Los vecinos de los acusados de una violación múltiple
en San Fermín opinan que son “buenísimos” y “seguro que no han hecho nada”.
Pedro Sánchez llora como una mujer, un asesino se nos presenta como un
“polifacético periodista” y los titulares sobre las olímpicas de Rio 2016 se
convierten en un desfile de “buenorras”.
Si lloraste con Machismo y medios, lo peor de 2013,
rabiaste con Machismo y medios, lo peor de 2014, y quisiste cortarte las venas
con Machismo y medios, lo peor de 2015, esta tampoco es tu lista de fin de año.
Machismo y medios, lo peor de 2016 te pone en la mesa, al ladito de las uvas,
un puñado de realidad machista de la que nos tragamos a diario en la prensa
seria.
10. El asesino polifacético
“Discutido y polifacético periodista” es el título
que El Mundo dedica a un asesino. “Periodista, abogado, marino mercante,
director de uno de los primeros programas en”…
El obituario no escatima espacio para hablar de
Alfons Quintá, asesino de la doctora Beltrán, que se suicidó después de
matarla. El crimen dejó tras de sí un reguero de los preceptivos titulares de
la prensa mainstream, tan reacios a dar un paso atrás y dos al frente para
dejar de equiparar a las víctimas con sus asesinos: “Hallados muertos en su casa”,
repitieron.
9. Sí es sí, o no
Sin alejarnos del gremio periodístico, este 2016 tan
raro y desalentador nos deja un titular que refleja muy bien esa cultura de la
violación en la estamos inmersas: Sí es sí, o no.
Lo firma el director del Diari de Tarragona, Josep
Ramón Correal, quien deja constancia de su posicionamiento con afirmaciones
como esta: “Hi ha una màxima del donjoanisme que afirma que si una senyora diu
que no, és que potser sí; si diu que potser sí, és que sí; i si diu que sí, no
és una senyora”.
Caspa aparte, el director del Diari, contribuye desde
su tribuna a cimentar la cultura de la violación que considera a las mujeres
como objetos para el disfrute masculino y utiliza argumentos como este: “El
problema rau notablement en el fet que l’oci nocturn sol estar ben regat
d’alcohol, un desinhibidor capaç de fer moltes maleses”. Pues no, no es el
alcohol quien viola. Sois vosotros.
8. Cultura de la violación para 5 millones de
seguidores
Pero para difundir la cultura de la violación en masa
hemos contado en este 2016 con un embajador de lujo: un influencer, un
trendsetter, una criatura del internet más bobo. Sí, para difundir la cultura
de la violación hemos tenido el honor de contar este año con Jorge Cremades
quien, gracias a la inestimable colaboración de El Español, se nos metía en el
desayuno con este titular: Hay más violaciones a hombres que a mujeres.
Cremades asegura que esto es cierto según unas
estadísticas de las cuales “no se habla”. Ok. Hablemos: en 2015 hubo 82
víctimas masculinas de agresión sexual con penetración frente a 827 femeninas,
10 veces menos. Del total de agresiones categorizadas como “delitos contra la
libertad e indemnidad sexuales” hubo 6.823 víctimas mujeres frente a 1.286, con
datos del Anuario Estadístico de 2015 del Ministerio de Interior vistos aquí.....
Para El Español, Cremades es un “niño grande”, un
“humorista” merecedor de su acrítico altavoz.
7. La manicura mal hecha y el vestido de monja
Entre los clásicos de machismo y medios no podían
faltar las alusiones al aspecto físico de las mujeres, en general, y en
particular de aquellas que ejercen responsabilidades públicas. Así, por
ejemplo, el Heraldo nos informa del estado de las uñas de Maru Díazel Heraldo
nos informa del estado de las uñas de Maru Díaz, diputada de podemos, o el
Diari de Tarragona opina sobre Soraya Sáez de Santamaría que, a su parecer, va
“vestida de monja”.
6. Culpar a la víctima
Otro clásico del machismo, el de cuestionar y culpar
a las víctimas, sigue muy presente en los medios. Si violan a una mujer, los
medios se preguntan qué llevaba puesto. Si la asesinan, qué hacía con su
asesino, dónde, ¿POR QUÉ NO HIZO NADA PARA EVITARLO? Porque somos nosotras las
responsables de que no nos violen ni nos maten.
