El quinto Objetivo de Desarrollo del Milenio tiene dos metas fundamentales: reducir un 75% la tasa de mortalidad materna entre 1900 y 2015, y lograr, para 2015, el acceso universal a la atención de la salud reproductiva.
Lograr una buena salud materna requiere contar con servicios de salud reproductiva de alta calidad y con una serie de intervenciones bien sincronizadas para asegurar que la mujer sigue un camino seguro hacia la maternidad. El no hacerlo provoca cientos de miles de muertes innecesarias año tras año, lo cual es un triste recordatorio del bajo estatus asignado a las mujeres en muchas sociedades.
La medición de la mortalidad materna es sumamente díficil. No obstante datos preliminares muestran que algunso países están logrando una reducción significativa en la tasa de mortalidad materna. Aún así, la tasa de reducción está por debajo del 5,5% anual de disminución necesaria para alcanzar las metas de los ODM.
Meta 1: Reducir un 75% la mortalidad materna
Las principales causas de mortalidad materna en las regiones en vías de desarrollo son hemorragia e hipertensión, que en conjunto, son responsables de la mitad de todas las muertes de embarazadas y madres primerizas. Las causas indirectas como malaria, VIH/Sida y enfermedades cardíacas, corresponden al 18% de las muertes maternas. Otras causas directas, como obstrucciones en el parto, complicaciones por anestesia, cesárea y embarazo, representan el 11%. El dato demoledor es que la gran mayoría de esas muertes es evitable.
El alumbramiento es especialmente arriesgado en el sur de Asia y en el África subsahariana, donde la mayoría de las mujeres paren sin atención sanitaria apropiada.
La brecha entre las áreas rurales y urbanas en cuanto a atención adecuada durante el parto se ha reducido. Más mujeres en áreas rurales están recibiendo asistencia de personal capacitado durante el parto. Sin embargo, sigue habiendo profundas diferencias de cobertura entre los hogares más prósperos y los más pobres.
Meta 2: Acceso a atención de la salud reproductiva
En todas las regiones se están avanzando en la provisión de cuidado prenatal. Se han producido destacados logros especialmente en el Norte de África, el sur de Asia y Asia Occidental. Sin embargo, las desigualdades en la atención del embarazo según sus ingresos económicos son tremendas. También hay enormes disparidades entre las mujeres de las áreas rurales y de las urbanas.
El progreso para reducir la cantidad de embarazos de adolescentes se ha estancado, lo cual deja a más madres jóvenes en situación de riesgo. La pobreza y la falta de educación son las causas fundamentales que perpetúan las altas tasas de alumbramientos entre adolescentes.
El acceso de las mujeres a métodos de planificación familiar podría mejorar la salud materna. Preocupa especialmente la franja de mujeres más pobres y que no tienen educación porque son las que menos métodos anticonceptivos usan. La escasez de fondos para la planificación familiar es uno de las mayores obstáculos para lograr este ODM.
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