muy
pendientes e interlocutando constantemente con compañeras de organizaciones
feministas de todo el mundo y, con ellas también compartimos, la percepción de
que las conclusiones y resultados de esta CSW61 han sido decepcionantes. Son
mínimos los compromisos de los gobiernos y pocos los avances significativos
para el empoderamiento de las mujeres y la garantía de sus derechos.
Entre los avances que sí se han logrado está el
reconocimiento de que la salud y los derechos sexuales y reproductivos son
esenciales para los derechos económicos, la independencia y el empoderamiento
de las mujeres. Un resultado que ha llegado después de uno de los procesos de
negociación más duros entre las delegaciones de los países presentes. Otros
resultados positivos son el impulso a un plan para que los gobiernos reduzcan y
redistribuyan el trabajo de cuidado no remunerado mediante servicios públicos y
el llamamiento a los gobiernos a poner fin a la violencia y el acoso contra las
mujeres en el mundo del trabajo mediante el fortalecimiento y aplicación de las
leyes y políticas efectivas.
A pesar de estos discretos avances, las activistas
por los derechos de las mujeres de todo el mundo hemos expresado disgusto y
decepción ante los resultados finales. Y es que los Estados han asumido en sus
intervenciones que disminuyen los recursos para invertir en los servicios
públicos y la protección social necesaria para los derechos económicos de las mujeres,
y hay fuertes resistencias de los Estados miembros de la ONU a incluir aspectos
y derechos interdependientes del derecho al trabajo. Para nosotras es
fundamental establecer con claridad la relación entre los derechos y la
autonomía sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas con sus derechos
económicos, su independencia y su empoderamiento, así como que los gobiernos se
comprometan a proteger el derecho a la salud y el acceso universal a servicios
de salud pública de calidad y medicinas, independientemente del estatus
migratorio o de residencia.
Además, nosotras compartimos con el resto de
organizaciones de la sociedad civil presentes en el periodo de sesiones de la
CSW61 la preocupación por las crecientes formas fundamentalistas y de
autoritarismo, y el odio que se expresa en los intentos de restricciones de la
autonomía corporal y en los ataques a los movimientos pro-derechos y la
sexualidad de las mujeres y a los colectivos LGTBI.
"El cuerpo y la integridad de las personas están
siendo atacados y los gobiernos deben ser lo suficientemente valientes como
para señalar estas realidades y luchar por cambiarlas", ha afirmado
Eugenia López-Uribe de Equidad, México. De hecho, la intimidación se ha vivido
en la propia CSW61, la vivimos nosotras en nuestras propias pieles y carnes. En
el acto que organizamos se hizo presente de manera activa un importante grupo
de presión antielección, al igual que ocurrió en muchos otros eventos y
espacios de decisión directa.
El mundo se está posicionando, la fuerza del
fundamentalismo antiderechos crece y se expande a través de sus redes mundiales
de poder y, ante estos organizados ataques mundiales a los derechos de las
mujeres, los grupos feministas consideramos imprescindible la generación de
nuevas alianzas presentes que se reapropien de la CSW y de otros muchos de los
espacios internacionales de decisión y participación multilateral y, para ello,
necesitamos la vinculación de lo global con lo local.
La amenaza a los derechos sólo se neutraliza desde el
grito de la calle.
Etiquetas:
derechos humanos,
derechos sexuales,
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