miércoles, 3 de julio de 2013
¿Puede un niño de cuatro años sentir que es una niña?
Las
investigaciones sobre el desarrollo de personas transexuales indican que, en
casos poco frecuentes, la anatomía visible no tiene por qué determinar la identidad de género.
Coy tiene seis años y desnuda parece un niño. Su cuerpo es
masculino, pero desde que tenía cuatro años rechazó todo lo asociado a ese
género y se negaba incluso a salir de
casa vestida como un varón. En la guardería se comportaba como una niña
y utilizaba incluso el cuarto de baño de ellas hasta finales de 2012.
Entonces, el
director de la escuela a la que asistía, en el estado de Colorado, informó a
los padres de Coy de que tendría que utilizar el servicio de los chicos o los
de la enfermería del centro. Los responsables de la escuela consideraban que,
cuando con el tiempo sus genitales se desarrollasen junto con el resto de su cuerpo,
algunos estudiantes y padres podrían empezar a sentirse incómodos.
Sus padres,
con la ayuda de la Fondo de Defensa Legal y de Educación de Transgénero (TLDEF,
en sus siglas de inglés), interpusieron
una demanda por discriminación y, la semana pasada, el Departamento de
Derechos Civiles de Colorado se puso de su parte. “Dado el desarrollo de las
investigaciones sobre el desarrollo de las personas transexuales,
compartimentar a alguien como un niño o una niña basándose solo en su anatomía
visible es una forma simplista de afrontar un asunto complejo”, afirmaba el
informe de este organismo.
Desde el
punto de vista de la ciencia, aún queda
mucho por saber sobre las causas de la transexualidad, pero ¿es posible
que un niño de seis años pueda decidir que no pertenece al sexo con el que
nació? Los expertos debaten este extremo pero avanzan, como en el pasado
sucedió con la homosexualidad, hacia una postura en la que los transexuales no
sean vistos como enfermos mentales.
Etiquetas:
derechos sexuales,
educación sexual,
igualdad y género,
salud sexual
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