viernes, 24 de enero de 2014

Las mujeres a las que se niega el aborto triplican el riesgo de caer en la pobreza tras parir


¿Qué ocurre con las mujeres años después de querer abortar? Un macroestudio realizado en EEUU señala que las que no pudieron abortar sufren mayores problemas económicos y de salud que las que sí lo hicieron.

El aborto es un tema muy delicado que, a pesar de las trabas que algunos procuran imponer, ha recibido bastante atención por parte de la ciencia médica. Sin embargo, apenas sabemos nada sobre los abortos que no han tenido lugar, es decir, sobre las consecuencias del parto para una mujer que quiso interrumpir su embarazo y no pudo. Con el objetivo de cubrir este vacío, un grupo de investigadoras de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) lleva ocho años estudiando a mujeres que no lograron abortar aunque querían y finalmente tuvieron que dar a luz. Este trabajo, que sigue en marcha y se denomina Turnaway Study (“estudio del rechazo”), ofrece un duro retrato sobre la realidad de estas madres: una de las conclusiones más impactantes es que las mujeres que quisieron abortar y no pudieron multiplican notablemente el riesgo de pasar penurias económicas.

“Las probabilidades de caer en la pobreza se multiplican por tres al cabo de dos años”, concreta para Materia la principal investigadora del proyecto Turnaway, Diana Greene Foster. “Las mujeres a las que se les niega un aborto deseado son mucho más propensas a vivir bajo los límites de la pobreza dos años después. Curiosamente, muestran un gran aumento del uso de la asistencia pública, como cupones de alimentos y otros apoyos financieros, pero no son suficientes para compensar la llegada de un miembro adicional de la unidad familiar”, explica Foster.

Esencialmente, lo que ocurre es que la principal razón por la que las mujeres acuden a una clínica a interrumpir su embarazo en EEUU es el dinero, porque carecen de recursos económicos suficientes para mantener a un hijo. “Ellas sabían que no podían permitirse un niño y resulta que estaban en lo cierto”, resumía en una entrevista reciente en Propublica Tracy Weitz, que hasta ahora dirigía el grupo de salud reproductiva de la USCF. Sólo el 9% de estas mujeres dio en adopción a su vástago. Tener un hijo es caro y son muchas las madres que, además, al contar con esa carga tienen problemas para mantener un trabajo mientras cuidan de un bebé.

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