Las tramitaron por delitos (487) y faltas (923) asociadas a una forma de violencia que, en todo caso, afecta más a las mujeres, que cursaron 4.080 denuncias en el mismo periodo. Con todo, los casos de agresiones a hombres ya suponen una de cada cuatro denuncias por malos tratos en Galicia.
Según los datos del Consejo General del Poder Judicial, en 2005 en la comunidad las víctimas masculinas supusieron el 13,4% del total. Sin embargo, ellos logran menos órdenes de protección que las mujeres: obtuvieron el 7% de todas las dictadas en Galicia.
Otra diferencia entre ellos y ellas es el agresor: En el caso de las mujeres, más del 70% de los denunciados son sus parejas. Entre los hombres, el cónyuge o compañero sólo es el maltratador en el 39% de los sucesos.
Las agresiones a hombres se saldaron con un total de 37 muertes en el año 2006, de las que únicamente una se corresponde con Galicia: fue un hijo el agresor. Galicia es a día de hoy la cuarta comunidad en la que mayor número de asuntos de violencia familiar cuya víctima es el hombre se tratan.
Así, mientras Andalucía aporta el 27,4% de las denuncias registradas en el Estado, la Comunidad Valenciana, un 12,7%, y Canarias, un 9%, la autonomía gallega registra el 6,1% de los casos de estas características.
2005, año negro
Durante el último lustro, 2005 fue el año en el que más hombres fallecieron en Galicia a causa de estas agresiones. Fueron un total de cinco (dos en A Coruña, dos en Lugo y uno en Pontevedra).
La Lei Galega para a Prevención e o Tratamento Integral da Violencia de Xénero está en vigor desde octubre. La norma fue aplaudida por numerosas asociaciones de mujeres, que la tachan de histórica. Con este texto, queda garantizado por ley el llamado salario da liberdade.
Para desarrollar esta norma, la Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar contará este año con un presupuesto que supera los 3,3 millones de euros, de los que más de la mitad se reservan para las ayudas económicas a las víctimas.
El riesgo de un homicidio en el hogar permanece oculto en siete de cada diez casos. Según los informes policiales, cuando fallece una persona por una agresión en el ámbito doméstico, en el 40% de las situaciones no existían agresiones anteriores y en el 30% de los casos se produce una circunstancia de tolerancia por parte de la víctima. Al minimizar ella el riesgo latente, el peligro de un homicidio se mantiene oculto. A este 70% se suma otro 20% de casos en el que las víctimas bloquean el efecto de protección. Todas estas circunstancias complican la aplicación de medidas para reducir este tipo de agresiones en el hogar
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