lunes, 5 de mayo de 2014

Las consecuencias del aborto inseguro


La ley en materia de Derechos Sexuales y Reproductivos (DSyR) e Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) de 2010 buscaba la reducción de los embarazos no deseados y se construyó sobre una fórmula de probada eficacia que consiste en la combinación de tres elementos:

1. La implementación de la educación sexual como materia curricular.

2. El acceso real a la anticoncepción con la liberalización de la píldora poscoital y la inclusión de anticonceptivos de última generación entre los fármacos financiados por la Seguridad Social.

3. El reconocimiento del libre acceso al aborto en un plazo limitado de 14 semanas.

A diferencia de estas políticas estratégicas las del PP eliminan los tres elementos clave de una buena política pública en materia de DSyR porque limitan el acceso a información preventiva, limitan la financiación a los anticonceptivos más eficaces y pretende imposibilitar el acceso a una atención sanitaria segura para la interrupción voluntaria del embarazo.

Diferentes organizaciones profesionales han realizado análisis detallados del Anteproyecto y han realizado proyecciones sobre del número de mujeres que estarán abocadas a poner en riesgo su salud y su vida como consecuencia de prácticas clandestinas e inseguras.

Con la Ley del PP, España dejará de garantizar condiciones higiénico-sanitarias adecuadas para la interrupción del embarazo. Decenas de miles de mujeres se verán abocadas a realizar la IVE en otros países o en entornos de clandestinidad. Las perspectivas son pavorosas:

100.000 abortos quedarán en la ilegalidad
Unas 50.000 mujeres viajarán al extranjero
50.000 recurrirán a prácticas clandestinas
20.000 de ellas sufrirán graves consecuencias para su salud. (40 %)

Aborto clandestino significa que 50.000 mujeres recurrirán a instrumentos punzantes o al uso de sustancias peligrosas por vía oral o perfusión vaginal. El catálogo de métodos para interrumpir el embarazo es conocido y sus secuelas también.

Para los abortos practicados con instrumentos punzantes (como las agujas de punto) lo más común será:
Perforación uterina
Perforación de vejiga urinaria, recto y asas intestinales
Desgarros del cuello del útero
Las consecuencias de esas lesiones son:
peritonitis
abdomen agudo
hemorragias
infecciones agudas
resecciones intestinales
extirpaciones uterinas y esterilidad
fístulas recto vesicales con incontinencia urinaria y fecal
muerte por shock hipovolémico o por shock séptico

A muchas mujeres estos métodos les provocaran pavor y buscarán la interrupción de esos embarazos no deseados a través de lavados vaginales con sustancias variadas, o por vía oral con distintas medicaciones.

En esos casos, las consecuencias y complicaciones más frecuentes serán:
Quemaduras químicas graves localizadas con lesiones deformantes y con esterilidad
hipertensión
edema pulmonar y parada cardíaca
embolismos que según el vaso donde impactan generarán infartos pulmonares cardiacos o cerebrales, provocando graves secuelas y en algunos casos la muerte.

Todos los organismos internaciones nos recuerdan machaconamente que la práctica de abortos auto-inducidos -los únicos no punibles según el anteproyecto-, generalmente en malas condiciones higiénicas sanitarias, o la realización de abortos por personas que carecen de las habilidades y conocimientos necesarios y que no garantizan estándares médicos mínimos, es una de las causas más importantes de mortalidad materna y morbilidad materna en el mundo.

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