lunes, 30 de noviembre de 2015
Colectivos piden al Gobierno Foral que concrete cómo se abordará la educación sexual en los colegios
Asociaciones como Chrysallis, la Comisión a favor del
Aborto o colectivos integrados en Gozamenez han presentado sugerencias para
modificar o completar el borrador del decreto de salud sexual y reproductiva.
El texto habla de incluir en un año la educación
afectivo sexual en el currículo no universitario, pero aún no se ha detallado
si de forma transversal, en una asignatura o en tutorías.
Otras propuestas dudan de que las interrupciones
farmacológicas del embarazo arranquen solo en dos centros de salud sexual o
piden que se detallen más los servicios en torno a la transexualidad.
Los trámites del borrador del decreto sobre salud
sexual y reproductiva en Navarra avanzan y, por el momento, este 12 de
noviembre se supera la fase para recabar sugerencias (de 15 días) y, después,
empezará el periodo de exposición pública (otros 15). Diversas asociaciones ya
han presentado cambios en este documento, que, entre otras cuestiones,
contempla que las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) puedan hacerse
en el Servicio Navarro de Salud o que la educación afectivo sexual llegue al
currículo no universitario. Por medidas como estas, que a menudo generan debate
en Navarra (y controversia), colectivos que han presentado alegaciones
reconocen la ambición de este proyecto, pero también han propuesto diversas
modificaciones: algunas más críticas, otras simplemente que matizan lo ya
recogido, y varias de ellas son antiguas reivindicaciones en materia de salud
sexual. Por ejemplo, cómo se abordará la educación afectivo sexual en los
centros educativos. Estas son algunas de las principales.
Desde la Comisión a favor del Aborto en Navarra
reconocen que el borrador del
decreto es “muy completo”, pero también han pedido más concreción en diversos
puntos. Por ejemplo, que se fije en el texto, que sí deja claros cómo se
realizarán los abortos hasta la semana 14 (cuando el requisito de la ley de
2010 es que la paciente haya sido informada de sus derechos y pasen tres días
desde la información hasta la intervención), qué pasa también con aquellas
mujeres que, antes de superarse la semana 22, quieren interrumpir su embarazo
por supuestos como su salud psíquica o la malformación del feto. Además,
también muestra dudas sobre el hecho de que las interrupciones farmacológicas
empiecen, como ha previsto el Gobierno Foral, en dos centros (se anunció que
ambos estarían en Pamplona y que serían Andraize, en la Chantrea, y el de
Iturrama-San Juan), y después, en un año, se extiendan progresivamente al
resto. Desde la Comisión dudan de este sistema, porque habrá zonas donde (temporalmente)
no se podría acceder al servicio. En total, cabe recordar que en la Comunidad
Foral hay nueve de estos recintos, que ahora pasarán a denominarse centros de
salud sexual y reproductiva.
Desde otras asociaciones, como la delegación en
Navarra de Chrysallis, una asociación de familias de menores transexuales,
también han presentado otras alegaciones al borrador, que en cualquier caso
consideran "un avance significativo". Por ejemplo, piden que los
tratamientos de reproducción asistida, además de garantizarse en mujeres que
convivan con una pareja del mismo sexo, también se ofrezcan a hombres
transexuales, así como la inseminación artificial, que en el borrador del
decreto menciona a mujeres sin pareja masculina. Entre estas sugerencias,
también se matiza, por ejemplo, que en el decreto se abordan cuestiones de
identidad sexual, el respeto a la identidad sexual autopercibida por parte del
sistema sanitario o la concreción de qué servicios hay dentro del mismo
dirigidos a este colectivo (tratamiento hormonal, proceso quirúrgico genital,
tratamientos para la voz, atención psicológica…).
En este sentido también se plantean algunos cambios
en el borrador por parte de la plataforma LGTB, que pide que se visibilice de
forma más clara qué servicios están directamente vinculados a la atención del
colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. “Ha estado
invisibilizado y, aunque entendemos por el borrador que cualquier persona será
atendida en el sistema, creemos que se puede dejar claro que existen servicios
para este colectivo en concreto”, explica el integrante de la Comisión
Ciudadana Antisida de Navarra y vinculado al proyecto de juventud y sexualidad
Gozamenez, Ángel Leránoz.
Un centro juvenil sobre educación afectivo sexual
Precisamente en materia de sexualidad y nuevas
generaciones se enmarca otra de las propuestas de mejora que promueven diversos
colectivos: que se incluya la creación en el decreto de un centro juvenil
especializado en educación afectivo sexual. La idea sería contar con un servicio
que atendiera a jóvenes, les informara por ejemplo sobre enfermedades de
transmisión sexual, contara con medidas incluso para trabajar la autoestima, y
funcionara sobre todo en horarios más dirigidos a la juventud, por ejemplo por
las tardes o noches.
Está por ver, no obstante, cuál es el encaje de un
centro integral de este tipo de recinto, teniendo en cuenta la nueva etapa que
el Gobierno Foral pretende empezar en los centros de salud sexual y
reproductiva (antes centros de la mujer), pero desde la Comisión defienden que
medidas como esta ayudarían a abordar la educación afectivo sexual, un tema
habitualmente tabú, por lo que “es algo que se trabaja poco y, a menudo, mal”.
El decreto precisamente recoge la inclusión en un año, desde su entrada en vigor,
de la educación afectivo sexual en el curriculum de enseñanzas no
universitarias, pero diversos colectivos y sindicatos vinculados a la enseñanza
coinciden al pedir que se concrete cómo se realizará: si de forma transversal,
a través de una nueva asignatura o en las tutorías.
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