viernes, 12 de agosto de 2016
Hallan una mutación genética que bloquea una vía de entrada del VIH
La mutación reduce la capacidad de algunas células de
capturar el virus y transferirlo a los linfocitos T-CD4.
Científicos del Instituto de Investigación del Sida
IrsiCaixa han identificado por primera vez en personas con Sida una mutación
genética que bloquea la entrada del VIH en células del sistema inmunitario, al
impedir la producción de una proteína que facilita su penetración en el
organismo.
El estudio, que publica la revista Nature
Communications, ha permitido demostrar que esta mutación genética impide la
producción de la proteína Siglec-1, que facilita la penetración del Virus de
Inmunodeficiencia Humana (VIH) en las células mieloides, lo que abre la puerta
a desarrollar fármacos complementarios a los actuales que bloqueen esta
proteína sin sufrir efectos secundarios.
"El estudio de la genética humana y de las
personas que carecen de un receptor de manera natural nos puede dar mucha
información sobre futuras terapias a desarrollar", ha destacado Nuria
Izquierdo-Useros, investigadora de IrsiCaixa que colidera el estudio junto con
Amalio Telenti, del Instituto Craig Venter en California.
El trabajo ha sido liderado por investigadores del
Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, impulsado conjuntamente por la
Obra Social "la Caixa" y el Departamento de Salut de la Generalitat
de Cataluña, y de la Universidad de Lausanne (Suiza), junto con los grupos de
estudio de la cohorte suiza SHCS y la norteamericana MACS.
Un mecanismo clave en el proceso de diseminación del
VIH en el organismo es la infección de sus células diana, los linfocitos T-CD4,
a través de las células del sistema inmunitario denominadas mieloides.
Este proceso, que se conoce como transinfección,
ocurre cuando el virus penetra en las células mieloides, se refugia en su
interior y desde ahí infecta a los linfocitos T-CD4.
El estudio de los científicos del Instituto de
Investigación del Sida IrsiCaixa ha identificado ahora por primera vez en
personas infectadas por el VIH una variante genética que impide la producción
de Siglec-1, el receptor que permite esta entrada del virus en las células
mieloides y su subsiguiente transinfección a los linfocitos T-CD4.
Los investigadores del IrsiCaixa han concluido que
esta variante confirma la posibilidad de utilizar a Siglec-1 como posible diana
terapéutica de nuevos fármacos, ya que su ausencia no tiene ninguna
consecuencia clínica aparente en los pacientes.
La presencia de la mutación genética detectada en
este estudio es muy poco frecuente, ya que se estima que sólo un 1,3 % de la
población europea la tiene en al menos una de sus dos copias de 23 cromosomas,
y aproximadamente un 0,05 % la tiene en las dos.
A pesar de esta frecuencia tan baja, el estudio
publicado en Nature Communications ha permitido identificar por primera vez que
hay pacientes infectados por el VIH que, de manera natural, carecen de esta vía
de dispersión viral.
En concreto, los investigadores consiguieron
localizar a 97 personas que tenían la mutación en una de sus dos copias de
cromosomas y a dos que la tenían en ambas.
Tras estudiar en el laboratorio el efecto de estas
alteraciones en células extraídas de los pacientes, los científicos comprobaron
que la mutación reduce la capacidad de las células mieloides de capturar el
virus y transferirlo a los linfocitos T-CD4.
Además, descubrieron que Siglec-1 se expresa en mayor
medida en las personas que no tienen la mutación, en menor proporción en las
que sólo tienen una copia con la mutación, y absolutamente nada en las que la
tienen en las dos copias.
Como consecuencia, en las personas que presentan la
mutación genética en sus dos copias de cromosomas, la ausencia del receptor
impide al VIH entrar en las células mieloides e infectar a través de ellas a
los linfocitos T-CD4.
El trabajo ha investigado en dos grandes grupos de
pacientes con VIH, en Suiza y en EEUU, si la presencia de esta mutación se
puede asociar a una determinada evolución de la enfermedad, pero habrá que
seguir realizando estudios que identifiquen a más portadores de la mutación
genética para poder sacar conclusiones, según los investigadores.
Por ello el objetivo más inmediato ahora es tratar de
detectar a más personas infectadas por el VIH y que tengan esta mutación
genética.
La ausencia de Siglec-1 no presenta en principio
ningún efecto en las personas afectadas por la mutación, lo que lo convierte en
un candidato atractivo para la elaboración de nuevos fármacos que lo bloqueen
porque se minimiza el riesgo de generar efectos secundarios, según los autores
de la investigación.
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