viernes, 31 de julio de 2015
Tratar en los tres primeros meses a los nacidos con VIH reduce su carga viral
En 2014 se registraron 220.000 nuevas infecciones de
VIH por la transmisión madre a hijo
Los niños son los mejores candidatos para poder
beneficiarse de futuras curas
El reservorio viral en las infecciones de VIH es la
cantidad de virus que permanece latente dentro de las células tras someterse a
una terapia. Ahora, en un trabajo con recién nacidos, científicos españoles han
demostrado que los niños que iniciaron el tratamiento durante las 12 primeras
semanas de vida tenían una carga seis veces más pequeña que los que empezaron
la terapia a partir de entonces.
El pasado año se registraron en todo el mundo un
total de 220.000 nuevas infecciones de VIH por la transmisión madre a hijo, lo
que supone más de 600 nuevos casos por día.
Este tipo de transmisión es la que ha analizado un
grupo de científicos españoles en 23 niños y ha demostrado que iniciar el
tratamiento antirretroviral (TAR) durante las 12 primeras semanas de vida
reduce seis veces el tamaño de los reservorios virales, siempre que el
tratamiento se mantenga de forma ininterrumpida.
El trabajo, publicado en la revista Clinical
Infectious Diseases, distribuyó a los 23 niños nacidos en España entre 2004 y
2009 en dos grupos: 14 que habían iniciado la terapia durante las 12 primeras
semanas de vida, y nueve que lo habían comenzado entre la semana 12 y la 54.
El trabajo analizó la transmisión del VIH madre-hijo
en 23 niños nacidos en España entre 2004 y 2009.
Cargas virales hasta seis veces más pequeñas
Tras medir con técnicas moleculares de última
generación la cantidad de células que albergaban ADN viral en su interior, los
resultados indican que los niños del primer grupo establecieron cargas virales
seis veces más pequeñas que los del segundo grupo.
Los reservorios virales son los virus que se
mantienen latentes dentro de las células y despiertan cuando se interrumpe la
terapia, por lo que reducir su tamaño sería beneficioso a la hora de implementar
futuras estrategias médicas orientadas a la cura de la infección por VIH.
Los científicos coinciden en que la limitación de
tamaño de los reservorios podría desempeñar un papel clave a la hora de
conseguir que el virus no se replique al suspender el tratamiento, lo que
podría definirse como “cura funcional”, según señala Javier Martínez-Picado,
experto de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados y
coautor del estudio.
“Los niños son los mejores candidatos para poder
beneficiarse en un futuro de posibles intervenciones médicas orientadas a la
cura”, afirma Martínez-Picado, que añade que las terapias actuales permiten
igualar la esperanza de vida de las personas portadoras y las no portadoras de
VIH.
Interrupción del tratamiento
Al mismo tiempo, los científicos también estudiaron
el efecto de la interrupción del TAR en el tamaño del reservorio mediante el
seguimiento de tres niños que lo suspendieron temporalmente, y nueve que lo
mantuvieron de forma constante.
Según el estudio, en ocasiones la medicación en niños
puede ser interrumpida de forma temporal si el paciente presenta una carga
viral indetectable y un buen estado de salud, para así evitar su posible
toxicidad.
Los resultados demuestran que, en cuanto el TAR fue
interrumpido, los reservorios se llenaron rápidamente. “Esto significa que las
interrupciones de tratamiento pueden contrarrestar los beneficios de iniciar la
terapia al poco de nacer”, añade Martínez-Picado.
“El VIH replica relativamente rápido en niños. Y
cuanto más rápido replica, mayor es el tamaño del reservorio. No está claro el
origen del rebote viral, y la ampliación de los reservorios podría ser
irreversible", concluye el experto.
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