martes, 8 de octubre de 2019

Muévete por el derecho a decidir entre distintas opciones reproductivas

Entre las decisiones más importantes de nuestras vidas están el elegir si vamos ser padres/madres, cómo, cuándo y con quién compartir esta elección.
Por eso, ninguna mujer debe verse obligada a continuar con un embarazo que no desea. La interrupción voluntaria del embarazo se realiza de manera legal y segura en nuestro país, aunque todavía hay obstáculos que impiden un adecuado cumplimiento de este derecho. El acceso a los servicios sanitarios que practican abortos es fundamental para que estos se realicen en las máximas condiciones de seguridad. De hecho, en los países donde no está permitido abortar de manera legal, no hay menos abortos, sino que estos se practican clandestinamente y con riesgos para la salud y la vida de las mujeres. 
Las leyes
¿Quién garantiza que se cumplan estos derechos?
En nuestro país existen una serie de leyes estatales y autonómicas dirigidas a que estos derechos se cumplan. Entre ellas están:
Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, que se compromete a garantizar efectividad del acceso a los métodos anticonceptivos.
La Ley 13/2005, que modifica el código civil y reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. 
Los obstáculos
¿Qué impide que las personas gocen de este derecho? 

Una opción para cada persona
«Siempre he sabido que deseaba ser padre relativamente joven y cuando conocí a mi pareja no tardé mucho en preguntarle si ella también quería ser madre. Recuerdo aquella cena hace un par de años en la que saqué el tema… Ahora somos tres. Y también somos felices.»
«En nuestra época se tenían hijos en cuanto te casabas. Nosotros lo deseábamos mucho la verdad. Y lo intentamos siempre. Pero nunca sucedió. Y el in vitro no estaba ni tan desarrollado ni a nuestro alcance. Costó aceptarlo, pero aprendimos que los dos juntos ya somos una familia.»
«Hubo un tiempo en el que lo dudé. Pero ahora puedo afirmar que no quiero ser madre. No es un proyecto que vaya conmigo.»
«Lo habíamos hablado muchas veces y queríamos casarnos antes de ser padres, él es más tradicional. Fuimos de los primeros en hacerlo en cuanto se aprobó la ley. ¡Qué felicidad! Y en seguida nos volcamos en todo el proceso de la adopción. Teníamos claro que hay muchos niños en este mundo sin amor. Tras tres años llegaron a nuestras vidas Carla y Lucía.»
«Yo decidí no seguir adelante con mi embarazo y no tengo que explicar por qué. Sigo con mi vida y estoy muy contenta con mi decisión.»
«Si a los 35 no encontraba pareja estable sabía que iba a hacerlo. Y como la cosa está muy mal, los 35 llegaron y de pareja estable, ni rastro. Me inseminé y hoy tengo el hijo más precioso del mundo.»
«Es caro, pero ahorramos durante mucho tiempo para esto. Yo tenía 37 años, la edad no perdona así que tras cuatro intentos tratando de implantarme el óvulo fecundado de mi pareja, sucedió y yo gesté a nuestra hija.»
Muévete
La Federación de Planificación Familiar
La FPFE trabaja para garantizar el derecho a decidir, tanto desde sus Centros de Atención a la Sexualidad en los que ofrece servicios de asesoramiento sobre anticoncepción y de acompañamiento en la toma de decisiones reproductivas, como desde programas específicos de educación sexual que realiza en institutos, asociaciones y otros espacios.
Asimismo, a través del área de incidencia política se trabaja para que el gobierno estatal y los gobiernos autonómicos pongan en marcha políticas públicas encaminadas a que todas las personas puedan ejercer su derecho.

No hay comentarios: