jueves, 12 de enero de 2017
Una campaña vasca pagada por un americano saca a la luz a niñas con pene y niños con vulva
Promovida por familiares de menores transexuales para
hacer visible su situación, ha sido financiada de modo altruista por un
directivo bancario gay con ascendencia navarra.
El mensaje de que “hay niñas con pene y niños con
vulva” se deja ver con nitidez en
las capitales vascas y navarra desde este martes. Casi un centenar
de marquesinas en Vitoria,
San Sebastián y Pamplona y 25
estaciones del Metro de Bilbao exhiben la campaña publicitaria promovida por
Chrysallis Euskal Herria, asociación de familias de menores transexuales. Para ello han contado con la ayuda de una inesperada y altruista donación llegada desde
Estados Unidos, que ha compensado la falta de apoyos oficiales. Un cheque
por valor de 30.000 euros por el
que tuvieron que firmar un
contrato de confidencialidad , que preserva la identidad del donante.
Los anuncios se ajustan con exactitud al objetivo de
la campaña. En los carteles
aparecen dibujados cuatro menores
que corren desnudos sonrientes cogidos de la mano; los dos del centro
son una niña con pene y un niño con vulva. Los textos que acompañan a la imagen constituyen una llamada de atención,
acompañada de un ruego: “La
mayoría sufre cada día porque la sociedad desconoce esta realidad. Hablemos de
ello”.
CENSURA EN FACEBOOK
Chrysallis ya ha conseguido al menos esto último, que
se hable de ello, al poner en marcha una campaña programada del 10 al 16 de
enero, que antes de exhibirse en las calles tuvo su primer encontronazo con la
censura en Facebook. Para que no les cerraran la página se vieron obligados a
tapar los genitales de los menores en el muro de la asociación. Un contratiempo
que pronto se vio compensado por miles de visitas y la atención dispensada por
los medios de comunicación, que se extiende a las redes sociales, donde fluyen
los mensajes de solidaridad.
Sus promotores son conscientes de que la campaña
puede generar polémica y no la rehúyen. Hasta la mañana de este miércoles las
reacciones contrarias son escasas, se limitan a un correo electrónico enviado
desde Navarra por una madre que se ha sentido ofendida y a algún tuit fuera de
lugar; pero están seguros de que con la difusión el número de comentarios
negativos aumentará.
“No nos importa, hay que informar sobre la existencia
de los menores transexuales y acabar con las teorías obsoletas que dicen que se
trata de una patología, de un trastorno mental, lo que conlleva mucho
sufrimiento y hasta que haya gente que se quiera morir”, indica a EL ESPAÑOL la
portavoz de Chrysallis, Beatriz Sever.
Los datos que manejan lo demuestra. El decalaje en la
tasa de suicidios entre los transexuales que no vieron reconocida su identidad
en la edad infantil (43%) y la población en general (1,2%) es de más de cuarenta
puntos. “ Visibilizar lo que ocurre salva vidas”, afirma Sever, madre de un
“niño con vulva” , que ahora cuenta con siete años y hace dos que realizó el
“tránsito social”, al alcanzar el reconocimiento de su identidad sexual en el
colegio y demás ámbitos de su entorno.
UN BENEFACTOR AMERICANO
La asociación , integrada en Chrysallis España, se
constituyó en Euskadi en marzo de 2015, gracias a la iniciativa de ocho
familias de Navarra y la comunidad autónoma vasca, afectadas por la situación
de sus hijos. El número ha crecido a medida que se han dado a conocer y ya son
más de cuarenta las que además de conformar una red de apoyo mutuo trabajan en
la defensa de los derechos de los menores transexuales.
Los asociados suplían con trabajo y dedicación la
falta de ayudas oficiales hasta que se vieron sorprendidos por un golpe de
suerte. Una de sus primeras iniciativas, -unas fichas didácticas con conceptos
básicos para trabajar en las aulas, que tradujeron a ocho idiomas-, despertó la
atención de un adinerado americano que se prestó a respaldar a la asociación,
carente de recursos económicos propios. Tras conocer la labor social que
realiza y el interés de Chrysallis por efectuar una campaña de divulgación, su
bienhechor les pidió que solicitaran un presupuesto a una agencia y se
comprometió a financiarla. La condición que puso es preservar su anonimato.
Por eso los datos que se han acabado filtrando sobre
él no son demasiados. Se conoce que es un hombre gay, con ascendencia navarra a
través de una abuela, que trabaja en Nueva York y que ocupa un alto cargo
directivo en un importante banco mundial.
“MI HIJO ES FELIZ”
El trabajo de Crysallis de cara al exterior es
eminentemente didáctico: “La transexualidad es la condición por la que el sexo
de una persona no corresponde con el que se le asignó al nacer en atención a
sus genitales. Es un hecho más de diversidad. La identidad sexual es una
cuestión de autoconsciencia, de subjetividad, y por supuesto esto no se
encuentra entre las piernas, sino en todo caso en la cabeza”.
“La naturaleza no es una fotocopiadora, nuestros
hijos podían haber sido de otra forma pero hay que aceptar la realidad”, resume
Beatriz Sever, para quien la referencia no son tanto los estudios científicos
como lo que ella ha comprobado en su casa. “Lo que me vale es que, tras
aceptarlo, mi hijo es feliz “, repite como el mejor de los argumentos posibles.
Sever relata la lucha particular de cada familia para
lograr que sea reconocida la identidad sexual de estos menores ante la falta de
respuestas claras sobre cómo abordar su situación. “Algunos se tienen que
pelear en los colegios para que no llamen a sus hijos por el apellido o les
metan en el baño de minusválidos”, se queja.
GUÍA PARA LOS COLEGIOS
El Gobierno vasco ha puesto en marcha un protocolo
que establece unas pautas para que los centros escolares se adapten a las
necesidades del alumnado transexual. En él se recogen medidas para que el
alumno sea llamado por su nuevo nombre, en caso de cambio, y pueda utilizar el
baño o los vestuarios acordes con el sexo con que el que se identifica. También
aborda cuestiones sobre el uniforme u otras más administrativas sobre cómo
queda el menor registrado en los exámenes y en las notas.
El protocolo está vigente pero es de aplicación
voluntaria, a diferencia de los que rigen ya en otras autonomías. Chrysallis
considera que se queda en el papel y que le falta un plan de formación del
profesorado, “que está muy perdido a la hora de afrontar los casos de menores
transexuales”.
Sever pone el ejemplo de Navarra, donde el Gobierno
foral está “más implicado”, esa formación la acomete directamente un sexólogo,
y se ha abierto Kattalingune, un servicio público de atención, información y
acompañamiento a personas LGTB (Lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) y
sus familiares.
“Nosotros hemos solicitado al Gobierno vasco esas
mismas prestaciones, porque el protocolo sin más no funciona en los colegios y
la labor de información a las familias que corresponde a las instituciones la
estamos realizando nosotros, padres que cogemos el teléfono y atendemos a otros
padres”, explica la portavoz de Chrysallis.
Facebook censura campaña @ChrysallisEH.
No a la #censura.
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Etiquetas:
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