jueves, 4 de mayo de 2017
Cuatro preguntas para entender qué es la gestación subrogada y por qué causa tanta polémica
Carlos nos escribe: "Os propongo un artículo
sobre gestación subrogada, ya que son varias las noticias que nos llegan a través
de la prensa sobre esta práctica de vientres de alquiler y el debate de si
conviene legalizarla o no. No estaría nada mal elaborar un artículo sobre la
gestación subrogada, con sus pros y sus contras".
Esperamos que el siguiente artículo satisfaga tu
interés y el del resto de lectoras y lectores. Aquí van cuatro preguntas para entender qué es
la gestación subrogada y por qué causa tanta polémica.
1. ¿Qué es la gestación subrogada?
La gestación subrogada es un sistema de reproducción
que tiene dos vertientes, una médica y otra legal. La vertiente médica
comprende un conjunto de técnicas de reproducción asistida: por un lado, están
las de reproducción in vitro, donde se fecunda una serie de óvulos dentro de
una probeta en un laboratorio y se selecciona uno los embriones viables para
introducirlo en el útero de una mujer. Dicho útero se estimula para que acoja el
embrión y geste el feto que se desarrollará.
Por otro lado, están las técnicas en las que se
fecunda un óvulo por inyección seminal en la vagina de una mujer que ha sido
estimulada ováricamente y que también desarrollará el embarazo. Pero a
diferencia de otros métodos de reproducción asistida, en la gestación subrogada
el vientre que acoge el embrión no siempre es el de la mujer propietaria del óvulo
fecundado.
En ocasiones es el de una segunda mujer que se
presta, ya sea de manera altruista, por motivos personales o comerciales, a
gestar el embarazo. Una vez se produce el parto, entra en juego la vertiente
legal de la gestación subrogada. La misma puede implicar la cesión del bebé
gestado a la propietaria de los ovarios y su pareja, que lo filiarán después en
el registro, o bien al propietario del semen fecundador y su pareja.
Es decir que la vertiente legal implica asignación de
la maternidad, o parte de ella, a otra persona. Es por ello que también se
denomina a este procedimiento 'vientre de alquiler', puesto que en algunos países
las mujeres pueden prestarse a gestar los embriones de otras mujeres por
motivos económicos: alquilan su vientre y luego ceden a la criatura.
2. ¿Quiénes pueden querer practicar la gestación
subrogada?
Hay dos grupos principales que pueden estar
interesados en la gestación subrogada como método reproductivo. En primer lugar
están las parejas heterosexuales -el más numeroso con diferencia- en las que la
mujer posee ovarios pero no puede gestar el embarazo por diferentes motivos,
generalmente médicos: la gestación y el parto entraña un peligro para su salud
o le falta el útero o este no es apto para retener al feto.
Con los óvulos de la mujer y el semen del hombre se
realiza la fecundación in vitro y se obtiene, al menos, un embrión viable que
se instalará en el útero de la mujer que hará de gestante.
Otro grupo que puede estar interesado son las parejas
homosexuales masculinas con deseos de ser padres. Estas pueden recurrir a la
inseminación de una mujer que se ofrezca voluntaria, por altruismo o por
motivos económicos, y que gestará el feto. Generalmente el esperma es de uno de
los padres y posteriormente la pareja filiará el hijo en el registro,
renunciando la mujer a sus derechos de maternidad.
La gestación subrogada no es legal en España y se
considera nulo cualquier contrato en este sentido. La Ley de Técnicas de
Reproducción Asistida 14/2006 establece en el artículo 10 que será nulo de
pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin
precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del
contratante o de un tercero.
Adicionalmente, en el Informe Anual 2014 el
Parlamento Europeo tildó a la gestación subrogada de forma de explotación de
las mujeres, aunque dos años más tarde matizó está afirmación limitándola a los
casos donde solo hubiera un interés comercial e instando a cada país a regular
los casos especiales.
Actualmente hay una cierta presión desde partidos
liberales como Ciudadanos para que se regule la gestación subrogada y así se
permita este sistema en casos donde la actuación de la madre gestante sea
totalmente altruista. El Partido Popular prefiere no pronunciarse al respecto y
PSOE y Podemos piden un debate abierto y sensato al respecto.
Adicionalmente, 50 asociaciones de diversas
tendencias -también hay colectivos LGTB- se han pronunciado estos días
abiertamente en contra una posible regulación legal de la maternidad subrogada
al considerarla una explotación sexual de la mujer. Además, han anunciado
movilizaciones contra una próxima feria, que se celebrará en mayo en Madrid y
donde acudirán hospitales y médicos de países donde la gestación subrogada es
legal para contactar con posibles clientes españoles.
La intención de esta feria es que las parejas españolas
viajen a estos países, contraten una fecundación in vitro, donen los óvulos a
una madre de alquiler y regresen al cabo de un año a España con la niña o el niño
adoptado. Esta práctica es relativamente frecuente y genera problemas legales
en la administración española, al tener que asumir la existencia de un niño
adoptado pero procedente de un método ilegal en España. Frente a ella, los
colectivos sociales proponen la adopción.
4. ¿Por qué es tan polémica?
La gestación subrogada genera polémica porque por un
lado es evidente que es un método que se presta a la explotación de todo tipo
de mujeres en países donde la aplicación de sus derechos es muy laxa, y su
coyuntura económica y social es propicia a la explotación de sus órganos
sexuales por parte de bandas mafiosas.
Pero por otro lado hay quien considera que hay casos
en que existen las motivaciones altruistas y estas se ven frustradas por la
falta de legislación. Sin embargo, los contrarios a la gestación subrogada
creen que estas motivaciones altruistas muchas veces esconden un afán comercial
que no recogen los contratos y que se satisface bajo mano.
Finalmente, un tercer grupo opina que la falta de una
regulación legislativa con la opción comercial plenamente legal, propicia
precisamente la existencia de grupos mafiosos que exploten a colectivos femeninos
vulnerables. Alegan que en cuanto se legaliza el alquiler de los vientres
-Estados Unidos, Rusia, Ucrania o la India lo han hecho- desaparece el peligro
de explotación mafiosa; también que el precio de la gestación subrogada es alto
y puede suponer un gran impulso económico para mujeres que, de otro modo, sí
son vulnerables a la explotación.
Los contrarios a este argumento alegan que
legalizando la gestación subrogada se corre el peligro de hacer del sistema un
modo de vivir para muchas mujeres e incluso que el exceso de oferta de vientres
de alquiler podría hacer baja r drásticamente los precios hasta desaparecer el
impulso económico que salve a las mujeres del peligro de ser explotadas por su
vulnerabilidad económica.
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