La futura Ley del Aborto recibe los últimos retoques en manos del Gobierno, aún no ha llegado al Parlamento para su tramitación, pero este martes libro y ganó su primera batalla en el Congreso. El pleno rechazó la moción de Unión del Pueblo Navarro (UPN) que pedía posponer el debate sobre la reforma de la actual legislación sobre interrupción voluntaria del embarazo hasta conseguir un mayor consenso social, político y parlamentario, es decir, sine die, o más bien nunca. El PSOE recabó en su defensa el apoyo de la mayoría de los grupos, ERC, IU, PNV y parte del grupo Mixto. Enfrente, sólo el proponente y el PP.
Para la mayoría, la moción del diputado Carlos Salvador (UPN-Grupo Mixto), era una mera excusa para intentar minar la voluntad del Gobierno de llevar al Parlamento la ley de plazos -aborto libre las primeras 14 semanas- tal cual está previsto, sin cambios sustanciales. Pero de haber salido adelante, habría supuesto un traspié, simbólico- las mociones no obligan al Ejecutivo y la mayoría son puro formulismo-, pero serio para una norma que aún va a tener que pelear mucho antes de llegar al BOE.
De hecho, la mayoría obtenida ayer por los socialistas, 183 votos frente a los 160 del PP y UPN, más dos abstenciones, es engañosamente alta. Cuando la norma se vote de verdad, a finales de año, los márgenes serán más ajustados. Hoy se sumó al bando socialista todo el grupo parlamentario del PNV porque lo que estaba en juego no era la ley en sí, sino si procede o no llevarla al Parlamento. Cuando toque, los diputados vascos votarán en conciencia, como hicieron hoy los representantes de CiU. Ambos grupos suelen dejar libertad de voto en aquellas cuestiones que, como el aborto, afectan a convicciones personales éticas o religiosas. A la hora de la verdad, el propio Grupo Socialista tendrá que sacar el látigo para imponer la disciplina a algunos de sus diputados abiertamente contrarios a algunos aspectos de la futura ley, como la posibilidad de que las jóvenes de 16 y 17 años aborten sin permiso paterno. La del aborto es una ley orgánica que exige la mayoría absoluta de la Cámara, la mitad más uno, 176 votos. El PSOE tiene 169 escaños. El resto los tendrá que arañar entre el ala izquierda del hemiciclo, IU-ICV, ERC, parte del grupo Mixto y algún voto suelto entre los nacionalistas.
Pero eso será dentro de unos meses. De momento, este martes los socialistas tuvieron que escuchar un reproche unánime. La ampliación de la ley del aborto no figuraba en el programa electoral con el que el PSOE concurrió a las elecciones de 2008.
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