He aquí un glorioso ejemplo. Elijo el de El Diario
Vasco, aunque lo podréis encontrar en muchos otros: Decapitada una mujer en su
primera cita con un hombre que conoció en internet. Este titular está en mi
carpeta de capturas de este año también por la frase que se añade en el cuerpo
de texto: “En el ‘status’ del perfil de Kristina se leía ‘buscando activamente’
en redes sociales”. ¿Y? ¿Buscaba acaso ser asesinada y decapitada?.
5. Llorar como una mujer
El Correo de Andalucía se ha ganado este año un
puesto en esta lista por su titular sobre Pedro Sánchez: No llores como una
mujer lo que no supiste defender como hombre, texto que cambió luego y tras el
aluvión de críticas en su edición digital.
4. Unos violadores “buenísimos”
Sobre la violación múltiple a una mujer en los
Sanfermines de este año, cabe destacar la vergonzosa intervención de Antonio
Naranjo en ‘La mañana de la La1′. Naranjo, colaborador habitual del programa de
la cadena pública, se permitió el lujo de poner en cuestión la versión de la
víctima, culpabilizándola: ¿Se puede descartar que haya sido consentido? ¿Cómo
acaba con cinco chicos en un lugar apartado si no te llevan a la fuerza?.
Otro triste ejemplo de cómo a los medios les resulta
más fácil empatizar con los agresores que con las víctimas lo encontramos en el
‘Programa de Ana Rosa': valga como muestra este titular: Los vecinos de los
acusados de violar a una chica en San Fermín: “Son buenísimos”. “Todos
coinciden, eran buenos chicos”, se lee en la entradilla.
3. La Angelina Jolie kurda
Se llamaba Asia Ramazan Antar, luchaba en las Unidades
Kurdas de Protección a la Mujer, la asesinó el Estado Islámico. Pero estos
medios, entre otros, prefieren destacar su aspecto físico…
Vamos, que no es tan difícil… Se puede y debe titular
de otra forma. ¿Qué tal algo así?
Asia Ramazan Antar, la militante kurda muerta en
combate cuya lucha contra Estado Islámico fue minimizada por su aspecto físico
(BBC).
Muere el símbolo de la lucha de las mujeres contra el
ISIS (Público)
2.
Messi, Higuaín y una mujer
De julio es este titular deportivo que una vez más
delata cómo los medios ponen nombre y apellidos a los hombres y engloban a las
mujeres en una categoría única, la de “mujer”.
“Una mujer” es, en concreto, la futbolista del Lyon
Camille Abily, quien marcó este gol…
… ante el desconcierto del algún redactor deportivo,
quien se muestra sorprendido de que una futbolista marque goles.
1. Medalla de oro al machismo olímpico
Las competiciones deportivas son campo abonado para
los enfoques machistas, y este año Rio 2016 nos deja una buena cosecha. Merece
destacar a la redacción de Marca, donde las reacciones en las redes sociales a
su sexismo declarado, en lugar de motivar la reflexión, hizo venirse arriba a
los militantes del periodismo machista que se permiten hacer cosas como esta:
Pero Mireia Belmonte y Teresa Almeida no son las
únicas víctimas del periodismo cutre, ni Marca el único medio en ejercerlo.
Carolina Marín fue una niña que admiraba a Nadal con la suerte de dar con un
hombre que “convirtió en oro sus rabietas”. Lydia Valentín, bronce en halterofilia,
lleva maquillaje y tiene una exuberante belleza. Maialen Chourraut, dos
medallas en piragüismo en Roo, es madre, y en gimnasia rítmica las deportistas
desaparecen del titular para dar protagonisma a ¿Bisbal?.
La lista es larga y la ha hecho, por ejemplo, Locas
del Coño, eldiario.es y hasta SModa. El sexismo es tan flagrante que muchos
medios rectificaron sus titulares de gorditas y buenorras después de haberse
ganado unos clics con la polémica.
Como también rectificaron Infobae, que puso nombre a
“una mujer”, El Correo de Andalucía, cuya edición digital cambió el titular del
Pedro Sánchez llorica y, en cierto modo, rectificaron el autor del “Sí es sí, o
no” o el colaborador de TVE, que pidieron disculpas tras las críticas.
Con eso me quedo. Con las muchas vigilantas de medios
y con los medios críticos que están consiguiendo dar la vuelta a unos titulares
que no nos representan. A por 2017.
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