martes, 8 de octubre de 2019

Muévete por el derecho a la atención sexual y a los servicios de atención a la salud sexual

Nos preocupamos por el sobrepeso, el colesterol y la tensión. Pero cuando le llega el turno a la salud sexual…no la tenemos en cuenta. Esto tiene que ver con que asociamos la salud con la ausencia de enfermedad. Pero no es sólo eso. Hablar de salud sexual es hacerlo también de placer y libertad. Es, por tanto, una dimensión clave de nuestro bienestar a la que todas y todos tenemos derecho y de la que se deriva el acceso a servicios de salud que ofrezcan una atención completa y de calidad.
Necesitamos servicios públicos socio-sanitarios cercanos, con profesionales de diferentes disciplinas que nos informen y nos hagan sentir bien, no nos juzguen ni nos echen la bronca, etc. Estos servicios tienen la vocación de ser para todos y todas, es decir, que tienen que ser sensibles a las particularidades de algunos grupos (personas inmigrantes, jóvenes, etcétera).
Mención especial merece el acceso a la anticoncepción, a unos métodos anticonceptivos de última generación y financiados, condición fundamental para la prevención de embarazos no deseados y la transmisión de infecciones.
Las leyes
¿Quién garantiza que se cumplan estos derechos?
En nuestro país existen una serie de leyes estatales y autonómicas dirigidas a que estos derechos se cumplan. Entre ellas están:
Ley 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, que aborda los requisitos formativos de los y las profesionales de la salud en este ámbito y define los conceptos de salud sexual, salud reproductiva y atención en salud sexual y reproductiva en los servicios públicos de salud.
Ley 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, en la que se recoge el compromiso de integrar el principio de igualdad en las políticas sanitarias y en el acceso a los recursos.
Los obstáculos
¿Qué impide que las personas gocen de este derecho? 
El derecho a acceder a los servicios y prestaciones puede verse obstaculizado por motivos diversos:
Lugar de residencia.Cada Comunidad Autónoma tiene una cartera de servicios específica y marca sus propios criterios dando lugar a muchas inquietudes entre la población.
Dificultades del sistema sanitario.Por ejemplo, la falta de tiempo para atender con más detenimiento a las personas.
Dificultades de las y los profesionales.A veces carecen de la formación necesaria para atender consultas concretas.
Dificultades de las y los usuarios de los recursos.Con frecuencia desconocen la existencia de los recursos, no sitúan el cuidado de la salud sexual al mismo nivel que otros u obvian información relevante por vergüenza al acudir a los servicios.
Barreras lingüísticas.Debido a la falta de traductores e intérpretes para faciliten la comunicación.
Ausencia de centros específicos de salud sexual y reproductiva dependientes del sistema público. Especialmente servicios específicos para grupos en situación de vulnerabilidad o con más dificultades de acceso, como son las personas jóvenes entre otras.
Profesionales objetores/asante la prestación de servicios como la píldora de urgencia o el aborto.
Los servicios de atención
¿Cómo están funcionando en cada Comunidad Autónoma? 
Nuestras asociaciones miembro hacen un breve diagnóstico sobre el estado de los servicios de atención a la salud sexual en Galicia, Castilla la Mancha, Euskadi, Catalunya, Madrid y Valencia.
¿Cómo queremos que sean? 
Necesitamos que los servicios de salud sexual y reproductiva garanticen la atención adecuada a las personas jóvenes. Por eso pedimos…
1. Que no nos juzguen
2. Que no nos traten de moralizar (o desmoralizar)
3. Que nos hagan sentir cómodas/os
4. Que nos pregunten nuestra opinión sobre los servicios
5. Que nuestras consultas sean confidenciales
6. Que nos den la información y servicios que necesitamos
7. Que nos atiendan de forma oportuna durante el tiempo que sea necesario
8. Que podamos elegir por nosotras/os mismas/os
 Muévete
¿Qué hacemos y qué puedes hacer tú?
La Federación de Planificación Familiar
Los Centros Jóvenes de Atención a la Sexualidad (CJAS) son un servicio específico gestionado por la FPFE que trabaja diariamente en pro de una vivencia positiva de la sexualidad y tienen como seña de identidad la confidencialidad, la gratuidad y la atención sin cita previa ni límite de tiempo en un espacio específico y amigable.
Los servicios ofrecidos por los CJAS están dirigidos a personas de cualquier edad, pero se realiza un especial esfuerzo por llegar a quienes se encuentran en una situación de más vulnerabilidad y tienen mayores dificultades de acceso. Así, los CJAS están orientados casi en exclusiva desde su creación, a la atención de adolescentes y jóvenes que, habitualmente, experimentan sus primeros encuentros eróticos sin haber tenido a su alcance información fiable y de calidad, educación sexológica o acceso a recursos específicos de atención a la sexualidad como éstos que se presentan. 
Lo que tú puedes hacer
Nuestros CJAS llevan en funcionamiento desde finales de los 80. Desde la Federación te proponemos lo siguiente:
Envíanos cualquier información relevante sobre anticonceptivos, salud sexual y/o acceso a recursos a coordinacion@centrojoven.org. Pueden ser opiniones a partir de tu experiencia, quejas, propuestas…Los CJAS centralizarán esta valiosa información para aplaudir a quien corresponda, presionar allá donde no se estén garantizando nuestros derechos y proponer mejoras si es necesario.

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