miércoles, 1 de octubre de 2014
Las mujeres ganan, pero han perdido mucho
Isabel Serrano
Ginecóloga y miembro de la Plataforma Decidir nos hace libres
Hoy, día de la retirada del anteproyecto de ley que pretendía
eliminar de un plumazo la protección jurídica y sanitaria al aborto, es un día
de felicitaciones. Hoy hemos ganado en democracia porque es más democrático
reconocer que las mujeres son capaces de tomar decisiones responsables que
legislar para que otras personas decidan por ellas. Es más democrático guiarse por el sentir de la mayoría de la
población que plegarse a las imposiciones de grupos y personas alejadas de
la realidad social, enfrascadas en el más absoluto no al aborto. Es más
democrático que las mujeres que necesitan abortar sean atendidas de manera
equitativa a que su atención dependa de que sean ricas o pobres. Es más
democrático cumplir los acuerdos internacionales en materia de derechos
sexuales y reproductivos que estar al lado de los países, generalmente poco o
nada democráticos, que infravaloran y discriminan sistemáticamente a las
mujeres.
Hoy mucho hemos ganado pero
nuestro país, durante los casi tres años que ha durado este duro debate,
mucho ha perdido.
Se ha perdido confianza en las instituciones. Muchas mujeres,
sobre todo las más vulnerables, han tenido dudas sobre la legalidad de lo que
iban a hacer y en ocasiones han actuado contra su voluntad, con miedo, o
incluso poniéndose en peligro. En ese periplo han sentido el abandono de sus
gobernantes que han favorecido un descarnado debate en el que ellas, las
mujeres invisibles que se enfrentaban a un aborto, han sido criminalizadas. No
solo han tenido que soportar a los fanáticos anti-elección inmiscuirse en sus
conciencias sino también el dedo acusador de todo un consejo de ministros…
quien mal te quiere te hará llorar…
Se ha perdido tiempo en aplicar las medidas preventivas,
educativas y sanitarias, que la ley aún vigente contemplaba. El Partido Popular
ha hablado siempre, intencionadamente, de la ley del aborto renegando y dejando
sin efecto la otra mitad de la ley aprobada en 2010 por el gobierno socialista.
Para este gobierno todo lo preventivo no existe y el aborto ha sido una
tapadera de lo que siempre hemos sabido,
que los conservadores que penalizan el aborto suelen ser contrarios a las
únicas medidas que lo previenen: la educación sexual, los métodos
anticonceptivos seguros, la píldora del día después y la formación en igualdad.
Se ha perdido en imagen pública. En las últimas décadas la
sociedad española había avanzado en un marco legal más igualitario, de
prevención de violencia, de derechos sexuales, de reproducción asistida, que
nos habían hecho acreedores de respeto internacional. Desde que el gobierno
puso en papel el anteproyecto sobre protección de los derechos del concebido,
el más retrógrado de nuestro entorno
europeo, esa imagen de progreso y tolerancia cayó fulminada generando sorpresa
y perplejidad en los países con desarrollo social, cultural y legislativo
similares al nuestro.
Se ha perdido también la oportunidad de confiar más en nuestros
jóvenes. El gobierno del Partido Popular se obsesionó desde el primer momento
con la genética irresponsabilidad de la gente joven. Unas veces era en sus
relaciones sentimentales y sexuales, otras en el uso desmedido de la píldora
del día después y, otras, cómo no, en el irrefrenable impulso para desear
quedarse embarazadas en vez de usar métodos anticonceptivos. La realidad es
tozuda y las jóvenes no son siempre irresponsables ni abortan cada vez más. El
marco legal hoy vigente garantiza suficientemente el apoyo y acompañamiento que la mayoría de las jóvenes de 16 y
17 años necesitan para abortar, no habiéndose producido en sus cuatro años de
desarrollo ningún conflicto reseñable.
Hoy estamos en el día de debate político, donde los distintos
líderes, muestran sus cartas y donde Gallardón ha pagado como cabeza de turco
los errores de un gobierno que metió al país en un conflicto que no tocaba. Hoy
la sociedad en general, y las mujeres en particular, han ganado y el gobierno
del Partido Popular ha perdido. Pero mañana debemos recuperar la cordura en un
tema tan sensible como es el aborto. Debemos trabajar para contribuir a su
prevención y garantizar que los profesionales sanitarios sigan atendiendo a las
mujeres de la mejor forma posible.
Mañana, debemos dejar a las mujeres, a cualquiera de ellas que sin esperarlo pueden verse ante la necesidad de interrumpir su
embarazo, en paz.
Etiquetas:
derechos reproductivos,
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