miércoles, 2 de noviembre de 2011

El cliente de burdel tiene 35 años y novia

Desde 2003, el Código Penal castiga con varios años de prisión el proxenetismo, pero en las cárceles españolas, recuerda la socióloga Silvia Pérez Freire, profesora asociada de la Universidade de Vigo, "solo hay una persona por esta causa". España es "abolicionista sobre el papel" y nada más. Porque "está generalizada la connivencia de los poderes públicos (los políticos, los jueces, las fuerzas del orden) con el proxeneta", asegura Pérez, que estudia este negocio al margen de la ley desde hace ocho años. "En estos estamentos no hay conciencia" de la situación que viven las mujeres, "el proxeneta es una persona con poder e influencia social, dueño de otras empresas con las que blanquea el dinero", y la mayoría de los clubes suelen tener "colaboradores" en la policía. La semana pasada, en una charla organizada por la CNT en Santiago, la socióloga afirmó que "muchas comisarías darían casos Carioca si fueran investigadas" por la "relación" que existe entre agentes y proxenetas. "En casi todos los clubes existe buena comunicación con las fuerzas del orden".+

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