viernes, 11 de septiembre de 2015
Tres razones que invitan a la “reflexión” para combatir el VIH en Navarra
La Comisión Ciudadana Antisida de Navarra insiste en
que los recortes han afectado a las campañas de las asociaciones, recuerda que
las nuevas generaciones ven más alejada la enfermedad y pide apostar por la
educación sexual.
El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra ha
detallado que en 2014 se registraron 49 positivos en la comunidad, un aumento
que se sucede desde 2012 tras años de caída o estabilidad.
Los datos de infecciones por VIH en Navarra son,
según la Comisión Ciudadana Antisida de Navarra, una invitación a la
“reflexión”. El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra ha revelado que
la comunidad registró en 2014 un
total de 49 casos de infección, frente a los 44 de 2013 y los 32 del año
anterior. Lo preocupante del dato es el cambio de tendencia, cuando la
concienciación sobre el sexo seguro parecía que se había extendido (y
asimilado), ahora se da de nuevo un aumento, especialmente entre los hombres
que practican sexo con hombres. La Comisión, que precisamente había advertido sobre este tema (a
pesar de que, por ejemplo, en lo que va de 2015 no ha registrado positivos en
los test de prueba rápida que se realizan en la entidad), insiste en el trabajo
que queda por delante. Y apunta a diversas causas de esta situación.
La mayoría de las infecciones por VIH se dieron en
Navarra, según recordaron desde el Instituto, en las décadas de los 80 y los
90. Hasta septiembre de 2014, se contabilizaron 2.107 casos. Estas cifras se
habían reducido progresivamente o estabilizado, especialmente en torno al año
2000, pero hubo un cambio de tendencia en 2012, fecha desde la que han
aumentado los positivos (en una tasa similar o inferior a la estatal) y en
muchas ocasiones vinculados, probablemente, a la transmisión sexual, según apuntan
desde el Instituto de Salud Pública y Laboral. Eso sí, en casi en cuatro de
cada diez casos no se pudo determinar este porqué, aunque desde Salud Pública
también apuntan como causa probable la transmisión sexual.
¿Y cuáles son las posibles razones de esta situación?
Asun Roldán, integrante de la Comisión Ciudadana Antisida de Navarra, apunta
algunas reflexiones. Por ejemplo, que es necesario garantizar el acceso a la
sanidad pública de toda la ciudadanía, que son necesarias más campañas de
sensibilización, que las nuevas generaciones son menos conscientes de la
enfermedad, y que falta educación sexual y sobre relaciones afectivo-amorosas
en los centros educativos.
Los recortes afectan
Roldán advierte de que la labor de los colectivos
sociales se ha visto afectada por los recortes en las instituciones, de manera
que se ha podido incidir menos en campañas de prevención o sensibilización. En
el caso de la Comisión, por ejemplo, este año ha contado con unos 84.439 euros
por esta vía, llegados a través del Gobierno Foral y la Obra Social de La Caixa
(la entidad sigue reclamando, en cualquier caso, que este tipo de partidas
dependan íntegramente de instituciones públicas), pero el año anterior fueron
94.000 y en 2011, alrededor de 119.907, en este último caso solo a través del
Ejecutivo foral. Los ajustes en el presupuesto han afectado, así, a sus
actividades y, por ejemplo, el local de la Comisión estuvo en cerrado en julio,
tras realizar la correspondiente campaña de concienciación para san fermines.
Las nuevas generaciones
¿Se ha relajado el uso de preservativo? Roldán cree
que su empleo puede estar más extendido en el primer encuentro sexual, pero que
se relaja en los sucesivos. En cualquier caso, apunta que las nuevas
generaciones, nacidas por así decirlo después del aquella alerta constante en
torno a la epidemia, son menos conscientes del riesgo del VIH. Los balances de
casos de contagio han sido utilizados por sectores conservadores para poner el
foco sobre las relaciones homosexuales, un “estigma” que también fomenta que se
hable con menos naturalidad de estas relaciones y, en general, de la
sexualidad, lo que también puede “invisibilizar” el VIH.
Sexualidad en los centros escolares
Unida a la anterior reivindicación está la necesidad
de apostar por la coeducación, la igualdad transversal dentro de los centros
escolares y, como parte de ella, la educación sexual y afectiva, una
reivindicación que también han planteado colectivos de mujeres o, por ejemplo,
desde el centro de atención a la mujer Andraize. La Comisión Ciudadana Antisida
se ofrece para dar charlas al alumnado de Secundaria (principalmente, en 3º y
4º de la ESO, aunque también ha intervenido en 1º y 2º) y, por ejemplo, en el
pasado curso lo hizo en nueve institutos. El objetivo de estas charlas, sobre
sexualidad y la prevención de riesgos, es aún mayor: hacer que la educación
sexual sea parte efectiva del currículo, algo que se resiste y que aún depende
prácticamente de cada centro y docente, a pesar de los constantes cambios en
las leyes educativas.
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