martes, 8 de enero de 2013
Hay que apoyar y financiar las investigaciones sobre el VIH, pese a la tardanza de los resultados
El hecho de que los
fármacos antivirales hayan convertido el sida en una dolencia controlable no
resta un ápice de importancia a las investigaciones que persiguen una vacuna
eficaz contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa la
enfermedad. Primero, porque el acceso a esos medicamentos sigue siendo, en el
mejor de los casos, muy deficiente en los países en desarrollo, donde el alto
precio de los fármacos se confabula con unas pésimas infraestructuras
sanitarias para impedir su distribución a la población necesitada. Segundo,
porque estos cócteles demandan a sus usuarios una disciplina que no todos están
dispuestos a seguir. Y tercero, porque el VIH es un agente escurridizo que
sigue variando dentro del cuerpo de cada paciente y buscando formas de hacerse
resistente a los compuestos químicos que le atacan.
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