jueves, 11 de enero de 2018
La sexualidad de las personas mayores sigue siendo un tema “tabú” en las residencias
Los
profesionales, las familias y las propias personas usuarias reconocen que las
necesidades sexuales de los residentes se perciben como algo “tabú” de lo que
se habla poco, a pesar de que en no pocas ocasiones es fuente de dificultades e
incertidumbres en la atención cotidiana. Y es que la sexualidad en personas
mayores es un tema que tiende a ser ignorado, especialmente cuando éstas viven
y son atendidas en entornos residenciales.
La
sexualidad en personas mayores es un tema que tiende a ser ignorado,
especialmente en entornos residenciales.
Así se
como pone de manifiesto en “Sexualidad en centros residenciales para personas
mayores: actitud de los profesionales y políticas institucionales”, un novedoso
estudio de ámbito nacional sobre sexualidad en residencias de personas mayores
realizado por la Universitat de Barcelona, en el que han participado 153
centros de 13 comunidades autónomas y un total de 2.229 profesionales de atención directa.
De los resultados presentados los
autores del informe destacan las
siguientes conclusiones:
– Las
situaciones que implican expresiones sexuales de los residentes no son
inhabituales en los centros residenciales. Pese a ello, hay algunos
comportamientos que son más frecuentes que otros: mientras los besos y
caricias, así como la masturbación en hombres son relativamente comunes, otras,
como las que tienen que ver con relaciones sexuales gays o lesbianas, lo son
mucho menos.
– Los
participantes diferencian entre prácticas comunes y buenas prácticas. Mientras
en la práctica común las reacciones de tipo restrictivo son frecuentes, cuando
se pregunta por buenas prácticas aparecen más respuestas que tiene que ver con
el apoyo y la tolerancia. Esto implica que los profesionales saben lo que
deberían hacer, pero no perciben que eso se lleve a cabo en sus centros de
trabajo.
– La
diferencia entre buena práctica y práctica común es especialmente acusada en
situaciones que implican comportamiento sexuales inapropiados (exhibicionismo,
tocamientos), en los que actuar poniéndose en el lugar del otro y sin caer en
la simple restricción del comportamiento parece especialmente difícil.
– El caso
de las personas con demencia, los profesionales tienden a ser más restrictivos
cuando la relación sexual implica a una persona con demencia y a otra
cognitivamente preservada, más que cuando implica a dos personas con demencia.
Ello puede tener que ver con una tendencia a percibir abuso y falta de consentimiento
cuando sólo una persona tiene demencia.
– Aunque
algunas medidas para abordar la expresión sexual en residencias se llevan a
cabo por una mayoría de centros (especialmente aquellas que tienen que ver con
el reconocimiento de derechos, o la posibilidad de que las parejas compartan
habitación), otras son todavía muy raramente implementadas. En este sentido,
sería importante avanzar en aspectos como la formación e información de
profesionales, residentes y familiares, así como en la disponibilidad de
recursos y materiales para facilitar la expresión sexual de aquellos residentes
que lo deseen.
– La
filosofía del cuidado que orienta un centro es un elemento clave en la práctica profesional y en la
definición de la buena praxis. Para avanzar en una atención residencial donde
se reconozcan derechos sexuales y se
respeten las expresiones individuales diversas, es necesario partir de
modelos globales de Atención Centrada en la Persona. Modelos donde además de
reconocer derechos, se pone en valor “lo diferente” y se proporcionan apoyos
personalizados que buscan dar respuesta a las necesidades diversas de las
personas desde una óptica que integre protección con autonomía y bienestar
subjetivo.
Este
estudio pretende orientar la buena praxis profesional e institucional ante las
necesidades, expresiones y derechos sexuales de las personas mayores que viven
en residencias.
Dirigido
por el profesor Feliciano Villar, de la Facultad de Psicología de la
Universitat de Barcelona, este trabajo de investigación pretende conocer la
situación actual del sector en relación a este tema, para así, desde el
conocimiento de la realidad y el rigor, poder orientar la buena praxis
profesional e institucional ante las necesidades, expresiones y derechos
sexuales de las personas mayores que viven en residencias.
El equipo
investigador está formado por el Dr. Feliciano Villar, director del estudio y
profesor titular de la Universitat de Barcelona; el Dr. Rodrigo Serrat, la Dra. Monserrat Celdrán, el Dr. Josep
Fabà (todos ellos investigadores de esta Universidad) y la Dra. Teresa
Martínez, psicóloga gerontóloga experta en Atención Centrada en la Persona
(Principado de Asturias).
Etiquetas:
derechos sexuales,
mayores,
sexualidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario