lunes, 1 de diciembre de 2014
Machismo en las aulas
La misma mano que acaricia la cara se transforma en un puño que
la golpea.
Violencia juvenil Escolares José Ignacio Wert Educación
ciudadanía Violencia género Materias educativas Violencia Estudiantes Encuestas
Andalucía Comunidad educativa Opinión pública España Problemas sociales Sistema
educativo Sucesos Educación Sociedad.
Los árboles de la actualidad nos impiden ver el bosque de la
vida cotidiana. La oleada de noticias relacionadas con la corrupción política
acapara los medios informativos. Con toda razón. Es una lacra que amenaza con
destruir los cimientos de la democracia.
Pero hay otras importantes noticias que no consiguen alcanzar la
primera página. Y son tan graves para el futuro del país como la corrupción.
Por ejemplo: el número de adolescentes maltratadas por varones se ha triplicado
en los dos últimos años en Andalucía (fuente: fiscal de Menores de Sevilla,
Isabel Vázquez). Otro dato: en el primer semestre de este año, 813 menores han
recibido atención psicológica víctimas de la violencia de género, un 23% más
que el año anterior (informe anual de la Consejería de Igualdad).
El machismo se ha instalado, desde hace tiempo, en las aulas. Y
crece peligrosamente. Los datos de la encuesta Andalucía Detecta, del Instituto
Andaluz de la Mujer, presentados en un reciente congreso, son escalofriantes:
el 24% de los jóvenes andaluces cree que el lugar de la mujer está en su casa,
ocupada en cuidar a su familia; el 10% cree que los hombres son los que tienen
que tomar las decisiones importantes en una pareja; el 50% de los jóvenes cree
que la mujer aguanta bien la violencia machista.
¿No es para echarse a temblar? ¿Cuál será el comportamiento de
esos jóvenes machistas cuando lleguen a la edad adulta? Lo pueden imaginar. Y
también sus consecuencias: en España están siendo asesinadas por violencia
machista unas 60-70 mujeres al año (45 han sido asesinadas ya este año). Miles
de ellas sufren calladamente, a veces durante toda su vida, la violencia física
y psicológica de sus parejas. Muertas (de miedo) en vida.
Además de la violencia tradicional, asistimos al auge del
ciberacoso. La violencia ejercida a través de las redes sociales. Un 61% de las
jóvenes reconoce haber sufrido malos tratos a través de esas redes.
Los expertos alertan de la pasividad de la sociedad hacia estos
acosos, que algunos justifican diciendo que “son cosas de niños”. Pero no lo
son. El profesor Enrique Echeburúa dice gráficamente que “la misma mano que
acaricia la cara se transforma en un puño que la golpea”. Si no se pone
remedio, de las aulas de hoy saldrán los maltratadores y asesinos del mañana.
Etiquetas:
igualdad,
jóvenes,
prevención,
violencia de género
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario