Aunque el tratamiento con antirretrovirales mantiene a raya la infección por VIH, la presidenta de la Fundación de Investigación de Diego, Maribel Rodríguez Torres, que participó en el Congreso, afirmó que las complicaciones médicas severas están asociadas a enfermedades hepáticas que pueden, incluso, provocar su muerte. "Los pacientes que tienen daño significativo en el hígado y además VIH no pueden retrasar su tratamiento, porque 3-4 años es la diferencia entre que estén vivos o muertos", indicó la experta portorriqueña.
viernes, 30 de octubre de 2009
Los coinfectados con VIH deben empezar a tratarse de la hepatitis C lo antes posible
El hígado de los pacientes coinfectados por el virus de la hepatitis C (VHC) y el VIH se deteriora más rápido en éstos que en los infectados sólo por el VHC, por lo que es esencial iniciar cuanto antes el tratamiento de esta infección, según datos presentados recientemente en el I Congreso del Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (GESIDA). A pesar de esta circunstancia, la mayoría de los pacientes coinfectados no se trata del VHC, aunque existe una alternativa terapéutica (la combinación de interferón pegilado alfa 2a y ribavirina) que puede curar hasta a la mitad de los enfermos y que, además, se individualiza según la respuesta virológica del paciente.
Aunque el tratamiento con antirretrovirales mantiene a raya la infección por VIH, la presidenta de la Fundación de Investigación de Diego, Maribel Rodríguez Torres, que participó en el Congreso, afirmó que las complicaciones médicas severas están asociadas a enfermedades hepáticas que pueden, incluso, provocar su muerte. "Los pacientes que tienen daño significativo en el hígado y además VIH no pueden retrasar su tratamiento, porque 3-4 años es la diferencia entre que estén vivos o muertos", indicó la experta portorriqueña.
Aunque el tratamiento con antirretrovirales mantiene a raya la infección por VIH, la presidenta de la Fundación de Investigación de Diego, Maribel Rodríguez Torres, que participó en el Congreso, afirmó que las complicaciones médicas severas están asociadas a enfermedades hepáticas que pueden, incluso, provocar su muerte. "Los pacientes que tienen daño significativo en el hígado y además VIH no pueden retrasar su tratamiento, porque 3-4 años es la diferencia entre que estén vivos o muertos", indicó la experta portorriqueña.
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