Los medicamentos para el VIH, o fármacos ARV, que se
utilizan para el tratamiento del virus del VIH, no son capaces de curar la
enfermedad, aunque pueden evitar que el virus se reproduzca o haga copias de sí
mismo.
La medicación para el VIH tiene cuatro objetivos
fundamentales:
Aumentar la esperanza y la calidad de vida.
Evitar la progresión de la enfermedad.
Reduciendo la carga viral a niveles indetectables
durante el mayor tiempo posible.
Limitando el desarrollo de resistencias (cuando el
virus ya no responde) a los fármacos ARV.
Devolver el sistema inmunitario a su estado normal y
mantenerlo así durante el mayor tiempo posible.
Mantener el recuento de células CD4 dentro del
intervalo normal o aumentarlos si fuera demasiado bajo.
Evitar otras posibles infecciones.
Minimizar la transmisión del VIH a otras personas; se
debe tener cuidado con esto, ya que una carga viral indetectable en el plasma
no significa necesariamente que el virus no se encuentre en otros fluidos
corporales.
El desarrollo acelerado de fármacos con capacidad de
inhibir la replicación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y su
posterior uso en pacientes infectados, ha logrado alterar la evolución natural
de la infección. De esta manera, una enfermedad rápidamente mortal se ha
transformado en una afección crónica.
Los fármacos antirretrovirales
El Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad
(TARGA en español o HAART en inglés) se basa en combinaciones de varios
fármacos antirretrovirales; por norma general suele tratarse de 3 fármacos de
cómo mínimo dos familias diferentes.
Los antirretrovirales, básicamente, lo que hacen es
bloquear la actividad de las enzimas del VIH interponiéndose entre ellas y las
partes de la célula infectada sobre las que actúan. De este modo, estas enzimas
no pueden cumplir con su función y el proceso de replicación del VIH se
ralentiza, se detiene o bien da como fruto partículas virales que no son
viables.
Con ello se consigue reducir drásticamente el nivel
de actividad del virus y, por tanto, la cantidad de partículas virales en la
sangre y dentro de las células, con lo cual se reduce el número de células
afectadas y el S.I. puede irse recuperando paulatinamente, con un incremento de
los CD4 que garantice una correcta protección inmunitaria y permita evitar o
retrasar todo lo posible la aparición del sida.
Los fármacos antirretrovirales, además, también
reducen la cantidad de virus presentes en otros fluidos del cuerpo, en
particular, en aquellos implicados en la transmisión del virus de persona a
persona, como son la propia sangre, el semen, el flujo vaginal y la leche
materna. Esto es muy importante a la hora de reducir el riesgo de transmisión.
No obstante, los fármacos antirretrovirales actuales
no pueden eliminar al virus por completo del cuerpo. Esto es así porque no
llegan con la fuerza suficiente a determinadas zonas como el sistema nervioso,
los testículos, los ganglios intestinales y otros "santuarios" donde
el VIH está menos expuesto a sus efectos, por lo que siempre el VIH conserva el
potencial de volver a replicarse con rapidez.
Por ello, una vez que se inicia la terapia
antirretroviral, hay que tomarla de por vida, correctamente, respetando dosis y
horarios, para impedir que el VIH pueda proliferar.
La actividad de los antirretrovirales produce algunos
efectos indeseados en el organismo del paciente. Como consecuencia de ello,
pueden aparecer, a corto o medio plazo, lo que se denomina efectos secundarios.
Sin embargo, la gran mayoría de las personas bajo tratamiento antirretroviral
puede llevar una vida diaria normal.
Tomarse correctamente los antirretrovirales es la
mejor manera de garantizar que tendrán la máxima eficacia frente al VIH durante
el mayor tiempo posible, y también puede contribuir a minimizar determinados
efectos secundarios.
Los medicamentos antirretrovirales actualmente
disponibles o en desarrollo se dividen en cinco grandes familias que
corresponden a las dianas (marcadas en la figura) sobre las que actúan las
distintas familias de fármacos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario