lunes, 4 de agosto de 2014
España-Portugal: aborto de ida y vuelta
Un estudio de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la
Interrupción del Embarazo (ACAI), realizado entre 6.045 mujeres, desvela que
una de cada tres se iría a un país extranjero en caso de que un cambio
legislativo en España les prohibiese ejercer el derecho a abortar. Las
restantes se dividen entre las que optarían por seguir con su embarazo y las
que lo interrumpirían en España de forma clandestina. En 2012, último año del
que se tienen datos oficiales, abortaron en España 112.390 mujeres. Si se
extrapolasen los datos de ACAI, más de 35.000 españolas se irían cada año a
otro país a abortar, y la mayoría optaría por Portugal, apunta la asociación.
España y el país vecino no tienen establecidos protocolos de
actuación para asistir a esas mujeres. El secretario de Estado adjunto del
Ministerio de Salud portugués, Fernando Leal da Costa, contesta escuetamente
cuando se le pregunta sobre la posibilidad de una oleada de mujeres hacia el
país vecino: “El Ministerio de Salud de Portugal no se pronuncia sobre el
proceso legislativo español, no obstante en el campo de la cooperación técnica
hay numerosos contactos entre los dos países”.
Actualmente, el aborto es libre en Portugal hasta las primeras
diez semanas de embarazo; tras ese periodo, se establece una ley de supuestos.
Esta legislación está vigente desde 2007. Hasta entonces, miles de mujeres
lusas venían a España a abortar. Por ello, algunas clínicas españolas se
desplazaron a enclaves cercanos a la frontera, como Salamanca, Pontevedra o
Badajoz. El camino ahora es el inverso.
La activista y directora de la clínica Isidora de Madrid, Empar
Pineda, teme que las españolas vuelvan a verse en la misma tesitura que
vivieron las portuguesas cuando las leyes españolas eran más progresistas que
las de su país. “Portugal nos ha adelantado”, se lamenta, a la vez que advierte
que “la nueva Ley va a obligar a muchas mujeres a tener que irse fuera. La
situación será dramática porque las que no tengan recursos deberán recurrir a
la clandestinidad, con lo que ello supone para la salud de las mujeres”.
El diagnóstico de Pineda coincide con el que hacen la mayoría de
directores de clínicas. “Esto se va a convertir en una gincana para las
mujeres, tendremos que estar preparados para buscar la forma en que puedan
ejercer sus derechos”, explican desde el centro Guadiana, situado en Badajoz.
¿Y si no es posible hacerlo en España? “Pues tendrán que irse fuera”, concluye.
De momento, las clínicas españolas consultadas por La Marea
aseguran que no están pensando trasladarse al país vecino. Dicen que no les
sale a cuenta invertir en abrir una nueva sede para tan sólo unos meses. Como
argumenta Francisca García, presidenta de ACAI, están convencidas de que la ley
promovida por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, “no tiene ningún
sentido y, además, si finalmente se aprueba, va a tener muy pocos meses de vida”.
En esta línea, los responsables de Multimédica Centro, en
Salamanca, confían en que no se aprobará “esta ley socialmente
discriminatoria”. Sin embargo, anuncian que, “si no fuera posible realizar en
España una interrupción de embarazo con las garantías sanitarias precisas, se
adoptarían las medidas necesarias para atender esa situación donde fuese,
dentro de un marco de legalidad”. La clínica admite que “existe una relación
asistencial entre los centros españoles y portugueses” y que, “si fuese necesario,
en el tema de la interrupción de embarazo, y de acuerdo a los imperativos
legales y a las necesidades, se establecerían los protocolos oportunos”,
concluyen.
http://www.lamarea.com/2014/07/26/espana-portugal-aborto-de-ida-y-vuelta/
Etiquetas:
aborto,
derechos reproductivos,
derechos sexuales,
salud pública
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