viernes, 3 de abril de 2020

La FPFE ante la emergencia por el COVID-19

La situación de excepcionalidad que vivimos por la propagación del COVID-19 implica dedicar la mayor parte de los esfuerzos colectivos a contener la infección y a atender a las personas afectadas por la misma, especialmente a aquellas en estado de mayor gravedad, y por supuesto, a aquellas más vulnerables. La FPFE apoya las medidas tomadas por el Gobierno, sin olvidar que existen otras cuestiones relacionadas con la salud que requieren una continuidad de la atención, que siguen siendo fundamentales aun en esta situación y entre las que se encuentra la salud sexual y reproductiva.
La FPFE quiere transmitir la importancia de la continuidad de aquellos servicios prioritarios en la   atención a la salud sexual y reproductiva para todas las personas, especialmente aquellas que forman parte de colectivos vulnerables, independientemente de su situación administrativa. De hecho, la situación provocada por el COVID-19 demuestra la importancia de una red sanitaria pública de la máxima calidad, que proporcione servicio a todas las personas. En estos momentos de crisis no podemos dejar a nadie atrás y debemos facilitar soluciones a las dificultades de carácter urgente que surgen en este ámbito.
La información de la que dispone la FPFE indica que las cuestiones relacionadas con la salud sexual y reproductiva que son urgentes y no aplazables se siguen prestando, hasta este momento en el que publicamos este mensaje, con toda la normalidad posible.
Interrupción voluntaria del embarazo. De acuerdo con sus informaciones, todas las clínicas acreditadas se encuentran en funcionamiento, teniendo en cuenta que el tiempo es un elemento clave para aquellas mujeres que deciden interrumpir su embarazo.
Anticoncepción de urgencia. La anticoncepción de urgencia sigue dispensándose sin receta médica en las farmacias en la medida en que se hacía antes de la crisis, y diversas fuentes nos indican que cuentan con suministro suficiente. Muchos servicios públicos que la dispensan de forma directa también mantienen este servicio.
Adquisición de métodos anticonceptivos. Las comunidades autónomas disponen de teléfonos específicos para la renovación de recetas electrónicas que permiten la adquisición de métodos anticonceptivos de continuidad, de los cuales sigue existiendo suficiente stock en las farmacias hasta este momento.
Detección precoz y tratamiento de infecciones. Se realizan diagnósticos en situaciones en las que la sintomatología indica que existe una infección y se mantiene la continuidad en el tratamiento de aquellas personas que lo requieren. No hemos recibido información que nos indique otra cosa hasta este momento.
Salud materna y perinatal. Se mantienen los servicios de seguimiento y atención, estableciendo centros específicos en aquellas comunidades autónomas en las que existe una tasa de contagio mayor.
Servicios de información. Se mantiene el asesoramiento y la información telefónica y online de numerosos servicios públicos y entidades sociales.
Violencia de género. Para garantizar la asistencia a las posibles víctimas, se consideran como servicios esenciales los destinados a su protección, como los dispositivos de atención 24h, la acogida a víctimas en situación de riesgo, centros de emergencia, pisos tutelados, alojamientos seguros para víctimas de explotación sexual y trata, etc. El número gratuito de asesoramiento 016 sigue en funcionamiento.
Sin embargo, hay situaciones concretas que sí plantean dificultades, como la existencia de recetas en papel que no pueden renovarse o la aparición de síntomas que no suponen una urgencia pero que podrían implicar un retraso diagnóstico. Situaciones que ponen de manifiesto la existencia de desigualdades previas a esta crisis entre comunidades autónomas en el acceso y la calidad de la atención a la salud sexual y reproductiva y la importancia de que existan servicios específicos de atención a la salud sexual y reproductiva. Los servicios de atención primaria no siempre pueden responder a todas las demandas que existen, especialmente en un momento en el que los circuitos de atención se encuentran bloqueados; por eso, contar con circuitos específicos alternativos y que no estén supeditados a la atención general permite mantener las actividades de prevención y la promoción de la salud, también de la salud sexual y reproductiva.
Creemos que es importante por ello,
Mantener el suministro de medicamentos tales como anticonceptivos de continuidad, anticoncepción de urgencia, antirretrovirales y tratamientos para las infecciones de transmisión sexual.
Asimismo, y en aquellas cuestiones no aplazables, como la interrupción voluntaria del embarazo o los tratamientos de continuidad, garantizar el acceso a los servicios, así como los medios humanos y materiales para proporcionar dicha atención.
Por otro lado, la aplicación de medidas de prevención supone un ejercicio de responsabilidad de toda la ciudadanía y la FPFE aplaude las iniciativas de la sociedad civil que, durante esta crisis, ha puesto de manifiesto la necesidad de priorizar la salud, los cuidados, la igualdad de género y la ayuda mutua y que aportan experiencias enriquecedoras para avanzar hacia la igualdad y la justicia social.
Seguir las instrucciones de las autoridades redunda también en el cuidado de la salud sexual, por lo que recomendamos:
Evitar los servicios de atención primaria, así como los servicios de urgencias ambulatorios y hospitalarios, salvo en aquellos casos urgentes. Ante posibles consultas relacionadas con la salud sexual y reproductiva, existen servicios telefónicos y online desde los que se puede realizar una primera atención y una derivación oportuna, previniendo exposiciones innecesarias. El desconocimiento de los circuitos de atención existentes en nuestro sistema de salud podría traducirse en visitas a una sucesión de servicios hasta encontrar el adecuado, lo que aumentaría el riesgo de contagio.
Valorar lo que es urgente y lo que puede esperar no sólo es una tarea difícil cuando se refiere a situaciones propias, sino que temer por la salud puede dar lugar a preocupaciones y sufrimiento. Los servicios de atención deben estar también disponibles para reducir esta ansiedad y ayudar a tomar las decisiones oportunas.
Consultar fuentes fiables. Si bien es cierto que no existe un sitio web gubernamental que recoja información vinculada con todos los temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, en internet sí existe información de calidad al respecto, que proviene tanto de servicios públicos como de entidades sociales.
Cuidar la propia salud sexual y reproductiva, no asumiendo riesgos cuyas consecuencias sean difíciles de atender en las circunstancias actuales o que despierten preocupaciones vinculadas al estado de confinamiento. Las relaciones eróticas van mucho más allá de las prácticas genitales o coitales y, ante la falta de métodos anticonceptivos o de prevención, las posibles formas de encuentro son muchas e igualmente placenteras.
Desde la FPFE, también seguimos estrictamente las recomendaciones de las autoridades para no poner en riesgo la salud de nuestros equipos ni de nuestros usuarios y usuarias. Seguimos trabajando desde nuestras casas y prestamos servicios de asesoramiento telefónico y online, con el objetivo de ofrecer información a aquellas personas que necesitan acompañamiento en sus procesos y decisiones o que requieren de servicios de atención y encuentran dificultades a la hora de encontrar los circuitos oportunos.

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